Todo lo “retro” siempre suena como un arma de doble filo. Principalmente porque, en muchos casos, se queda en un envase vacío que abusa de algunos conceptos, esencialmente visuales para evocar una experiencia de juego de décadas atrás, pero nada más. Por eso cada vez que nos toca reseñar algo que se presenta con una reminiscencia a los títulos de otras épocas arqueamos una ceja y dudamos de su calidad. Peeeerooo…
También suceden casos como el B.I.O.T.A., un metroidvania con mucho pero mucho de plataformas y disparos, al mejor estilo Mega Man X y Contra. Todo se combina con una apartado visual y sonoro digno de la era de 8 bits que no solo es el elemento “wow que lindo que se ve como algo retro” sino que hace que todo termine funcionando de la mejor manera.
No van a encontrar B.I.O.T.A. un gran argumento, pero tampoco es para rasgarse las vestiduras. Se trata de una simple trama en el que un grupo de mercenarios entra en una instalación minera para eliminar una invasión alienígena que se desató en ese lugar. A lo largo de las 3-4 horas de duración del título, nos pasaremos por diferentes espacios dentro de este escenario eliminando enemigos y sorteando diferentes obstáculos en forma de plataformas variadas.
Si, hasta ahora no encontramos nada particularmente novedoso, y es que realmente estamos ante una experiencia que hace de lo convencional su fuerte, especialmente porque su apartado de disparos, saltos, la habilidad por trepar por las paredes, las mejoras del armamento, está muy pulido y muy bien implementado. Para hacerla completa, podemos elegir entre diferentes mercenarios, cada uno con habilidades y armas diferentes. Incluso, de tanto en tanto tenemos secuencias de combate vehicular, a bordo de un submarino y un mecha robot.
Pero bueno, B.I.O.T.A. no deja de ser una experiencia audiovisual y, como todo, entra por los sentidos. En este caso no falla para nada al emplear una estética bien retro, que nos hace acordar mucho a juegos de Gameboy y NES. El título utiliza una paleta de apenas cuatro colores para dibujar todo, algo que podemos ir cambiando cada vez que queramos.
El hecho de tener una colorimetría tan escueta puede hacer que, al principio, nos confunda un poco, sobre todo porque el diseño de los enemigos y de nuestro personaje son bien pequeñitos, pero es algo que no nos va a costar tanto acostumbrarse para disfrutarlo. Eso combinado con una banda sonora bien “chiptune” hace de este título una mezcla retro completa, pero sin chorear como en otros casos.
B.I.O.T.A. también se destaca por algo que muchas veces ponemos el grito en el cielo: la dificultad. No estamos ante el juego más sencillo del mundo, pero tampoco ante el más facilongo. A lo largo de la campaña nos vamos a encontrar con secuencias desafiantes, rayos que nos matan de un solo tiro.
La verdad que este modo de desafío equilibrado lo hace realmente atractivo de principio a fin, sumado a que no nos vamos a encontrar un secuencias que se repitan demasiado, pecado en este tipo de lanzamientos pasa bastante.
Podemos definir a B.I.O.T.A. como un poco de todo. Tiene acción muy bien llevada, diseño no lineal, no es un metroidvania 100% puntilloso pero tiene bastantes elementos del mismo, excelentes controles y un apartado visual y sonoro fantástico, con grandes referencias a la era de los ocho bits. Si a esto le sumamos que no tiene una gran duración y que cuesta 214 pesos en Steam estamos a una gran variante para cuando no sabemos a qué jugar.
Si llegaste hasta acá y te gusta lo que hacemos en Press Over, medio independiente hecho en Argentina, siempre nos podés apoyar desde la plataforma de financiación Cafecito. Con un mínimo aporte nos ayudás no sólo con gastos corrientes, sino también con la alegría de saber que estás del otro lado