Con mis amigos y amigas siempre debatimos lo mismo cuando hablamos de juegos de fútbol: ¿es necesaria una entrega por año? La respuesta es no, por supuesto. Pero la discusión viene cuando nos ponemos a analizar si los lanzamientos año a año son culpa del público o de la avaricia de los estudios. Y ahí es donde la cosa se pica.
A mi criterio, la culpa siempre es del consumidor. O, como diría mi abuela, “la culpa no es del chancho, sino del que le da de comer”. Porque, con una mano en el corazón, ¿ustedes no seguirían vendiendo su juego, temporada tras temporada si las ventas los apoyan?
Con esos dos párrafos de arriba arranqué mi análisis de PES 2021 hace exactamente un mes. Y, por lógicas razones, también me servía perfectamente para arrancar el de FIFA 21. Aunque este vaya a continuar diferente.
EA Net Revenue from Ultimate Team
FY 2020: $1.49bn
FY 2019: $1.37bn
FY 2018: $1.18bn
FY 2017: $775m
FY 2016: $660m
FY 2015: $587m— Daniel Ahmad (@ZhugeEX) May 20, 2020
La saga de fútbol más exitosa de las últimas dos generaciones estrenó nueva edición, una que no hace más que confirmar lo que venimos viendo hace algunas entregas, que se están durmiendo en los laureles. EA Sports se enfocó de lleno al modo Ultimate Team, y ya no importa tanto el verde césped, sino más bien el otro verde. Los otros verdes.
Sólo este último año, FUT le generó 1500 millones de dólares a EA Sports, según números oficiales. Una bestialidad de dinero que termina, de alguna manera, legitimando la atención casi exclusiva que le dan a la modalidad desde hace ya un lustro completo. Y una verdadera pena porque la saga parece haber tocado su techo entre 2015 y 2017, justo en las entregas en la que su productor general fue el argentino Sebastián Enrique.
Hoy el camino parece ser otro. La experiencia dentro de la cancha apenas tiene pequeñas modificaciones, y la evolución ahora pasa por las modalidades de juego, las licencias y los sobres de FUT que tanta polémica generan al ser comparados con casinos y apuestas. La plata está ahí, los espectadores de los streamers están ahí: ¿Para qué tocar lo que funciona?
Por eso, aunque vos capaz entraste para ver sólo qué me pareció FIFA 21, no podía dejar de hablar de todas estas aristas que son claves para el videojuego que te trajo a la nota.
Un videojuego que, a diferencia de su competidor de las últimas cuatro generaciones que se estrenó a mitad de precio, este año salió a los mismos 60 dólares de siempre. Confiando en su cantidad abrumadora de contenido y en la fidelidad de esos usuarios y usuarias que van a estar un año más abriendo sobres para ver qué jugador les toca. Tal como si fueran las figuritas de cuando éramos chicos, pero sin el patio del colegio para cambiar las repetidas por las que no tenías.
En FIFA 21 seguimos con el mismo motor gráfico de hace años, con las mismas frases en los relatos de Palomo y Kempes, con la misma pelota peso playa de los últimos tiempos. Pero también con las licencias de las dos competencias de clubes más importantes del mundo como la Champions y la Libertadores; una modalidad “pizarra” en la carrera de técnico donde podemos simular los partidos en tiempo real; el modo callejero con la historia que ya conocemos más algunas nuevas canchas; las selecciones nacionales femeninas que tienen por ahí abandonadas; y el ya mencionado FUT.
En fin, los mismos defectos y las mismas virtudes que hicieron líder a la saga durante la última década. Pero los que durante los últimos dos años generaron que en la cancha, donde están las sensaciones y donde corre la pelota, se estén quedando cortos.
El mediocampo es cada vez más anecdótico. La gente de EA Sports apuesta por el constante ida y vuelta, buscando la diversión del usuario y los partidos con muchas llegadas y goles, atentando de esa manera contra el realismo, la simulación. Cada entrega es más difícil el tiki-tiki con paciencia, todo es velocidad, aceleración, no hay lugar para la pausa. Y la verdad que eso un poco me expulsa.
Después lógico, el ambiente sigue siendo impresionante, la cantidad de copas y ligas licenciadas a disposición son de no creer y suman muchísimo a la experiencia. Pero lo robótico de las pelotas paradas (tiros libres, penales, corners) y de algunas animaciones me sacan bastante de la experiencia y me hacen sentir que no todo lo que hago depende de mi.
Como digo siempre, en especial en estos últimos dos años, la decisión de comprar FIFA o PES siempre va a terminar pasando por los gustos de cada usuario. Si lo que más disfrutás es jugar online y la variedad de contenido, sin dudas tu lugar este año es FIFA 21. Ahora, si priorizas el gameplay propiamente dicho y te inclinás más para el lado de la simulación deportiva, lo tuyo es el juego de Konami. Así de simple.
Aunque hay que tener algo bien claro, en ninguno de los dos se justifica la compra si tenés el del año pasado. Salvo que seas un fanático de estar al día a nivel fichajes. Ahí bueno, vas a tener que pasar por caja.