Este es un juego que, como muchos de la industria local, fui viendo crecer con los años y pude jugar en varias de sus instancias de desarrollo. Y así como me pasó con Shadow Brawlers, Evan’s Remains me pareció excelente desde el principio, y desde entonces no hizo más que mejorar. ¿Qué les dan de comer a los platenses que hacen cosas tan increíbles?
Todo empieza con un misterio. Un niño genio, inventor de una empresa tecnológica, desapareció sin dejar rastro… hasta ahora. Llega una carta suya a la empresa diciendo que está en una isla perdida del pacífico, y pidiendo expresamente que manden a una chica llamada Dysis a buscarlo. Y ahí entramos nosotros, jugando como ella y recorriendo la isla como una mezcla entre visual novel, puzzles y plataformero.
Básicamente, tenemos que resolver una serie de puzzles que ocupan toda la pantalla, que consisten en plataformas que desaparecen, se mueven, te teletransportan, etc. El nivel de ingenio es realmente es muy bueno. No hay ningún tipo de tutorial en ningún momento y, sin embargo, las mecánicas son clarísimas a golpe de vista.
Sólo hubo un puzzle de Evan’s Remains que me llevó más de algunos minutos, pero eso no significa que el juego sea fácil o aburrido, todo lo contrario. Está tan deliciosamente diseñado que uno puede regocijarse viendo cómo funciona todo y descubriendo la solución. Y es lo suficientemente complejo como para que esa resolución se sienta reconfortante sin llegar nunca a ser frustrante.
Lo interesante es que estos puzzles son completamente diegéticos, o sea, son parte intrínseca del relato y los personajes hacen comentarios al respecto todo el tiempo. Incluso, si nos trabamos con uno podemos poner pausa y saltearlo, y para darle contexto a esta opción, los personajes varias veces comentan el hecho de que estas ruinas interactivas pueden rodearse para no tener que resolverlas. Me parece que es en esos pequeños detalles que se pone en evidencia el amor y el cuidado con el que fue hecho todo.
Pero este recurso no es la único con el que Evan’s Remains juguetea por el borde de romper o no la cuarta pared, porque nunca llega a hacerlo del todo, pero hay varios guiños para que los jugadores sonrían. Cada tanto el juego pareciera burlarse de sí mismo haciendo comentarios sobre la curva de dificultad o el nivel de complejidad de la historia. De la que, dicho sea de paso, no puedo contar casi nada sin entrar en spoilers, pero quería destacar lo intrincada que es y cómo, sin embargo, logra atar casi todos los cabos.
Tiene dosis justas de humor, drama y reflexiones sobre varias miserias humanas, y de cómo logramos establecer lazos entre nosotros a pesar de ellas. Está al borde de ser demasiado grandilocuente, pero logra tener los pies en la tierra y explicar las motivaciones de todos los personajes, a lo largo de los dos o tres plot-twists enormes que tiene un guión de intriga y muchos ‘qué carajo pasa acá’.
Aunque pareciera que el punto fuerte es la historia y los puzzles, los gráficos y la música no se quedan atrás. Un pixel art muy bueno, con animaciones fluidas y fondos con paletas de colores hermosas, más una música relajante que acompaña todas las escenas.
El ritmo de la acción es lo único que criticaría. Quizás sea porque resolvía los puzzles demasiado rápido, pero me dió la impresión de que por momentos todo pasaba demasiado velozmente y, en cambio, algunas escenas se hacían largas. Llegado el final hay varios diálogos extensos de exposición que, aunque orgánicos y vitales para entender los enredos de la trama, podrían haber tenido alguna parte más de plataformeo para no alargar tanto el epílogo.
Quizás tiene que ver con que la historia tiene más vueltas de tuerca de las que elegiría poner en una trama de misterio. Porque “¿cuántas veces me vas a cambiar los tantos?”. A veces, la protagonista llega a conclusiones súper complejas que uno no se imaginaría. Igualmente, el final es impactante y debo admitir que me dejó pensando en las implicancias que tenía con el resto de la historia y a preguntarme cosas.
Evan’s Remains fue hecho prácticamente todo por Matias Schmied, con algunas asistencias de sus amigos de Avix y el apoyo de la gente que financió el proyecto en Kicksarter. Un trabajo verdaderamente admirable de este chico que se lució en todas las artes entregando una obra pulida y bella por donde se la mire, de esas de las que seguro te llevás algo al terminar. Y de esas personas que se vuelven, al menos para mí, un modelo a seguir.
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Desarrollador: Matias Schmied
Lanzamiento: 11 de junio de 2020
Plataformas: PlayStation 4 – Xbox One – PC – Switch
¿En Español?: Si
Fuente: Copia provista por Whitethorn Digital