En Gamescom 2021, llevado a cabo en agosto de ese año, se anunció oficialmente Cult of the Lamb, el nuevo título desarrollado por Massive Monster (“Adventure Pals”, “Never Give Up”) bajo el ala de Devolver Digital.
Mediante ese trailer, fue poco lo que se pudo deducir ante la ausencia de gameplay y fechas, dándose a entender someramente por su título que se nos ponía en el papel de un cordero líder de un culto.
No fue hasta el mes pasado que se anunció oficialmente al día 11 de agosto como la fecha de salida del título y la amplia cantidad de plataformas en que estaría disponible: PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X/S, Nintendo Switch y PC.
Cordero de Dios del Diablo
Somos el último cordero vivo. Condenado a muerte por un grupo de diabólicos seres que quieren imponer su voluntad en el mundo, somos salvados por un ser ominoso al que se refiere como “Aquel Que Espera” (The One Who Waits).
Claro está, un ser tan oscuro no nos salvaría por un acto de bondad. El precio que se nos impone es crear un culto que nos venere en nombre cual falso profeta, para brindar todo el poder a “Aquel Que Espera”.
Así será que tendremos que recorrer distintas zonas del juego para aumentar nuestros seguidores y mantenerlos contentos mediante recursos y alimentos.
Luche y gestione
Cult of the Lamb es un roguelike de acción/aventura con claros elementos de gestión al momento de administrar nuestra secta.
Como buen roguelike, los niveles, en formato de mazmorra, implementan una generación procedural para garantizar la rejugabilidad, toda vez que, muy probablemente, vamos a tener que volver a jugarlos varias veces.
Su sistema de mapa nos va a dar opciones del camino a elegir, pudiendo encontrar allí recursos, mejoras, batallas (por recompensas, claro está) y nuevos seguidores para nuestra secta, entre otras posibilidades.
Si bien las mejoras permanentes de nuestro personaje se obtienen a través de nuestro culto, durante este recorrido podemos obtener armas, maldiciones y cartas de tarot que mejoren nuestras habilidades durante ese nivel.
Los combates recuerdan a los títulos más “clásicos” de Zelda o incluso a The Binding of Isaac, tanto por la perspectiva de la cámara como por la cantidad de enemigos de forma simultánea.
Los controles son también relativamente sencillos, teniendo un único botón de ataque con arma, otro para la maldición (nuestra “magia”) y otro para rodar, teniendo su variedad en las armas o maldiciones de las que dispongamos.
La secta como centro de todo
Probablemente la característica más distintiva de Cult of the Lamb respecto de otros roguelikes es la gestión de nuestra propia secta.
A grandes rasgos, podemos decir que cumple la misma función de todo juego del género, siendo nuestra “base” y donde mejoraríamos nuestras habilidades y poderes de forma permanente.
Lo que hace distinto es que el modo de mejorar nuestra secta es similar a cualquier título de simulación o gestión de ciudades o granjas que se nos puedan ocurrir.
A medida que aumentamos nuestro número de seguidores en los niveles que recorremos, debemos mantenerlos contentos alimentándolos, procurando que no enfermen y manteniendo alto su nivel de fe en nosotros.
Van a ser ellos los que en buena parte nos provean de recursos como comida, piedra y madera, y de la fe con la cual subimos los niveles necesarios para nuestro árbol de habilidades.
Es importante mantener sus números altos para evitar que enfermen, mueran o que se rebelen, con el fin de evitar desertores.
En caso de ser necesario, debemos reeducar a nuestros seguidores disconformes si no queremos que generan enojo en los demás y que se vayan con algunos de nuestros recursos.
Gráficos y Sonido
Los diseños tienen un aspecto dentro de todo caricaturesco y con buenas animaciones. No sólo nuestro protagonista, sino también casi todos los personajes, por lo general, son animales con aspecto antropomórfico.
Las voces de los personajes toman un criterio similar a otros títulos como Celeste, Hollow Knight o Pyre, donde no hay palabras como tal, sino una suerte de vocalizaciones y sonidos de acuerdo a la situación.
La música, por su parte, hace más las veces de acompañamiento para el ambiente, sin tomar un protagonismo amplio dentro de la aventura.
Aire fresco en un género creciente
Cult of the Lamb es una propuesta más que interesante entre los roguelikes, un género que viene teniendo una oferta más que numerosa y en la que cuesta a veces destacarse justamente por ese motivo.
El punto distintivo por el que busca salirse levemente del molde es el sistema de administración de nuestra secta, donde aplica elementos del género simulador/gestión mediante el cual mejoramos a nuestro personaje.
El sistema de batalla es simple, pero intenta no hacerse repetitivo a través de las amplias variaciones de armas y maldiciones existentes, y los niveles de generación procedural.
Desde un principio, el juego trata de ampliar el abanico de acceso ofreciendo cuatro niveles de dificultad que incluso podemos cambiar durante la aventura en un buen intento de dar la bienvenida a los “novatos” y de evitar la deserción.
Un título que vale la pena probar, especialmente si te atrae esta llamativa idea de intentar equilibrar dos mundos bastante distintos como lo son los géneros en que se apoya.
Su precio, es de 1200 pesos en el mercado argentino de Steam y 25 dólares en las tiendas de PS, Microsoft y Nintendo.
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