Es sabido que Hideo disfruta que sus experiencias trasciendan la pantalla. Hace poco nos enteramos que el misterioso bebé/feto que transporta Norman Reedus nos hablará a través del parlante de nuestro joystick, pero eso no es todo: la última apuesta manierista de Kojima Productions parece haber excedido un nuevo límite.
“Que se vaya a la puta que lo parió” dijo un usuario que probó una demo cerrada. “Venía entregando pedidos como un campeón, hasta que mi personaje se resbaló solo y se la dió en la cabeza…”. Fue entonces cuando el juego se tildó, “creí que era solo un glitch, algo común en juegos que todavía no están en su versión final, pero de golpe empecé a sentir olor a quemado, y vi humito saliendo de mi play”.
El caso tomó rápida relevancia, todos asumieron que se trataba de un desperfecto técnico de esa consola en particular. Pero pronto surgieron nuevos jugadores de todo el mundo gritando a su TV á la Tano Pasman, por lo que Sony no tuvo otro remedio que dar una respuesta oficial en una conferencia de prensa que quedará para la historia.
Al panel salieron Jim Ryan (presidente de Sony Interactive), Norman Reedus y el mismísimo Hideo Kojima. El que primero tomó la palabra fue un deslucido Ryan, el directivo de Sony, que parecía no haber dormido en días: “No tenemos duda que Kojima es un genio, pero reconocemos que esta vez se fue un poco de mambo. Entendemos que la gente está preocupada, hay quienes compraron nuestra consola exclusivamente para disfrutar este título que vienen esperando hace años.”
Luego, luciendo unos lentes de sol (y en cuero, por algún motivo desconocido), habló Norman Reedus. “Estamos seguros que es un error que nuestro querido Kojima aquí presente va a corregir, ¿no?”, y aquí la situación se puso algo tensa, porque dio la sensación de que el actor todavía estaba intentando convencer a Hideo para que haga algo.
“That’s life” dijo Kojima ante los micrófonos, quizás inspirado tras haber visto Joker. “Yo dije que quería inventar un nuevo género que tome a todos por sorpresa… yo avisé…”, y se cruzó de brazos. Ambos Reedus y Ryan se tomaron la cabeza, avergonzados.
Kojima afirma que en realidad está enviando un mensaje: “Death Stranding es una metáfora de la vida, ¿y qué es la vida si no existe la muerte? Morir en un juego es intrascendente, todos pelotudean sin miedo… pero si se te hace percha la Play cada vez que te cagás muriendo, la pensás dos veces”.
Y cerró la conferencia de prensa con un contundente “curtansé”, tras el cual se levantó y se fue sin admitir preguntas. Solo quedaron unas incómodas miradas incrédulas y algunos no menos incómodos aplausos aislados entre periodistas y fanáticos.
Todavía no tenemos una explicación definitiva. Los más conspiranóicos creen que realmente se trata de un boicot por parte de Google, que le estaría pasando plata por detrás para (literalmente) destruir consolas. Otros creen que en realidad es todo un plan de Sony para que mucha gente deba comprarse nuevamente la consola para jugar el tan esperado The Last of Us: Part 2, que sale el próximo febrero. Lo único seguro hasta ahora, es que el creador de la saga Metal Gear sigue sorprendiendo y revolucionando las formas de putearle a un jueguito.