Transitando mediados de Febrero de 2021, y habiendo pasado ya casi 3 meses de la salida de PlayStation 5, el catálogo de juegos exclusivos accesible en la consola de última generación de Sony es cuanto menos, escaso. Esto no solo confirma que no es necesario tener una PS5 hoy día (ni que fueran tan fáciles de conseguir), sino que además levanta un interrogante: ¿Qué juegos van a dar en unos meses con la suscripción de Plus?.
Si bien se vienen defendiendo bastante bien entre juegos disponibles en PS4 (con edición para PS5) y alguna que otra definitive edition, solo el tiempo dirá que recibiremos en los meses venideros. En este marco aparece Destruction AllStars: el tercer juego exclusivo de PlayStation 5 (Astro’s Playroom y Demon’s Souls sus antecesores), lanzado el Martes 2 de Febrero y de manera “gratuita” como el juego de PS5 para suscriptores de Plus.
Destruction AllStars es uno más de tantos battle royale coloridos, con la particularidad de que se centra en la demolición de autos: imaginen el concepto de Destruction Derby, pero con la personalidad de un Fortnite. Tenemos 4 modos diferentes de juego, todos centrados en romper vehículos, pero con alguna vuelta de tuerca en el medio, así como también 16 personajes de donde elegir, todes con habilidades especiales y autos únicos.
Una de las cosas más destacables del juego es justamente la variedad en el diseño de los personajes, que en muchos de los casos dejan de lado la belleza hegemónica para dar paso a una inclusión que me pone feliz de ver en un videojuego. Ejemplos sobran, pero destaco por sobre todas las cosas a Génesis: una chica morena con prótesis en las piernas y que al mismo tiempo es el personaje más rápido del juego. En este departamento, me saco el sombrero ante Lucid Studios, que se nota que le dedicaron mucho tiempo a crear un roster de personajes interesante y variado.
A nivel gameplay, un tutorial nos da la bienvenida explicándonos cómo funciona el manejo tanto de personajes como de vehículos. Los personajes se mueven utilizando una suerte de parkour que les permite caminar por las paredes, saltar largas distancias y hasta esquivar autos en movimiento. Del lado automovilístico… bueno, los autos se comportan como autos, con un peso y una mecánica de manejo que se sienten correctos.
Todas las partidas de Destruction AllStars arrancan de la misma manera: nuestro personaje baja a la cancha a pie y deberá subirse a alguno de los autos estándar para empezar a chocar otros autos (o gente) y así empezar a sumar puntos. Los autos básicos son completamente descartables y nos podemos subir y bajar de ellos cuando nosotros gustemos simplemente presionando un botón. Si bien hay 3 tipos de autos a los cuales nos podemos subir, las diferencias entre estos son para nada notables. Distinto es el cantar cuando tenemos la suficiente barra para invocar a nuestro auto de héroe, al cual solo nosotres nos podemos subir y que tendrá una habilidad especial como una katana láser integrada para cortar autos a la mitad o super velocidad para generar golpes de alto impacto.
Mayhem y Gridfall son los dos modos que se juegan de forma individual: Mayhem es un todos contra todos clásico en donde el que haga la mayor cantidad de puntos destruyendo cosas será el ganador, mientras que el objetivo en Gridfall es tirar a rivales de la arena, la cual se va achicando a medida que avanza el tiempo, para poder conseguir la mayor cantidad de vidas y así ganar la partida.
Carnado y Stockpile, por otro lado, agrupan a los 16 jugadores en 2 equipos de 8 y requieren de trabajo en conjunto para llegar a la victoria. En Carnado (mi modo favorito), cada choque que generemos nos va a dar engranajes que iremos acumulando en nuestro vehículo (máximo 50), que en cualquier momento podemos manejar hacía un tornado (literal) para destruir el móvil y consolidar esos engranajes/puntos para el equipo. Stockpile funciona como un “captura la base”, también con engranajes que se consiguen chocando autos pero con la diferencia de que estos pueden ser solo recogidos y depositados en las bases a pie, dándole más protagonismo al gameplay a pie. Tiene 3 bases a conquistar, y el equipo con más bases dominadas al final de un periodo de tiempo determinado será coronado ganador.
Ahora que tienen una visión más clara de qué es Destruction AllStars, déjenme decirles que no es un juego muy bueno en líneas generales. Los primeros dos días con el juego me parecieron increíbles: jugué una cantidad incontable de Carnados y me divertía mucho descubrir qué hacían los diversos personajes. Al tercer día me empecé a aburrir. Al cuarto lo jugué en un stream para Press Over TV. Al quinto ya ni lo toqué.
Con la diversión mermando hacia la monotonía me fuí dando cuenta de los problemas que tiene: el netcode es bastante malo por momentos, creando situaciones con autos que se teletransportan o incluso recibiendo golpes de algo que no está en pantalla, lo cual se vuelve bastante frustrante si se da reiteradas veces. Los personajes están super desbalanceados lo cual genera que todas las partidas terminen apareciendo los mismos 4 o 5 personajes, más allá del cupo limitado que hay en la pantalla de selección. Personajes como Hana (el auto con la katana que parte todo) o Bluefang (te toca y es instakill) se alzan por sobre el resto del cast, lo cual es una lástima dada la variedad ya mencionada. Y por último, las microtransacciones.
Si, es verdad, Destruction AllStars salió “gratis” (énfasis en las comillas): al ser parte de un servicio pago que generalmente se consume de manera anual, pareciera que el juego viene de regalo. La realidad es que va a estar disponible de esta forma hasta Abril y no se sabe realmente cuál será su precio de venta, pero se estima que sería u$s70, una locura para lo que está ofreciendo hoy en día y lo que me lleva a remarcar las microtransacciones que implementa para bloquear contenido single-player.
Todos los personajes cuentan con un modo historia, llamados “Challenges Series”, que se vende como battle pass y que solo se puede comprar con dinero real. El primero te lo regalan para que veas como funciona: 7 pantallas que se juegan con un personaje, una cinemática de apertura y cierre para que parezca que tiene un guión detrás, y recompensas cosméticas para dicho personaje. El resto de los Challenges Series cuestan 400 Destruction Points cada uno, donde 100 DP equivalen a u$s1. Entonces, pasado Abril, además del precio del juego uno debería sumarle u$s60 (u$s4 x 15 personajes) más para poder jugar todos los modos historia del juego; una locura.
Mi optimismo infinito esperaba que con la introducción de los desafíos semanales se sumara una forma de conseguir, aunque sea de manera lenta, algunos Destruction Points; lo único que dan esos desafíos son más monedas de las que sirven para comprar cosméticos y experiencia que te sirve para subir la cuenta de nivel y así obtener… más de la moneda esa que no te compra Challenges Series.
Para ir cerrando, si tienen una PS5 y PlayStation Plus les recomiendo que lo prueben, total es “gratis”. De ninguna manera recomendaría pagar plata por este juego a menos que no sé, se desvivan por los battle royale y les encanta que les bloqueen contenido single player detrás de más plata de la que pusieron para obtener el juego. Si a futuro resuelven el netcode, el balance de personajes y agregan otra forma de acceder a los Challenges Series, tal vez me vea dándole otra oportunidad, pero por el momento ya está desinstalado de mi PlayStation 5 para dar lugar a juegos que me tratan con más respeto.
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