Entre febrero y mayo, en tan solo dos meses pero con un montón de trabajo detrás por parte de ADVA y sus directivos, videojuegos pasó de reunirse con el presidente Mauricio Macri a entrar en la Ley de Economía del Conocimiento que fue aprobada por el Senado de la Nación hace apenas dos semanas. La magia de los años electorales.
Un avance bestial y acelerado que terminó decantando también en una charla con los principales representantes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Encabezada por Horacio Rodriguez Larreta (Jefe de Gobierno), Soledad Acuña (Ministra de Educación) y Martín Mura (Ministro de Hacienda).
Más de 20 representantes de la industria local recibieron a los distintos funcionarios en NGD, uno de los estudios argentinos de videojuegos más emblemático de todos. Co-autores de Master of Orion y actualmente desarrolladores de Quantum League y Dron Strike Force. Pero en fin, no nos vayamos de tema. De ellos ya les hablaremos en otro momento.
La cosa es que Martín Cao, actual Vice Presidente de ADVA, y Andrés Chilkowski, miembro fundador de la misma, fueron los anfitriones de un encuentro prometedor para los estudios porteños. Todo en el marco de varias reuniones que está teniendo la ciudad con las diferentes Industrias del Conocimiento. Ya que, según dijo el propio Larreta, “entre el 9 y el 10% de la entrada de la ciudad viene de ahí”.
Y, como imaginarán, se tocaron muchos temas importantes. Pero los más destacados fueron:
- Formación de profesionales que necesita la industria, con ADVA participando de los planes de estudio.
- Ingreso de la programación y los principios básicos de los videojuegos en las escuelas.
- El registro oficial de la industria en el que está trabajando la Universidad de Rafaela desde el año pasado.
- La falta de bancos de inversiones a diferencia del mundo del cine.
- Ejemplos mundiales a seguir.
- Y el futuro posicionamiento de Buenos Aires como una ciudad emprendedora.
Como ven, un choclo hermoso que apenas está dando sus primeros pasos, pero del que trataremos de contarles más o menos de qué va.
Mauricio Navajas, actual presidente de ADVA, dijo que “en Buenos Aires está el 80% de la industria de videojuegos. Y más del 80% de la producción se exporta. Por eso la profesionalización de estudiantes se puede transformar en algo vital para el futuro de la industria”.
Y Damián Hernáez, otro de los integrantes de la comisión directiva de la asociación, estuvo en línea directa con él y afirmó que para seguir creciendo hay que disminuir la escases de profesionales y la fuga de los mismos. Por eso ve como interesante la posibilidad de que ADVA participe de UniCABA, la Universidad de formación docente y nuevas carreras que estrenará la ciudad en 2020, con planes de estudio diseñados a medida.
Desde el Gobierno, por su parte, ven todo esto como una oportunidad para seguir potenciando a la capital, que desde hace unos años se transformó en el punto iberoamericano más elegido por los alumnos extranjeros. Según ellos, Buenos Aires recibe 70 mil estudiantes al año. Una cifra tremenda que quieren exprimir al máximo para cambiar el concepto que se tiene de la misma desde afuera. Ya no ser sólo “tango y bife de chorizo” (palabras textuales), sino posicionarnos también a nivel tecnología.
Por lo que el mismísimo Larreta propuso la posibilidad de que el Banco Ciudad arme un banco de inversión dedicado de forma exclusiva a videojuegos. Tal como pasa con algunas fuentes de inversión en la industria del cine. Habrá que ver qué pasa con todo eso. La idea es acertada y puede servir, pero siempre y cuando se trate de inversiones y no de préstamos bancarios con intereses que luego los desarrolladores no puedan afrontar.
A su vez, Andrés Chilkowski propuso seguir modelos que ya funcionaron y tomar consciencia del efecto derrame que pueden llegar a tener los videojuegos en otras industrias. Poniendo como ejemplo concreto el caso de CD Projekt en Polonia. Estudio que decidió adaptar una franquicia de libros muy famosa dentro del país (The Witcher), pero sin llegada internacional, y terminó logrando que la IP explote a nivel global y que el Estado pase a reconocerla como patrimonio cultural polaco. Incluso llegando a regalarle una copia coleccionista del juego The Witcher 2 a Barak Obama en su visita de 2017.
Por último, vale destacar el aporte de Diego Ruiz, otro de los históricos de ADVA y CEO de Dedalord, que cree que puede llegar a ser una buena idea incluír programación en los colegios. Con el fin de preparar a los escolares para el mundo que se viene. Tanto dentro como fuera de los videojuegos.
En fin, sabemos que es mucha información y que seguramente se nos estén pasando detalles, pero siempre está bueno que como amantes de la industria que más amamos, desarrolladores o futuros estudiantes del tema, sepan lo que se está hablando. Los mantenemos al tanto cuando hayan novedades más concretas o se lleve a cabo otra reunión similar.