Ya hacía varios años que los juegos basados en la franquicia de Akira Toriyama eran de una calidad de promedio para abajo. Recién Xenoverse 2 levantó un poco la vara, pero, así y todo, las expectativas seguían sin cumplirse. Hasta que un día llegó Dragon Ball FighterZ.
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Siendo completamente sincero, no soy un habitual de los juegos de pelea. No me enganchan, salvo que sus personajes estén dentro de mi corazón, como me pasó con Injustice y como me pasa con cada título de Goku y compañía.
Dragon Ball FighterZ me voló la peluca desde el primer teaser. El amor a primera vista fue inevitable. Durante eones estuve suplicando por un estilo visual que imite al animé, y Arc System Works había llegado para cumplirme el deseo.
Pero no sólo se había quedado en esa. También se habían propuesto imitar cada uno de los movimientos de los Guerreros Z. Sus ataques especiales, su personalidad y hasta su carisma. Porque el nivel de amor que destila este título es realmente digno de los fans más acérrimos.
FighterZ es amor puro. Si, así de simple. No hay muchas vueltas que darle. Tiene errores o le faltan cosas, como a casi cualquier juego. Pero la dedicación que tiene encima es tan enorme que todo lo demás pasa a un segundo plano.
El modo historia, creado especialmente para el juego, es chato. Con diálogos que nos tratan de los tipos más tontos del mundo y con un exceso de humor digno de Dragon Ball Super. Pero nosotros salteamos rápido las escenas y seguimos (como se debería poder hacer en Super), porque lo que nos importa está en el campo de batalla (como en Super).
Cuando estamos ahí, mano a mano, todo es hermoso. Las animaciones, la velocidad, el frenetismo digno de la franquicia y, por sobre todas las cosas, la espectacularidad. Nada más importa. Sí, los diálogos son estúpidos y decepcionantes. Sí, la historia es una más para sumar un nuevo personaje al universo (el Androide 21) y para funcionar como excusa para levelear a los peleadores. Nada importa, porque en el campo de batalla se respira Dragon Ball Z. Y eso vinimos a buscar.
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Además, si no te gusta el modo historia, podés jugar el Modo Arcade, que funciona como una torre de Mortal Kombat. Te elegís tres peleadores y vas pasando fases cada vez más complicadas. Y atentos, porque si las superamos todas con una puntuación de A para arriba, desbloquearemos a Goku y Vegeta Blue. Esos que si pre-comprabas el juego te venían de movida.
También tenemos un Modo Online, el lugar dónde nuestro ego queda aplastado como si fuera el de Chaos. Y, obviamente, el de peleas locales para jugar con amigos.
Ahora, bien, la pregunta que todos nos hacíamos era si iba a ser un juego amable con el jugador. De esos títulos que, sin tener que dedicarle muchas horas al día, te hacen sentir que sos un crack de los puños. Y la respuesta es positiva. Yo, que soy un muerto en los juegos de lucha en 2D, me sentí Goku desde que arrancó la primera pelea.
[perfectpullquote align=»full» cite=»» link=»» color=»» class=»» size=»35″]Las animaciones, la velocidad, el frenetismo digno de la franquicia…[/perfectpullquote]
Pero, tranquilo, porque si sos un habitual de este tipo de juegos, también vas a encontrar profundidad. Estamos ante un Dragon Ball fácil de aprender pero difícil de dominar. Por lo que Dragon Ball FighterZ se va a convertir, como debe ser cuando se trata de una franquicia popular, en un juego para todo el mundo.
¿Algo más para destacar? Si, que nos gustó que no todo sea un DLC y que se pueda desbloquear tanto a Goku y Vegeta Blue como a la debutante Androide 21 si superamos el Modo Historia.
Más allá de eso, lo demás son detalles. Como que todavía no entendemos cómo se ganan las esferas del dragón dentro de los combates. Pero no lo cuenten en voz alta, que nos da un poco de vergüenza.
En conclusión, estamos ante el mejor juego de Dragon Ball en 2D de toda la historia (el mejor en 3D es Budokai Tenkaichi 2). Dinámico, desafiante, divertido y visualmente impactante. Lo único que nos duele es que, una vez más, no se hayan implementado las voces latinas. De haberlas implementado, estaríamos ante un producto casi perfecto. Pero bueno, por el momento habrá que conformarse con las de Japón o Estados Unidos.
Más allá de eso, el general el producto cumple con las altísimas expectativas que se tenían. Arc System Works (Guilty Gear, BlazBlue) ya había trabajado con Dragon Ball en Gameboy Advance, DS y 3DS, pero su debut en consolas de sobremesa y PC superó todo. A tal punto de querer mandarles una carta agradeciéndoles todo lo que hicieron por nuestro niño interno.
Gracias, chicos. La rompieron toda. Vuelvan cuando quieran.
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Desarrollador: Arc System Works
Lanzamiento: 26 de enero de 2018
Plataformas: PS4 – Xbox One – Steam
¿En Español?: Sí
Fuente: Copia provista por Bandai Namco Latinoamérica.