Todo héroe y toda heroína arrancan en algún momento, hay un origen. Batman lo tiene, Iron Man sin dudas y Bayonetta, por supuesto, también. ¿Qué relación hay entre Bayonetta con los personajes del título? Es un spoiler del primer juego, el cual igualmente no es necesario haber probado para disfrutar de la experiencia con esta entrega.
Lo que necesitás saber de la historia, que te lo explican en Origins, es que controlás a una aprendiz de bruja llamada Cereza y a un demonio apodado “Chesire” o “Pimpollo” según el idioma en que lo juegues (sí, ¡viene en español!), quienes se pierden en un bosque y con la bestia atrapada en el muñeco de trapo de la pequeña. La joda acá es que controlás a ambos personajes al mismo tiempo.
Control dual
¿Al mismo tiempo? ¿Posta? Sí, posta. Y acá es donde se empieza a ver parte de la originalidad de Cereza and the Lost Demon. Tenemos dos personajes que controlamos simultáneamente, a Cereza con el joy-con izquierdo y a Chesire con el derecho, usando las respectivas palancas analógicas. ¿Y la cámara? Está fija con una vista isométrica que deja ver todo, no te preocupes.
ZL y ZR hacen que cada personaje realice distintas acciones. Cereza lanzará hechizos que pueden retener al enemigo con su botón, mientras que Chesire, por su lado, será nuestra principal forma de hacer daño físico. Por otro lado, los botones L y R nos permitirán realizar diversas acciones, la más importante siendo alternar entre manejar solamente a la pequeña bruja, llevando al demonio en brazos o manejar a ambos, con el pequeño Pimpollo transformado en una criatura enorme. Cada modo permitirá diversas acciones que iremos adquiriendo a lo largo de la marcha para combatir y resolver puzles.
Hablando de eso, contaremos con dos árboles de habilidades, uno por personaje, donde invertiremos diversos ítems que sirven como moneda para ampliar sus capacidades, permitiendo que las opciones crezcan en cantidad. Si bien el título empieza de manera tranquila y llevadera, la complejidad irá aumentando a medida que avancemos.
Era en un bosque
La historia de Cereza and the Lost Demon nos lleva, en primera instancia, a aprender sobre la historia de los padres de Cereza, pertenecientes a bandos enfrentados, todo con una estética de cuento. Mientras el padre terminó en el exilio, la madre resulta encarcelada y la hija, fruto de ese amor, criada por una bruja apartada de la sociedad. Gracias a ella, nuestra protagonista aprende diversos hechizos y de a poco, la capacidad de invocar demonios.
Durante las noches, Cereza sufre normalmente pesadillas relacionadas a su madre, pero, al inicio del juego, estas se tornan diferentes debido a un misterioso personaje que aparece para decirle que se introduzca en el Bosque Ávalon, un lugar reinado por las hadas que, a diferencia de lo que podríamos imaginar, son terribles entes. Aun así, luego de un breve tutorial, terminaremos dentro del laberíntico lugar. Ahí es donde entra Chesire: Cereza logra invocar a su primer demonio sin que este muera en el intento exitosamente, pero, para que este viva, él mismo debió poseer al juguete de trapo de la nena. Y acá arranca nuestra aventura. Con una estética de cuentos, dentro de un bosque misterioso (me recuerda a cierto juego argentino).
La estética está 10 puntos, ¿qué te puedo decir? Como ya dije antes, el apartado visual se basa en los cuentos y, agregando, se aleja mucho de los títulos de Bayonetta tradicionales. Funciona a su favor en varios niveles: nos narran la historia de los orígenes siendo que es un tiempo pasado y combina con el hecho de que la protagonista es una niña. Bien pensado de parte de la desarrolladora. A su vez, no he encontrado defectos gráficos por lo que es todo un plus.
Terminando el cuento
Bayoneta Origins: Cereza and the Lost Demon, es una joya, aunque conviene recordar su carácter como spin-off. No es una puerta de entrada a la saga principal ya que el estilo action-adventure es muy distinto al hack ‘n slash de la trilogía principal (para la cual contamos con una reseña del tercer juego). Sin embargo, para quienes busquen una experiencia distinta, que roza más con lo que puede ofrecer un indie que con lo que la industria AAA propone una y otra vez, entonces estás en el lugar correcto.
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