Hay que animarse a la búsqueda que hizo Techland con una temática tan pero tan saturada en los videojuegos como son los zombis. En 2011 este estudio polaco incursionó por primera vez en este submundo con Dead Island, un interesante (pero colmado de problemas) título de acción y supervivencia en primera persona, en el encarnábamos a un grupo de sobrevivientes durante una invasión de come cerebros en una isla paradisíaca.
Más allá de los quilombos de Dead Island, como incluir un mapa completamente incómodo para una aventura que buscaba darnos la libertad de un mundo abierto, desde Techland siguieron apostando fuerte por los zombis y lo convirtieron en una obra, que si bien tampoco estaba exenta de diferentes puntos negativos, salía adelante gracias elementos muy originales. Estamos hablando de Dying Light, otra incursión en la acción, superviviencia y zombies en primera persona, que saliera a la venta en 2015.
En estos siete años que pasaron, Techland no se durmió en los laureles sino que siguió dándole muchísimo soporte a ese título, algo apreciado bastante por la comunidad que empezaron a edificar. Todo eso ayudó a llevar adelante el desarrollo de una secuela que, varios retrasos mediante por diferentes motivos, fue lanzada hace poquito y pudimos analizar.
¿El veredicto? Positivo pero no sin cuestiones importantes a remarcar, que quizás inclinen la balanza hacia el hecho de jugarlo ya o esperar un tiempo.
Dying Light 2: Stay Human se ubica a dos décadas de la primera parte. El año es 2036 y la epidemia zombie ha arrasado gran parte del planeta, obligando a los sobrevivientes a recluirse en ciudades fortificadas que no están exentas de problemas internos causados por diferentes facciones internas, cada una con su propia agenda.
Nosotros encarnamos a Aiden, un muchacho que se crió en medio de todo este mundo zombificado patas pa arriba, lo que hizo que aprendiera todo tipo de herramientas para sobrevivir, escénicamente una gran agilidad para moverse por todos lados. Pero más allá del lógico temita de vivir siempre con la preocupación de no ser el próximo almuerzo o la cena de un grupo de zombis, Aiden tiene otro asunto importante a resolver.
Sucede que, cuando tenía 5 años, él y su hermana Sophie fueron sometidos a experimentos extraños por parte de un turbio doctor llamado Waltz, y fueron separados uno del otro. Siguiendo la pista de este Waltz, Aiden llega a una de una ciudad fortificada, llamada Villador, con la intención de reencontrarse con Sophie. Pero lo que encontrará allí será absolutamente de todo, hablando de problemas, desde ya.
Dying Light 2 sigue bastante la fórmula de su antecesor en lo que respecta a desarrollo. Tenemos cierta libertad para movernos por el mapa, que ahora obviamente es más amplio, cumpliendo misiones principales, que hacen avanzar la trama, y secundarias, que servirán esencialmente para mejorar nuestras habilidades de combate, supervivencia y el gran golazo de este título, el parkour.
Si, el primer juego había hecho un gran trabajo combinando el uso de este método de movimientos basados en acrobacias de todo tipo. Pero aquí es mucho mayor, dinámico y se siente mega natural. Más de una vez nos vamos a poner a saltar, en lugar de seguir la historia, como locos como si fuéramos Spider-Man o Prince of Persia porque la sensación de libertad que nos otorga es mucha.
También se hizo un ajuste importante en el costado del combate, que esencialmente es con armas de mano, que pueden personalizarse, o directamente a puño limpio. No tendrá la profundidad de otro título super elaborado en la materia, Sifu, por mencionar alguno de este 2022, pero hace un gran laburo para que cada experiencia de pelea, sea con los distintos tipos de zombis que enfrentemos o también humanos, sea entretenida.
Se suma un elemento que le da una gran variedad al parkour y el combate que un medidor que indica cuánto nos falta para convertirnos en zombie. Sucede que Aiden está infectado con la enfermedad que lo haría un come cerebros, pero al estar expuesto a la luz solar está a salvo. El tema es lo que pasa de noche, y ahí es cuando tenemos que estar buscando zonas seguras, con luces ultravioletas, para evitar zombificarnos. Estar en la búsqueda de estos lugares en medio de combates y corridas es realmente muy gratificante.
A lo largo de las más de 20 horas que dura la campaña principal, que pueden ser más si hacemos cosas extra, pero no las 500 como decían los de Techland (luego se retractaron), nos vamos a ver envueltos en un conflicto de diferentes facciones dentro de Villador: un grupo para militar, otro de sobrevivientes enfrentados a estos milicos y unos renegados, que hacen la suya, pero le gusta pudrírsela a los otros grupos.
En la campaña interactuaremos constantemente con estas facciones, pudiendo aliarnos teóricamente con una o con otra. Digo teóricamente porque el título tiene un sistema de elecciones cuyas consecuencias realmente no son tan contundentes hagamos. Esto sumado a que la trama principal se va diluyendo con el correr de las horas, estamos ante un juego que narrativamente no es la gran cosa. Si, vamos a encontrar personajes interesantes aquí y allá, pero nada que le saque el tinte de genérico y melodrama a lo que nos quieren contar.
Técnicamente, Dying Light 2 también tiene sus cosas. El mapa es amplio y bien trabajado a groso, da gusto recorrerlo, pero si miramos con atención vamos a encontrar detalles que le sacan pulido, como el diseño de los rostros de los personajes, o la pobre inteligencia artificial de algunos enemigos. Nada que nos arruine la experiencia, desde ya, pero no estamos ante algo que nos deslumbre gráficamente hablando.
Y obviamente está el tema de los bugs. Si bien para esta reseña probamos la versión de PC, la que menos sufrió ese tipo de inconvenientes técnicos, en los primeros días si se reportaron fallas de todo tipo, sobre todo en las versiones para consolas. Nada que no se pueda ir arreglando con el tiempo pero sin dudas tuvo un arranque complicado.
Dying Light 2 es un título que hará lo posible por mantenerte interesado, y tiene con qué hacerlo desde lo que más le vas a prestar atención, como su combate y su increíble método de movimientos acrobáticos. Esto sumado a que cuenta con un excelente modo cooperativo lo hace sumamente atractivo, sobre todo si te gustó la primer entrega.
Ahora bien, si estás esperando una historia bien desarrollada de la temática zombi, como otros exponentes del mismo, acá lamentablemente no la vas a encontrar. Pienso que es una aventura interesante para darle un chance ahora, o quizás más adelante, sobre todo a sabiendas que Techland le va a dar un soporte importante por varios años, con muchas expansiones prometidas para incorporar al título base. Está en vos ver si querés ver a ver qué onda con Aiden en Villador otro juego.
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