Mundfish, una empresa subsidiaria de Cyprus, fue la encargada del desarrollo de Atomic Heart. Previamente, trabajaban en el desarrollo de Soviet Lunapark, un título de RV que eventualmente descartaron para enfocarse de lleno en el juego que compete a esta reseña.
El desarrollo comenzó en 2018, y utilizaron el motor Unreal Engine 4 y elementos de Nvidia RTX y DLSS aplicados a placas de GeForce RTX.
En febrero de 2022 presentaron un trailer que se refería a «#######BER» como fecha de lanzamiento, dando a entender que dicho estreno sería para el último trimestre del año (OctoBER, NovemBER o DecemBER).
Sin embargo, en noviembre pasado se confirmó al 21 de febrero de 2023 como fecha oficial de salida, en PC, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One y Xbox Series X/S.
Tecnología, prosperidad… y caos
La historia nos sitúa en la Instalación 3826, el principal centro de investigación de la Unión Soviética en un alternativo año 1955.
En la década del ’30, Dmitry Sechenov, uno de los principales científicos de la URSS, creó un módulo líquido programable llamado Polímero (Polymer), que permitió un avance meteórico de la energía y la robótica soviética, y automatizando así gran parte del trabajo manual.
Tales avances tecnológicos permitieron la creación de Kollektiv, una inteligencia artificial mediante la cual se pueden vincular a los robots al sistema.
En la actualidad, y como parte del desarrollo de Kollektiv 2.0, Sechenov desarrolló Pensamiento (Thought), un aparato con el cual se puede integrar el Polímero al cuerpo humano, permitiendo vincular la interfaz neural de forma remota con los robots.
Su lanzamiento oficial, sin embargo, resultó de forma catastrófica, transformando a la Instalación 3826 en un caos total tras que varios de los robots se volvieran hostiles.
A poner orden
Tras un aparatoso accidente y escapar del primer ataque de unos enloquecidos autómatas, tomamos el control de nuestro protagonista: el Mayor Sergei Nechaev.
Apodado P-3, se trata de un militar mentalmente inestable enviado por Sechenov a la Instalación 3826 para evitar que la situación se vaya completamente de las manos.
Tratándose de un FPS con elementos de RPG de acción, vamos a poder hacer frente a nuestros enemigos mediante armas cuerpo a cuerpo, a distancia y determinados poderes que vayamos obteniendo a través de nuestro Guante Polimérico.
Al alcance de la mano
La munición no es algo precisamente abundante a pesar de que podemos encontrarla o crearla, por lo que vamos a tener que aprender a sobrevivir con lo que tengamos literalmente a mano, especialmente en los niveles de dificultad más complejos.
Tal como mencioné, vamos a contar con el Guante Polimérico, una tecnología relacionada con el Kollektiv que nos va a permitir gozar de determinados poderes a medida que le vayamos incorporando mejoras, como telekinesis, congelamiento y electricidad.
La variedad de enemigos nos va a obligar, a su vez, a ampliar nuestra estrategia de combate, por lo que el uso de las habilidades del guante, si bien no va a provocar una cantidad masiva de daño en la mayoría de los casos, sí van a generar estados perjudiciales como parálisis, ralentización o debilidad ante nuestro poder de fuego.
El poder magnético del Guante Polimérico también nos va a permitir tomar objetos y arrojarlos, lo que nos va a servir en muchas ocasiones para entorpecer el avance enemigo o simplemente causar una distracción.
Gran contraste visual y sonoro
La estética propuesta, e incluso los temas tratados (aunque de forma bastante más superficial en este sentido), nos van a hacer recordar a Bioshock todo el tiempo.
Visualmente, Atomic Heart es muy bonito: edificaciones imponentes, mucha iluminación y buena descripción del caos. En contraparte, hay que decir que las expresiones humanas se echan algo en falta y, en combate, noté cierta bajada de frames en momentos donde cosas como fuego, humo o rayos hacían acto de presencia.
Cabe mencionar que algunos textos secundarios (y en menor medida, algunos principales) se ven diminutos, resultándome casi imposible poder leerlos, más teniendo en cuenta que eran dinámicos y sin posibilidad de detenerlos. Detalle no menor, jugué en una TV de 55’’ 4K y gozo de buena visión.
A su vez, no existe forma de configurar el tamaño de los textos, por lo que no vendría mal algún parche que pueda permitir eso, sino alguien con una TV más chica o problemas de vista se tiene que resignar a perderse esas palabras.
En el apartado del sonido, lo que es referido a la ambientación está muy logrado, y buen tramo de la aventura podemos acompañarla de una OST que no está nada mal incluso para que tenga su rincón en Spotify o YouTube.
Párrafo aparte para el nivel flojo de las actuaciones de voz, sintiéndose sobreactuadas y, curiosamente, alternando entre la carencia y el exceso de expresiones por varios tramos. Y no: la cantidad en demasía de insultos en los diálogos no ayuda a tapar eso. Diría, de hecho, que provoca todo lo contrario.
Controversias por Ucrania
Previo a su lanzamiento, Atomic Heart no estuvo ajeno a la polémica.
Ya durante su primera etapa de desarrollo, Mundfish fue acusada de vender datos de sus usuarios a los servicios de seguridad rusos, en pleno conflicto con Ucrania, algo que desmintieron de forma rotunda.
En relación al mismo tema, hubo duras críticas en el último tiempo a la empresa por el tiempo en que deciden lanzar un juego con temática militar rusa/soviética.
En su defensa, desde Mundfish declararon no sólo su neutralidad acerca del conflicto, sino también su negativa a comentar sobre política y religión públicamente, así como una toma de postura “a favor de la paz”.
Dichas declaraciones, lejos de apaciguar el asunto, profundizaron aún más las críticas, considerando poco creíble que no exista una postura tomada cuando literalmente Atomic Heart trata cuestiones políticas y militares, toda vez que está ambientado en una Unión Soviética en pleno comunismo post Segunda Guerra Mundial.
Mick Gordon, compositor de la banda sonora de Atomic Heart, terminó declarando que donaría las ganancias que obtuvo por su trabajo a la Cruz Roja, con el fin de paliar la situación de Ucrania.
TiBioshock
Atomic Heart es un título que puede resultar interesante si te llaman la atención los FPS. Su agregado con elementos de RPG de acción a través de elementos como el Guante Polimérico y la mejora de armas y habilidades, que nos da el apartado que distingue principalmente este título de cualquier genérico de disparos en primera persona.
El estilo es sumamente dinámico en cuanto a la jugabilidad y al combate, lo cual ayuda a su vez a no dar cierta sensación de tosquedad en el control, sobre todo teniendo en cuenta que nuestros rivales suelen ser androides ágiles o que pueden incluso volar.
A su vez, se nos brindan escenarios sumamente interesantes, que resultan especialmente atractivos en los inicios, previo al caos por la rebelión, con la puesta en escena de edificios, desfiles y tecnología a raudales.
La OST del que podemos disponer de vez en cuando tiene su punto alto en el apartado sonoro, en contraposición con la floja actuación de voces con la que cuenta el juego.
Aunque no llegue a esos niveles de calidad, es un título muy a tener en cuenta si estás en la búsqueda de algo en la línea de Bioshock en varios aspectos, aunque probablemente no termine de resultar del todo atrapante a quien no es un asiduo del género.
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