Por alguna razón que desconozco, desde hace algunos años DC vive evitando encarnar a Batman por fuera del cine. No lo incluye jamás en ninguna de sus series, lo reemplaza por otros personajes (Arrow), y tras siete años sin un videojuego en solitario, aprovechan su universo expandido y lo asesinan. Casi que estoy por creer que lo odian. O lo respetan demasiado.
Porque claro, en Gotham Knights… Batman murió. Y para colmo no es el mismo Batman que conocemos de la saga Arkham, sino uno por fuera de esa continuidad. Otra cosa que ama hacer DC, y que ahora Marvel está explotando en el MCU.
En la nueva obra de Warner Montreal, responsables del poco reconocido Batman Arkham Origins de 2013, manejaremos los hilos de lo que conocemos como la batifamilia: Batgirl, Nightwing, Robin y Red Hood. Con el fin de continuar una investigación que el caballero oscuro dejó a medio camino, y que nos terminará cruzando con una desdibujada Corte de los Búhos. Tal vez la mejor aparición de los comics en los últimos años, pero un tanto desaprovechada en el título que nos compete.
¿La saga Arkham? ¿Qué es eso?
Gotham Knights tiene un montón de problemas, y seguramente varios de ellos estén vinculados a la aparente necesidad de despegarse de la saga Arkham.
Está a la vista que Rocksteady, hoy a cargo de un juego del Escuadrón Suicida que seguimos sin ver, es bastante celoso del mundo que crearon y ni siquiera tuvieron la delicadeza de sumar a sus recopilatorios el capítulo desarrollado por Warner Montreal. Por lo que seguramente no hayan estado habilitados a trabajar sobre la misma o, lo que es peor, ellos mismos hayan decidido alejarse.
De ser así, se quedaron a medio camino, y lo que tenemos entre manos es un híbrido entre un RPG de acción que no termina de encajar, con un Batman Arkham que tampoco está a la altura de las circunstancias. Porque prescinden de un sistema de combate perfecto, decantándose por uno que cae en lo que los españoles definen como un “machacabotones” sin profundidad. Agravado por una cámara que por momentos pierde el foco y nos deja librados a los ataques de enemigos que no vemos.
Es verdad que cada héroe hace gala de sus propias animaciones y eso ayuda a que los combates tengan personalidad, pero la verdad es que al poco tiempo de jugar te das cuenta que con eso no alcanza. Al igual que pasa en los desplazamientos por la ciudad, antes embellecidos por la capa de Batman que planeaba a la perfección, y ahora protagonizados por diferentes habilidades que no terminan de generar la fluidez de otros títulos. Dígase Arkham Knight o el propio Spider-Man de Insomniac.
El flagelo de CW y el Arrowverso
Por el lado argumental y de escritura, Gotham Knights tiene mucha influencia de las series de CW, lo que no es para nada positivo. El denominado “Arrowverso” es una versión con superhéroes de series adolescentes como las de Cris Morena, y el videojuego de Warner Montreal se siente mucho de esa manera.
Los diálogos son muy básicos y se ven perjudicados más aún si tenemos activado el español latino. En general el trabajo de doblaje de nuestra región es impecable, pero en este caso parece como si los actores y actrices detrás se hayan tomado esta obra como algo casi infantil, entonando como si se tratara de un producto para niños. Lo que en muchas situaciones le quita seriedad a escenas interesantes.
Si te gustan series como Titans o cualquiera de las hechas por CW, seguramente la narrativa te parezca entretenida. Ahora, si lo tuyo son los superhéroes con tono similar al universo de Marvel en Netflix, esto se te va a complicar. Ni hablar si sos amante de la saga Arkham.
Personalización y elección de personajes
Antes les decía que Gotham Knights no decidía qué juego quería ser, y que lamentablemente se había alejado de lo que había creado Rocksteady. Parte de ese error tiene que ver con sus elementos RPG, bastante complicados de aprender y poco útiles en la práctica más allá de los temas estéticos.
Es muy lindo poder personalizar tanto los trajes, pero a veces no gravitan tanto a nivel gameplay como para ocuparse de todos los pormenores que implican modificarlos.
Lo que sí es genial para sobrellevar la aventura es la posibilidad de cambiar de personajes. No sólo porque podremos encarar las misiones con quién tengamos ganas, sino porque muchas escenas cambiarán por ese motivo. Cosa que tiene todo el sentido narrativo, ya que Batgirl, Nightwing, Robin y Red Hood poseen personalidades marcadamente diferentes.
Además, algo que me preocupaba era que las misiones estuvieran muy pensadas para jugar acompañados, pero en la práctica no se siente para nada. Es, a todas luces, un título con una campaña pensada para un jugador, pero que te permite sumar hasta tres amigos a la aventura. Punto para Gryffindor.
Mundo abierto, igual a misiones secundarias
Otra de las preocupaciones era el mundo abierto y sus misiones secundarias, algo en lo que Gotham Knights también cumple con creces. Ya que las mismas se dividen en dos muy marcadas: las sencillas y las complejas.
Las sencillas son aquellas en las que simplemente tenemos que frenar un robo, pegarle a varios delincuentes y correr antes de que llegue la policía. Porque claro, algo que no les conté es que Gordon también está muerto, y ahora las fuerzas de la ciudad no son más nuestras amigas.
Y el segundo grupo de misiones son las complejas, esas que siempre nos sorprenderán haciéndonos pasar por robos de camiones de dinero, investigación de escenas de crímenes, y muchas más.
En conclusión, estamos ante un videojuego de Batman sin Batman que, lamentablemente, carece de un montón de virtudes que tuvo la saga Arkham. Empezando por la calidad de los combates, de su guion y de sus antagonistas. Pero que logra, al mismo tiempo, algo que no pensábamos posible, y que es la posibilidad de agregarle multijugador a un juego individual sin que las misiones pierdan fuerza en el camino.
Por lo que si extrañás meterte en la ciudad del caballero oscuro y patear un poco villanos en el camino, Gotham Knights tal vez sea un videojuego para vos. Más si te gusta disfrutar aventuras con amigos y encontrar referencias por los rincones.
Además, si bien funciona a 30 fps y gráficamente no le llega ni a los talones a su predecesor de hace siete años, anda a unos lógicos 4K y con opción de Ray Tracing.
De la banda sonora ni hablemos, porque pasa desapercibida como pocas veces en el género supeheroico. Salvo el momento del cover de Livin’ la Vida Loca de Ricky Martin, que me sacó una sonrisa enorme como toda la escena animada del comienzo. Y la estética, por último, es otro híbrido extraño entre comic y realismo que no me terminó de convencer desde sus efectos. Pero capaz que eso ya es demasiado personal.
Gotham Knights ya está disponible en PC y, a pesar de no ser un pico gráfico, sólo en consolas de nueva generación.
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