Muerte, vida, almas, todo lo que gira alrededor de esos conceptos ha sido tratado, y lo seguirá siendo, mil veces en la historia de los videojuegos. Por ende, para títulos nuevos que intenten ahondar en esa temática quedan dos caminos, o intentar darle una vuelta de tuerca completa o tomar elementos de otros que ya se hayan lanzado. Death’s Door hace justamente eso último, y lo hace muy bien.
El nuevo título publicado por Devolver Digital, desarrollado por el estudio ingles Acid Nerve, es realmente una mezcla muy concreta y precisa de temáticas sobre lo que significa la vida, la muerte, la búsqueda del alma y la intención de vivir para siempre. Pero no se queda solo ahí, sino que lo hace a través de una jugabilidad de acción y plataformas, con resolución de acertijos, donde también se vislumbra un gran criterio de combinar elementos.
Death’s Door nos pone en la piel de un cuervo en su primer día en el “Reaping Commission Headquarters”, una suerte de limbo en donde cuyos integrantes se encargan de recolectar almas de seres que no estén dispuestos a pasar voluntariamente del plano de los vivos al de los muertos. Para ello, nuestro protagonista debe entrar en diferentes puertas que lo llevan a un reino en el que debe buscar y derrotar a estas “almas descarriadas” y completar su tarea.
Desde ya que la cosa no será para nada sencilla, porque en su camino se va a encontrar con toda clase de enemigos, y obviamente que sus objetivos no se van a dar por vencidos fácilmente. La trama se complica aún más cuando, tras recolectar su primera alma, el cuervito se encuentra con otro integrante de su entidad, bastante entrado en años, que le termina contando que las cosas no son como parecen.
Además de una trama con misterio, emoción y gran ritmo, Death’s Door se destaca por su jugabilidad. Tranquilamente podría ser un título más reflexivo y tranquilo, el argumento lo permitiría de hecho, pero sus desarrolladores decidieron que el vehículo para contar este relato sea el de la acción, y realmente salió muy bien.
El juego se lleva a cabo en un reino que podemos recorrer de forma no lineal, más allá que se nos recomienda que sigamos un patrón específico por la progresión del personaje, en el que iremos recorriendo diferentes espacios para dar con las almas descarriadas, que tendremos que derrotar en excelentes escenas de combate con jefes.
A primera vista, gracias a su plano cenital, podríamos pensar que se trata de un Zelda clásico, y en parte lo es, pero su metodología de combate incorpora elementos muy modernos. Como atacar, esquivar y lanzar proyectiles mágicos a un ritmo muy vertiginoso. Y antes que pregunten, sí, tiene su cuota de desafío, pero para nada estamos hablando de un Souls Like ni mucho menos, de hecho si hay algo que hace muy bien es balancear todo para que no sea algo frustrante.
A lo largo de la campaña podremos recolectar diferentes objetos que nos permitan mejorar todas nuestras habilidades, como fuerza, agilidad, capacidad para disparar ataques mágicos, etc. Y si bien arrancamos solo con una espada, también podemos recolectar otras armas, como un martillo o unas dagas, que le dan más variedad a los combates.
Death’s Door también tiene un gran componente de plataformero, donde se puede ver con mayor claridad la inspiración en Zelda, y lo que logra hacer muy llevadero recorrer cada mapa. Lo mismo puede decirse de los acertijos, que no son para nada complejos ni frustrantes, y le dan variedad a toda la cosa.
Otro componente destacable es su apartado gráfico. Hay una mezcla de conceptos artísticos muy interesantes, como el imaginario visual de películas animadas de Tim Burton combinadas con las de Hayao Miyazaki. Detalles que, sumado al diseño de personajes, hacen que todo luzca de maravilla.
Entre los aspectos negativos, que si bien son pocos pero están, podemos mencionar que la progresión quizás no esté del todo bien implementada, como tampoco la diferenciación de las armas, que va más bien en gustos pero realmente yo no sentí ganas de cambiar de la espada durante toda la aventura. La música tampoco es algo que particularmente se destaque, y de hecho podría hasta decir que le juega en contra a lo que se quiere mostrar.
Pero más allá de esto puedo decir que Death’s Door es un gran juego, divertido, emocionante y que te va a dar muchísimo más de lo que imaginas. De hecho, una vez que lo hayas terminado, podés desbloquear su final secreto recolectando piezas especiales de “algo” que no voy a decir.
Todo esto da una extensión mayor a las 10 horas, si lo querés completar al 100%, y para un título independiente es un montón. Así que si estas con ganas de probar algo diferente, o no tanto, Death’s Door realmente es para recomendar. De hecho diría, sin temor a equivocarme, que estamos ante uno de los grandes juegos de este 2021.
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