El círculo está completo. Tras varios años de navegar por diferentes tiempos, DICE vuelve a sus raíces y con Battlefield V visita una vez más la Segunda Guerra Mundial. Hace un par de meses les dejé mis primeras impresiones extraídas de la beta abierta, y me había quedado con ganas de más. Con el juego completo a mi disposición, llegó la hora de la verdad.
War Stories
En 2016, Battlefield 1 nos sorprendió gratamente con War Stories. Esta campaña de historias individuales englobadas dentro de un marco enorme como lo es una guerra mundial, no solo representó la primera vez que el aspecto single player de un Battlefield valió la pena, también logró marcar el norte para resolver cómo ser lo más abarcativo posible en un conflicto tan multifacético.
Con su celebrado éxito, no es de extrañar que War Stories vuelva ahora con la intensión de contarnos las historias olvidadas de la Segunda Guerra Mundial. Pero el resultado no es el mismo.

Los tres capítulos que tenemos disponibles, Under no Flag, Nordlys y Tirailleur (The Last Tiger recién estará disponible en diciembre) nos ofrecen una campaña dispar y llena de altibajos. Las historias buscan evocar alguna emoción en el jugador, pero las tramas, más cortas que en la edición original, no llegan a generar un arco dramático con la extensión suficiente para dicho resultado.
Raro se siente además que hagan tanto énfasis en el sigilo. Battlefield V no es diferente a sus predecesores en vendernos el caos virtual más espectacular que podamos concebir, pero de pronto se nos está pidiendo ser fantasmas, se nos premia por pasar desapercibidos, se incluyen mecánicas que no vamos a volver a ver (como el elemento survival de Nordlys, que es excelente, pero queda como un raro experimento). En fin, se nos ofrece un segundo juego, distinto e inconexo.
Y dejo en claro que no es necesario que todo sea una consecución de explosiones y balaceras, pero hay un contraste enorme con el resto de BFV, con el resto de la franquicia incluso. En ese contraste, War Stories podría hasta venderse como un título aparte, si no fuese porque no termina de llegar a ningún lado.
La campaña parece haber sufrido la maldición de las segundas partes, y el resultado final es una propuesta olvidable y aburrida, que ni siquiera logra tentar con armas especiales para que completemos todos los desafíos.

Mejor en equipo
Pero seamos sinceros, nadie está llegando a Battlefield V por la campaña. Estamos acá por el multiplayer, y en este aspecto la franquicia vuelve a cumplir.
El combate de infantería y vehicular es el que conocemos de taquito, por lo que no voy a detenerme en describirlo. Lo que si voy a destacar son las distintas adiciones y cambios que han logrado algo que yo ya había dado por perdido en esta franquicia: Un verdadero y efectivo trabajo en equipo.
Algo que ya mencioné en ocasión de la beta es que DICE a implementado una serie de cambios al sistema de clases del juego, haciéndolas más flexibles y permitiendo que los roles se entrelacen. El caso del médico es quizás el más emblemático. Todos los soldados pueden revivir a sus compañeros de escuadrón, lo que incrementa de manera notable la solidaridad entre compañeros, pero no afecta la ventaja táctica de contar con un médico en nuestro equipo. Este no solo cura a los caídos mucho más rápido, también puede salvar a todos los soldados, sin importar a qué escuadrón pertenezcan.

El estudio también ha aplicado un sistema de subclases similar al de Destiny, que nos ofrece dos opciones dentro de cada una de las principales vertientes (Asalto, Soporte, Médico y Reconocimiento), permitiendo que nuestro personaje se adapte aún más a nuestro estilo de juego y el rol que queremos ocupar dentro del equipo.
Lo que menciono es apenas la punta del iceberg en lo que refiere a la personalización en Battlefield V. Las armas, los vehículos, las estadísticas, lo estético. Todo es maleable a un nivel sin precedentes para la serie, y esto no viene sin su lastre.
Tanto, tan de pronto, marea. Hay demasiados sistemas en juego que actúan, evolucionan y se ven de distinta manera, que exigen que interrumpamos nuestro juego para poder ajustarlos y que no terminan de ser explicados por DICE, lo que implica pasar más tiempo revisándolos (y descubriéndolos).
¿Es molesto? Seguro. Pero aún así es un cambio muy bienvenido, y que espero pueda ser perfeccionado con el correr de los meses.
Por lo demás, como decía al principio de esta sección, es todo a lo que nos tienen acostumbrados. Hay una limitación intensionada, tanto de mapas como de facciones, a la espera del Tides of War, que reemplaza el Premium Pass e irá expandiendo el juego con el correr del tiempo sin que tengamos que pagar por contenido extra.
Cuando este contenido llegue, cosa que sucederá en poco menos de dos semanas, tendrá que ser ante todo contundente en calidad y atractivo. Pese a la solidez del gameplay, y lo entretenidos que han sido todos los combates en los que participé, Battlefield V está teniendo un problema importante en lo que respecta a la cantidad de jugadores.
Salvo en Brakethrough (el viejo Rush, para los veteranos), que muy fácilmente se ha convertido en el favorito de la comunidad, todos los demás modos están desiertos. Encontrar una partida activa en ellos me ha resultado imposible en esta última semana, y esto es una señal de alerta importante.
Desechar el contenido pago fue un gran acierto, pero para Battlefield la misión de sobrevivir recién comienza.
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Desarrollador: DICE.
Lanzamiento: 20 de noviembre de 2018.
Plataformas: PC – Xbox One – PS4
¿En Español?: Si.
Fuente: Copia adquirida gracias a EA (Xbox One).