¿Hace cuánto esperamos esos buenos RPGs, los que te absorben completamente por sus personajes, escenarios, árboles de habilidades y decisiones narrativas? La última vez que encontré algo de esta naturaleza fue en Disco Elysium, y al menos para mí, resultó ser una sorpresa.
Algo parecido me terminó sucediendo con Gamedec. Sabía a grandes rasgos cuáles serían las mecánicas porque tuve la oportunidad de hacer unas primeras impresiones. Lo que no me imaginaba es que las mismas serían una pequeñísima partícula de lo que tendría para ofrecer años después.
¿Qué es un Gamedec?
La estética cyberpunk que se nos viene planteando especialmente desde Cyberpunk 2077 no se la podemos adjudicar exclusivamente a injertos digitales y luces de neón. Si bien es cierto que Gamedec hace uso de todos los detalles incluidos en cualquier manual de estilo sobre esta moda, la verdadera clave es que ha sabido indagar en la esencia social de ciertos cambios que, incluso hoy, están más cerca de la vigencia que nunca.
Tal vez hace un par de años, cuando Gamedec daba sus primeros pasos, hablar de mundos virtuales e inteligencias artificiales se parecía más a una fantasía futurista digna de Black Mirror que la realidad. Hoy por hoy, habiendo pasado solo dos breves pero aceleradísimos años en materia de tecnología, Gamedec nos genera la sensación de estar palpando algo inmediato.
En este mundo, los videojuegos no se juegan (valga la redundancia gramática), se viven. Los sillones virtuales son objetos que hasta la persona menos favorecida económicamente puede llegar a conseguir y los mundos, prácticamente infinitos. La autonomía de las inteligencias artificiales existe como utilidad y también problemática de niveles éticos con límites borrosos. Demasiado parecido a lo que ya estamos viendo hoy ¿cierto?
Lo interesante de la premisa es que este título incorpora la vocación de Gamedec. Básicamente, detectives con un amplio uso y conocimiento de videojuegos, capaces de resolver problemas dentro y fuera de universos virtuales. No estamos hablando sólo de personas con capacidad para resolver un crimen, sino que tienen un manejo de tecnología bastante avanzado para conocer qué trampas podría estar utilizando cualquiera que se quiera salir con la suya en el mundo virtual.
Nuestro papel como Gamedecs será responder a distintos pedidos de clientes, los cuales se desenvuelven en diversos mundos virtuales. Pero nada está librado al azar, porque cada cosa que descubramos, a la larga formará parte de una trama mucho más intrincada y profunda que de alguna forma cambiará nuestras vidas.
Los mundos virtuales
Uno de los encantos que mejor maneja este fichín es la variedad de universos que plantea. Desde el cuidadosamente diseñado departamento al que volveremos después de cada misión, pasando por mundos bien pensados para un futuro donde la mejor escapatoria es huir de la realidad: reinos depravados para tener relaciones sexuales y matar gente, la famosa granja adictiva llena de clichés del lejano oeste, un clásico planeta oriental para rolear orden samurai, playas paradisíacas de vacaciones y mucho más.
Cada nuevo escenario de Gamedec me dejó verdaderamente sorprendida por su calidad, detalle, diseño y estética distintiva. Es muy difícil encontrar personajes que se vean parecidos o escenarios que parezcan un “copypaste” burdo del anterior. Todo realizado desde una vista isométrica, las texturas, paletas y luces son algo verdaderamente digno de observar, un deleite visual. No estoy exagerando, hay mucho amor puesto por generar un producto de calidad.
Pero esto no es todo, en gran medida por ser gamedecs, debemos investigar los entornos e interactuar con ellos en busca de pistas; nada está colocado al azar. Puertas, cajas, plantas, botones, piedras, dispositivos… los elementos que necesitamos son claramente visibles. Dan ganas de recorrer estos espacios, hasta incluso generan deseos de poder explorar mundos así en un juego de las características que plantea el espacio virtual: me imagino fácilmente navegando las tierras de Código de Caballero o Playa Paraíso.
De hecho, cada mundo virtual tiene su propia interface y es una maravilla que se hayan tomado el tiempo de generar marcos, logos y estilos para cada uno, como si de verdad estuviéramos navegando distintos juegos, dentro de un juego… dentro de un juego.
Todas las opciones importan
Lo más divertido de gamedec es su mecánica. Si jugaste alguna vez Disco Elysium, puedo asegurarte que toma los elementos más inspiradores de su sistema de decisiones y los mejora.
En gamedec lo más importante será hacer deducciones. Estas deducciones estarán basadas en toda la información que podamos recolectar durante la investigación: objetos, noticias, conversaciones que escuchemos al pasar, ordenadores hackeados y por supuesto los interrogatorios.
Esto abre un punto aparte porque cada charla tiene múltiples formas de terminar. No solamente hay varias etapas en un diálogo que nos permiten tanto ganarnos al interlocutor como provocarlo lo suficiente, desbloquearlo puede implicar descubrir secretos que serán clave para futuras deducciones; pero también pueden abrirnos la puerta a alianzas o enemistades que generen diversas consecuencias más adelante.
Como si todo esto no fuera suficiente, también contamos con 4 valores:
- Rojo Decisión
- Amarillo Creativo
- Azul Analítico
- Verde Sociable
De cada uno de estos valores se desprenden distintas características humanas: empatía, impaciencia, coraje, frialdad, cálculo y muchos etcéteras más. Por ende, las respuestas que elijamos dar y las decisiones que tomemos no sólo influyen en conversaciones y relaciones con personajes, también irán aportando más peso a los valores de nuestro personaje.
¿Para qué sirve? Para ir desbloqueando profesiones, cada una de ellas tiene una especie de “receta” compuesta por los valores antes mencionados y podremos gastarnos esos puntos en comprarlas, pero hay que pensarlo bien, porque tal vez merezca la pena ahorrar para una profesión que será muy útil más adelante.
Las profesiones serán fundamentales para el avance del juego y nos facilitarán muchos caminos: ser Infotainer por ejemplo puede ayudarnos a que alguien nos colabore con pistas porque “nos conoce de algún lado”, ser Glazier nos ayuda a piratear dispositivos más rápidamente, o tal vez pueda ser útil elegir Bisturí para entender el cuerpo humano en una autopsia o posibles enfermedades.
Al terminar mi primer gameplay, me fue imposible comprar todas las profesiones, por eso es importante tener mucho cuidado no sólo a la hora de gastar puntos, también pensar qué vamos a responder o decidir… a veces habrá respuestas que nos abren menos caminos, pero nos dan los puntos necesarios para una profesión, en este juego todo se trata de elegir correctamente.
Con todos estos recursos, en algún punto habrá que hacer deducciones y, al seleccionarlas, esto va a desbloquear el avance de la historia. Lo interesante es que, aun habiendo hecho todo mal y consiguiendo casi ninguna pista, siempre tendremos la posibilidad de deducir con poca información y ver qué pasa (ja, como en la vida real), así que no hay forma de trabarse ni para impacientes.
Leer con un sentido
Gamedec, por si no lo habías sospechado, es uno de esos títulos donde hace falta leer bastante. Pero a diferencia de otros donde el texto es abrumador, me resultó especialmente más sintético de lo que estoy acostumbrada a ver.
Si vamos a los ejemplos, Disco Elysium, Observer, The Red Strings Club y Orwell son buenos referentes para hablar de juegos narrativos con un peso enorme en el terreno de la lectura. Sin embargo, Gamedec parece “curado” de forma tal que el texto no abrume tanto. ¿Cómo lo logra? Principalmente apelando a conversaciones bastante breves.
El simple hecho de que una pregunta pueda ofender o sensibilizar al interlocutor de turno, cierra posibilidades y las charlas no siempre serán tan extensas como parecen. Aunque veas una catarata de preguntas disponibles, te advierto que esto NO es Dragon Age, donde podías recorrer cada una de ellas exhaustivamente hasta saberlo todo, una vez más: hay que pensar antes de elegir.
Por otra parte, contamos con un amplio códice que se va actualizando de acuerdo a los intercambios que tengamos, pero también a nuestra interacción con redes sociales, noticias y archivos descargables. Esto significa que podemos encontrar pistas dentro de estas lecturas. Sí señoras y señores, hacía mucho que no veía una obra llena de texto sólo porque “había más guion y no sabíamos donde ponerlo”. Todo tiene un sentido y da gusto de ver.
La narración como joya
Gamedec no es para ir a los tiros. De hecho, no se van a encontrar con ninguna batalla. Lo máximo que habrá serán distintos minijuegos que se encuentran como parte de las mecánicas en mundos virtuales. Su valor está en la calidad de la narrativa y esto va más allá de las decisiones.
Es que una historia que es capaz de delinear tan finas mecánicas de elección entrelazadas con su historia, sólo puede disfrutarse con un guion atrapante; ahí es donde el título lo entrega todo. Se anima a recorrer los espacios más oscuros de la psique humana como el el abuso, los fetiches y la depravación; pasando por cuestiones ligadas a temas actuales de ética en el uso de consciencias de inteligencia artificial creadas, trabajo infantil, fundaciones corruptas y mucho más.
Gamedec se da el lujo de recorrer desde los tópicos más ínfimos hasta los mas pesados, incluso haciendo una parada por el mundo fantástico de Cthulhu, como un claro guiño a quienes pertenecen a ese nicho, que por supuesto disfrutarían muchísimo este juego. Pero siempre sosteniendo un hilo cohesivo que termina que termina por llegar a una maravillosa historia llena de sentido y diría que un poco de homenaje a lo que podría ser Matrix reescrita hoy.
Por si no lo sabían, Anshar es un estudio polaco que decidió basarse en las historias cortas de Marcin Przybyłek para crear este mundo. Si no les suena, parece haber un patrón que se repite en estos pequeños equipos europeos mostrando lo buenos que son para transmitir la cultura literaria de su país y quizá, si tienen la suerte de ser descubiertos como sucedió con The Witcher, convertirse en otro gran éxito.
Apartado técnico
Las opciones de accesibilidad quizá son un poco acotadas, pero tienen más de lo que algunos indies suelen ofrecer y siempre se agradece la posibilidad de poder agrandar la letra, especialmente si vamos a usar pantallas grandes. La customización de personaje no es la gran cosa, pero tampoco influye de manera notoria en el despliegue, aunque hubiese estado lindo tener la opción de cholulear un poco con la vestimenta y el aspecto.
En cuanto a dificultad, la diferencia elegida es bastante inteligente: jugar difícil significa no poder grabar hasta que termina un capítulo y, créanme, son extensos. En mi caso lo jugué en modo normal y me di cuenta que volví muchas veces a partidas guardadas para probar hacer las cosas de diferentes maneras, así que tiene mucha lógica esa decisión.
Lo único que le critico es que se ha tildado dos veces al tener que cargar mapas más elaborados (eso es poco), pero en las dos ocasiones la opción de auto guardado se había ejecutado mucho tiempo antes. Así que, consejo: graben manualmente seguido.
En síntesis
Si te gusta tomar muchas decisiones, investigar y sacar conclusiones cuál detective de cine noir pero en el futuro, este es tu juego. Si disfrutraste Disco Elysium y te quedaste con ganas de más, también lo es. Si tu parte favorita de clásicos como Baldur´s Gate y similares es la interacción con los personajes, ídem.
Gamedec tiene un inmenso valor de rejugabilidad, no solo es bastante largo: estuve 10 hs jugándolo y sólo pude desbloquear la mitad de los logros disponibles en PlayStation; hay muchos finales por recorrer, escenas y situaciones distintas que se pueden desenvolver de acuerdo a lo que hagamos en cada uno de estos mundos. Generando una sensación de independencia del jugador sobre la trama que es realmente admirable.
Lo mejor de todo es que ya está localizado al castellano y ya está en casi todas las plataformas disponible para que lo pruebes. Te lo recomiendo muchísimo.
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