En este análisis nos metemos a fondo en el mundo de FAR: Lone Sails, un juego de plataforma bidimensional con una estética lúgubre que utiliza muy bien los contrastes, sombras y brillos de los colores.
Comenzaremos esta historia sin saber para dónde ir ni qué hacer en un mundo en ruinas y olvidado. Es un juego con puzzles cortos y simples, que para los que estamos acostumbrados a comernos la cabeza para resolver un obstáculo, o a matar 700 duendes a espadazos para pasar al siguiente nivel resultará algo sencillo. El título ofrece una jugabilidad aproximada de 3 horas, y una dificultad mínima al jugador. PEEEERO TRANQUILOS, no es el punto fuerte de este cuento.
FAR es un viaje, literal. Un juego con desarrollo lineal en el que nos encontramos todo el tiempo dentro de un vehículo parecido a un submarino con ruedas, al cual tendremos que reparar y mantener a flote frente a las distintas adversidades que se nos atraviesan. Existen mini juegos que al principio te hacen estar atento a todo, y hasta es divertido hacer que todo funcione a la perfección, pero la realidad es que esto se vuelve algo tedioso y repetitivo con el tiempo.
Lone Sails es asombroso por su narrativa, o SUS narrativas, ya que, como la mayoría de los videojuegos centrados en su trama, tendremos dos o más dependiendo del jugador y su experiencia.
La primera es sobre nuestro protagonista, un personaje que no habla ni emite sonidos, tan solo con una mirada o acercamientos de cámara nos hará sentir todas sus emociones. Es muy similar a Limbo o Inside, donde no se necesita el habla para dejarnos con la boca abierta mirando la pantalla como zoquetes. Y se le suma la música (50 puntos para Gryffindor en esto), que se encargará de mostrarnos dónde está la verdad de la milanesa.
La segunda es completamente visual (A mi gusto, la mejor de ambas). Mientras vamos avanzando en los puzzles, los escenarios nos van contando el paso del tiempo y la decadencia del medioambiente. Cómo esto puede ser el futuro de la humanidad si seguimos contaminando y matando la naturaleza. A medida que avanzamos veremos cuadros de tiempos mejores… Donde existía una civilización y un ecosistema vivo, o al menos donde el mundo tenía más colores que solo una paleta de grises.
¡La banda sonora es algo a super destacar! Minimalista y perfecta. No se necesitan quichicientos instrumentos ni armonías complejas para lograr algo hermoso. Y sobre todo nos demuestra que el silencio es una herramienta muy útil en los videojuegos.
Conclusión
El estudio Okomotive cantó truco con esta primera entrega y va a dejar una huella muy interesante en el futuro. En mi opinión, cada vez más los juegos indie van subiendo peldaños en nuestro top 10… Sin desmerecer a los mejores AAA del momento, claro, cuando aparecen estas obras de arte tan ricas en muchos aspectos, desplazan a los videojuegos más comerciales al menos por unas horas. Un juego para jugar entre juegos y una joya si son amantes del arte o la música.
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Desarrollador: Okomotive
Lanzamiento: 17 de mayo de 2018
Plataformas: PC – PS4 – Xbox One
¿En Español?: Si
Fuente: Copia provista por Okomotive (PC).