Hace mucho que no escribo una reseña o review, así que voy a ser lo más breve posible: Expeditions: Rome es un CRPG, con componentes tácticos y algunos elementos de gestión de bases. Toda la historia está ambientada en la etapa de la República romana y nos pone en el centro de una disputa entre varias figuras influyentes de esta civilización. Vamos a arrancar siendo un joven inexperto que debe exiliarse, crecer y madurar mientras busca justicia por la muerte de su padre.
O al menos eso es lo que nos vende la premisa que figura en la página de Steam. No quiero romperles la ilusión pero debo decirles que a veces las personas mienten y que normalmente las empresas lo hacen el doble. Expeditions: Rome puede parecer y venderse como un CRPG pero en realidad es una telenovela llena de drama, relleno y algunos momentos divertidos.
La historia, los personajes, el mundo.
Obviamente, al ser un formato diferente al de la televisión, Expeditions: Rome tiene sus divergencias y la primera de ellas es que no hay un galán protagonizando la historia. En vez de un personaje determinado, como jugadores creamos al nuestro entre algunas limitadas opciones. Después de eso seguimos las pautas clásicas del género como elegir la clase y distribuir algunos puntos de habilidad.
En ese momento es cuando inicia la novela propiamente dicha y se presenta el drama familiar. Mediante una cinemática se nos cuenta la traición que sufre el padre del protagonista y las acciones que realiza su madre para evitar un trágico desenlace. Al cerrar ese pequeño video, entramos directamente en un diálogo con personajes que desconocemos pero el protagonista parece conocer de toda la vida.
Se intercambian algunas palabras que hablan del objetivo del viaje pero mayormente, la conversación se centra en las relaciones que hay entre los romanos. De forma muy poco sutil se presenta la ambientación porque, aunque estemos en Roma, esta civilización sufrió varias transformaciones radicales a lo largo del tiempo. Estos diálogos van montando el set donde los actores realizan su mejor presentación, por medio de los detalles se hace más creíble el relato.
Pero antes de que nos acomodemos o nos durmamos con lo intrascendente que es la historia, surge el primer conflicto. De la nada, un grupo de piratas asaltan el barco en el que nos encontramos y en ese momento inicia el primer combate. El escenario se vuelve un tablero, con recuadros que separan a nuestras unidades y una interfaz que muestra las habilidades. Como en cualquier título de estrategia táctica, debemos movernos, atacar y cubrirnos dependiendo del escenario.
Este primer enfrentamiento no es sencillo, hay que aprender las reglas y varias de ellas son arbitrarias. Asumen que el jugador tiene experiencia en el género como para adivinar lo que está pasando. Algunas acciones son comunicadas por tutoriales pero hay sistemas enteros que pasan desapercibidos a menos que estemos habituados a ellos. Como en cualquier novela, suceden cosas inexplicables que solo un versado en el tema podrá explayar, el resto de los mortales se queda con las dudas.
Una vez superado ese obstáculo, llegamos a lo que es el núcleo principal jugable: un mapa enorme y muy vacío que apenas entendemos. Después de un par de pantallas de texto se comprende un poco más el entorno que lamentablemente no deja de estar vacío. Tenemos que conquistar Asia menor pero más allá de un par de misiones y algunas locaciones, esa pantalla será completamente intrascendente.
El relleno, la cotidianeidad, la imitación.
El problema está en que ahí es donde pasaremos la mayoría del tiempo, desde esa interfaz controlamos a los ejércitos, gestionamos los recursos y elegimos las misiones. Es un intento por imitar a los CRPG pero que se queda muy corto, haciéndolo sentir como un relleno puesto para cumplir con un ítem que debía llenarse en la lista de casilleros. Incluso varios de estos “eventos” que suceden en el mapa son completamente reiterativos, se sienten generados por un algoritmo que intenta cumplir con la audiencia y nada más.
Otra cuestión sobre este intento de ser un CRPG se encuentra en la trama. Si bien apunta con todo a que nos involucremos en el mundo y su historia, los acontecimientos con los que trata de hacerlo son casi risibles. En una de las misiones secundarias, uno de los personajes descubre tener un hijo bastardo (no reconocido y por fuera del matrimonio) con una esclava. Me resulta hilarante que eso sea un problema cuando dudo mucho que tal evento haya importado algo para algún romano en la realidad.
No es un momento aislado, varias de las tramas principales tienen ese mismo tono de solemnidad y dramatismo. Por momentos, se siente que están subestimándonos como jugadores sobre todo cuando dan algunos giros argumentales muy predecibles. En vez de sentir que estamos restaurando la gloria de una familia y de Roma, parece que estamos resolviendo los conflictos de un barrio como cualquier otro (con romances incluidos).
Entiendo que estos puntos no son necesariamente negativos, después de todo las telenovelas hoy siguen con vida y tienen un público multitudinario. Lo problemático está en que no es lo que se promete, nos venden hazañas y gloria pero solo recibimos la cotidianeidad de la república. O al menos lo que imagino que debía ser cotidiano en esa época romana, después de todo la representación histórica es una ficción como cualquier otra.
Vine, vi, me aburrí.
Puede parecer que sufrí muchísimo Expeditions: Rome pero la realidad es que solo me pareció reiterativo, sobre extendido y poco interesante. Tiene los elementos que atraen a los fanáticos del CRPG, la estrategia táctica y la historia antigua pero no hace nada interesante con ellos. Todo el potencial se queda en la copia, en la repetición de fórmulas que a otros le funcionaron y en el cumplimiento de las convenciones del género.
En el momento que lo termine me olvidé de su existencia, de hecho desde antes ya venía ignorando y saltando los diálogos para centrarme en los combates. Al menos eran divertidos pese a lo injusto e incomprensible que podían volverse. Es algo similar a lo que hago con esas series, comics o mangas que me parecen insulsos pero sigo porque tienen algo rescatable ( ejemplo ilustrativo: SNK).
Si mis palabras no los hicieron reconsiderar esta compra, seguramente lo hará el precio de Steam. En argentina tiene un valor de $1659, a los que deben sumar los impuestos vigentes. Está de más decir que por ese precio pueden ir a cualquier clásico como Divinity o Shadowrun y les sobrará bastante plata. También pueden prender la tele, donde ven gratis varias novelas extranjeras y locales que repiten algunas escenas y diálogos que vi en Expeditions: Rome.
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