Me gusta mucho el título de esta obra porque me hace pensar no en el juego en sí, sino en el proceso creativo que llevó a su nacimiento. Es un proyecto que se siente como que indefectiblemente nació de alguien que dijo “che, ¿y si hacemos esto…?” “Si, ¡qué buena idea!”. Porque es, a todas luces, un experimento creativo por sobre todas las cosas.
Y por eso es interesante empezar por cómo fue hecho, más que “de qué se trata”.
IDEA está hecho con fotos y videos tomados con un dron, durante varios meses, desde los cielos de Finlandia. Porque en realidad todo surge de un corto cinematográfico, filmado por un director de ese mismo país. El estudio español TLR Games se puso en contacto con él, y se terminaron aliando para el nuevo proyecto!
Incluso Arturo Monedero, director del juego a quien entrevistamos para el podcast Early Accessy conocimos personalmente en Maquinitas 2022, cuenta que: “Ollie Huttunen tuvo que parar el rodaje cuando llegó el invierno a Finlandia, porque -20° era demasiado frío para que su dron pudiese volar, pero pudimos juntar algunas tomas en los días de invierno, y por eso van a poder ver tanta nieve en algunos de los niveles”. Una locura.
Pero entonces, ¿qué tipo de juego es IDEA? Bueno, podríamos decir que es un pinball fotográfico/geográfico. Vamos a lanzar una pelotita, (más específicamente una lamparita, una idea) que va a ir rebotando por rutas, caminos y vías vistas desde arriba. Contra los árboles, camiones, y vamos a explorar con ella toda la campiña finlandesa.
Me parece interesante que, pese a que los lugares son reales, las conexiones entre ellos no lo son. Esto es algo que en el cine pasa mucho, pero es siempre interesante cuando podemos darnos cuenta de estos saltos espaciales. La cámara no se mueve de manera continua por el mapa, sino que el mundo está conformado de pantallas únicas, y vamos pasando de una a otra de manera discreta. O sea, sin transiciones, en un momento estamos en una y de repente pasamos a la otra.
Esto permite que se puedan combinar de muchas maneras, sin tener que ser geográficamente correctos (NdE: en cine, montaje). Hay muchas maneras de llegar a un mismo paisaje, pero siempre se siente muy orgánico. Si nos metemos en el bosque nevado, no vamos a pasar a la ciudad en otoño.

Aparte de todo este sentimiento turístico, hay dos aspectos más a destacar. Uno es que es bastante más difícil de lo que parece. Como buen pinball que se precie, el control que tenemos es limitado. Llevar la pelotita donde queremos es complejo, y bastante frustrante de a ratos. Frustración que pareciera contrastar con la hermosísima música a lo Amélie/ Yann Tiersen que suena de fondo.
La otra cosa es que hay un componente social. Durante cada partida, vamos a juntar iconitos sueltos por el mapa. Y cuando terminemos la ronda (hayamos o no llegado a alguno de los “finales”), vamos a poder escribir un mensajito.
Desde el menú principal podremos ver que esos iconos que juntamos, son efectivamente mensajes de otres jugadores que fueron dejando para que nosotres encontremos. Y podemos coleccionar más de 100 diferentes dibujitos para dejarle a otras personas y que puedas desbloquear los suyos más rápido.
IDEA es difícil de catalogar. Puede ser un juego relajante de mirar paisajes, puede ser que te involucres con la parte social y te pongas a leer y dejar mensajitos como si fuese una red social. O que te involucres en modo full gamer con el fin de desbloquear todo y termines insultando al aire porque la pelotita rebota contra un auto y se rompe y arrrghhh.
Si te sentís identificado/a con alguno de esos perfiles, podés encontrar IDEA en Steam a 900 pesos argentinos más impuestos. O buscarlo por tu store de Switch favorita.