Ya les había advertido Juan Lomanto de este título hace poco, y por fin lo pudimos analizar. Es otro título argentino que con muy poco logra un montón, hecho por un sólo dev, Koliao Games (que suena a “Culiado”) y que es uno de esos “plataformeros con secretos” que están muy en boga últimamente. Bah, en realidad, ¿alguna vez no lo estuvieron?.
Somos una pobre ranita a la que le echaron una maldición, y ahora sólo le quedan 100 saltos antes de… ¿morirse? Un garrón.
Juan lo comparaba en sus streams matutinos con Animal Well, y aunque tiene un aire, yo traigo dos referencias más. Por un lado, la banda sonora tiene un aire a Celeste, otro plataformero pixelart icónico. Muy buena, por cierto, la música de este título. Pero donde me quiero enfocar es en el gameplay, que me hace pensar en Leap Year.
Algo que pasa con Leap Year es que es un plataformero donde no se puede saltar. O mejor dicho, se puede, pero el daño por caída nos mata de inmediato. 100 Lil Jumps va en esa dirección de diseño también, en donde saltar no nos mata al instante, pero sí eventualmente (100 saltos nos toma morir, de hecho).
Tomar la característica principal de un género y penalizarla es una decisión valiente y que puede generar situaciones muy interesantes.
Como hablamos en el episodio de nuestro podcast Early Access con Nico Recabarren, mientras que los juegos de acción buscan empoderar a los jugadores, los puzzles muchas veces limitan el movimiento para que te las tengas que rebuscar para resolver los desafíos con pocas herramientas.
En 100 Lil Jumps vamos a evitar saltar a toda costa, a optimizar nuestros caminos, nuestras caídas, y todos los objetos del escenario.
Además, hay un montón de cosas secretas para encontrar y también pasadizos para armar nuestra ruta lo más óptima que podamos. Eso sí, aunque simple y breve, no es un juego fácil. Le dediqué un buen rato y no pude llegar al final.
Ustedes pueden ir a jugar gratis en Steam 100 Lil Jumps, y si consiguen completarlo, vienen a contarme qué tal. Yo mientras voy a seguir practicando.