Los cultos religiosos y los escenarios opresivos son una temática no tan explotada en juegos triple A, y abarca más el territorio de los indies y los survivals. Se pueden encontrar juegos muy interesantes si se busca lo suficiente, incluso algunos llegan a salirse del imaginario y le pasan muy de cerca a hechos terribles de la vida real. Este puede ser a nivel historia el caso de The Church in the Darkness.
Desarrollado por Paranoid Productions y publicado por Fellow Traveler, The Church in the Darkness es un juego de acción-aventura con elementos de sigilo en visión periférica. Sus mecánicas son muy similares al Metal Gear 2 de MSX, aunque no esté siquiera a la altura de él.
La narrativa nos pone en el lugar de Vic, un ex policía -hombre o mujer, la elección es del jugador- que debe infiltrarse en el pueblo de Freedom Town en Sudamérica para encontrar a su sobrino Alex. Esta ciudad está fundada en los cimientos de un culto religioso en el año 1970, siendo un refugio de aquellos que quieren escapar de la tiranía y la incomprensión de Estados Unidos en época de Guerra Fría. Sus líderes, Isaac y Rebecca Walker, tienen esas características tan particulares del líder carismático que no deja de ser en el fondo un psicópata tratando de engañar a la gente con el ofrecimiento de una vida mejor y en libertad.
El juego tiene un trasfondo oscuro por estar un tanto inspirado en el caso real de la masacre de Jonestown, donde hubo un gran suicidio-homicido en masa en 1978 impulsado por, precisamente, uno de dichos cultos, Peoples Temple.
Alejándonos de la historia, las mecánicas de juego son simples pero interesantes: en un principio podemos elegir con qué objeto empezar el juego – armas de fuego, packs médicos, cables para desactivar alarmas – y otro abanico de elementos con los que podemos defendernos sin necesidad de recurrir a la violencia. Si utilizamos métodos violentos, el comportamiento del entorno cambia, haciendo que los guardias estén más alerta y que los civiles nos reconozcan y puedan dar alarma de nuestra ubicación.
Por otro lado, tenemos el mapa para encontrar a Alex y otros personajes, que se va a ir completando a medida que encontremos piezas claves de la historia escondidas en distintas partes del pueblo, lo cual nos va a forzar a intensificar el trabajo exploratorio.
El juego es procedural, lo que significa que no podemos ir guardando durante la partida más que para salir, y si morimos, no importa cuánto hayamos avanzado, comenzaremos de cero en una parte totalmente distinta del mapa.
Un dato no menor es que el juego posee 19 finales diferentes, en los cuales nuestras acciones y elecciones tienen una gran influencia. Cada vez que terminamos en una dificultad, se nos abren posibilidades de finales para las dificultades siguientes, por lo que podría decirse que funciona como una especie de New Game +, en donde conservamos lo que llevábamos en el inventario y se desbloquean nuevos objetos.
El juego es entretenido en un principio, hasta tiene un factor desafiante que llama a seguir intentando, pero después de cierto punto se vuelve agotador y repetitivo quitándole un poco de magia. Hay ciertos bugs y glitches que son incomprensibles, y el control de las armas es errático y muy difícil de manejar, lo que complica defenderse en caso de que nos detecten. ¿La solución? Correr. Y mucho.
The Church in the Darkness tiene un potencial oculto pero no logra alcanzarlo en ningún momento. El juego no tiene un climax, un pico de tensión en el cual lleguemos a sentir que lo que hagamos puede cambiar la historia significativamente, y eso arranca mucho el encanto.
Si es para pasar el rato, cumple con su cometido, pero muy difícilmente den ganas de sacar todos los finales sin antes distraerse con otros juegos.
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Desarrollador: Paranoid Productions
Lanzamiento: 2 de agosto de 2019
Plataformas: PC – PS4 – Xbox One – Switch
¿En Español?: Si.
Fuente: Copia provista por Paranoid Productions (PS4).