Durante los últimos días estuve jugando Omen of Sorrow, el primer juego desarrollado en Latinoamérica en llegar como exclusiva temporal de PlayStation.
El título de lucha en 2.5D (al estilo Mortal Kombat) del estudio chileno AOne Games, utiliza mecánicas inspiradas en los clásicos de arcade, doce personajes tomados de la literatura y el cine de terror del siglo XIX (vampiros, hombres lobo o demonios) y cuatro formas de juego distintas: modo historia, versus, arcade y modo supervivencia.
En el modo historia, seguiremos a Gabriel (Van Helsing) y Zafkiel (Arcangel), que sumidos en un mundo post apocalíptico buscaran detener a las fuerzas demoníacas que intentan destruirlo todo. Y la dinámica que propone es una serie de combates que sirven para presentar a los personajes, con algunas escenas cinematográficas y cuadros con diálogos escritos.
Pero la historia es predecible, de evolución lenta y con largas pantallas de carga. Un defecto que estará presente a lo largo de todo el juego.
Para balancear están el modo Versus, donde podremos luchar mano a mano contra un amigo de forma on-line o local, el modo Arcade al mejor estilo Mortal Kombat y el Supervivencia, que nos llevará a pelear 12, 60 y 120 rounds contra la AI.
El sistema de combate es simple y amigable, aunque a medida que conozcamos mejor las mecánicas encontraremos distintos grados de profundidad que se adecuan a cada estilo de jugador, desde casual hasta experimentado.
Cualquiera que haya jugado alguna vez un juego de lucha en unos pocos segundos podrá estar haciendo todos los movimientos especiales y concatenando algún pequeño combo.
La experiencia es divertida desde el inicio, aunque desafortunadamente jugarlo contra la AI no es ningún desafío y se pierde el interés luego de algunas horas. Es extremadamente fácil encerrarla, es decir, golpearla de manera sistemática y repetitiva de forma tal de que no pueda recuperarse y terminemos ganando el combate sin mayor desafío.
El título introduce una serie de barras de poder que influyen en el desarrollo del combate. Por un lado, tendremos a la ya conocida en la parte inferior de la pantalla, que nos permitirá realizar ataques especiales (tipo Marvel vs Capcom) llamados Decimations.
Y por otro lado tendremos otra barra (en forma de semicírculo) que muestra el equilibrio entre nuestra “fe” y nuestra “fortuna”, algo que está ligado al estilo de combate que propongamos. Si somos muy defensivos perderemos ciertas habilidades como la de hacer Decimations, movimientos especiales y agarres. Pero si somos ofensivos y golpeadores se nos recompensará con suerte, que potenciará nuestro monstruo elevándole las estadísticas y nos ayudará a encadenar combos más largos y poderosos.
En la teoría suena muy bien, ya que propone la acción ofensiva. Pero en la práctica no llega a gravitar tanto como lo hubiera deseado. Ya que ni la “fe” ni la “suerte” fueron factores influyentes a la hora de enfrentar a otros jugadores.
¿Dónde se disfruta más el combate? En el estilo multiplayer. Ya sea localmente o en Internet, jugar contra un contrincante humano es muchísimo más divertido y desafiante que contra la AI. En este punto es donde más se puede apreciar la profundidad técnica del combate y resulta crucial dominar las técnicas de counters y cancels.
Omen of Sorrow forma parte de una nueva ola de desarrollos latinoamericanos, que vienen a hacerse un lugar en un mercado dominado por potencias multinacionales con presupuestos infinitos. Un juego que tiene sus aciertos y sus desafíos pero que en general ofrece una experiencia digna comparable con la de un título AAA. Tiene espacio para mejorar, pero sin dudas es un gran punto de partida.
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Desarrollador: AOne Games
Lanzamiento: 6 de noviembre de 2018.
Plataformas: PS4
¿En Español?: Sí.
Fuente: Copia provista por AOne Games.