He visto un lindo gatito…
“Dicen que la curiosidad mató al gato… yo maté al gato… La curiosidad solo la trajo hasta mí”
Cuando ya desde el principio una voz te dice esto, es como si te obligaran a sentir ese hormigueo por indagar lo que está pasando. Además de la nada aparecés en un edificio abandonado, con llamadas de la misma voz que trata de provocarte y confundirte. A pocos minutos de empezar, sí, estoy intrigado, ganaste.
De todas formas el misterio un poco se desvanece a lo largo de la historia, pero eso viene luego. Todavía estamos en el extraño lugar, con un punto de vista en primera persona, apreciamos un entorno que cobra vida y un líquido muy colorido relacionado, quizá, con estos espeluznantes espectros que abundan en la zona.
Asimismo hay cintas de casete que contienen registros de las interacciones del protagonista con sus pacientes. Cada cinta desbloquea un nuevo nivel. Algunos son medianamente interesantes, otros se desgastan con el tiempo.
Mientras caminamos y corremos ágilmente (Con cierta stamina a tener en cuenta) por el paraje, notamos que las telecomunicaciones no funcionan. Intentar contactarnos con alguien en el exterior es imposible, así tendremos que ir explorando las zonas accesibles y resolviendo una serie de acertijos para poder avanzar.
Nosotros manejamos y estamos dentro de la mente de Desmond Wales. Iremos encontrando dichas cintas con grabaciones de nuestro personaje y sus pacientes. Reproducimos esos casetes en tu oficina donde también hay un lindo gatito que podemos acariciar. Pasamos una puerta (demasiado brillante, como una flashbang que te deja casi ciego) y entramos en donde las voces de estas personas nos cuentan sus problemas…
Ciertos problemas del terror en estos años…
En In Sound Mind los elementos usados que ayudan a avanzar la narración son, principalmente, las grabaciones, las notas y la voz en off, para llevarnos al pasado e instigar esa “curiosidad”. No suele impactar tanto como Observer o Layers of Fear, porque los elementos que desbloqueamos al progresar en la aventura, sea una linterna de la cual tendremos que controlar la duración de las pilas, o una pistola y sus balas, no muestran un gameplay tan innovador. Es algo que hemos experimentado.
Asimismo tenemos los fusibles, el ascensor, válvulas, entre otras cosas. ¿Notan algo? Si, son ítems y recursos narrativos que ya vimos casi por hartazgo en videojuegos del género.
Aunque por momentos parece que en la industria hacen falta nuevas ideas, con respecto a cómo presentarnos estos relatos de manera original, hay varias excepciones. Una de las más actuales es la incómoda y bella obra de arte: Martha is Dead.
Cuando se lanzó este proyecto, en 2021, también estuvieron Mundaun (Dibujada a lápiz que se desarrolla en un oscuro y recóndito valle de los Alpes), Scarlet Hollow (Una novela gráfica dibujada a mano y con mucho misterio), The Medium y Tormented Souls (Ambos con un estilo muy de fines de los 90). Además del clásico Resident Evil Village, o lo nuevo de la saga The Dark Pictures.
Todos en alguna instancia logran mostrar una pizca de originalidad, a pesar de usar los mismos clichés que están al borde del hartazgo. En In Sound Mind cabe rescatar que existen instancias innovadoras…
Pero… ¿Qué hacemos?
Lo interesante es la forma de sumar puntos de stealth, velocidad, vida o stamina. Usa la típica excusa de no poder contar con una herramienta todavía, entonces tener que explorar y retomar tus pasos, justificándose en cierto punto al obtener esas píldoras farmacéuticas que sirven para aumentar tus estadísticas (Al recolectar 3 del mismo tipo).
Hay ocasiones cautivantes cuando debemos usar un trozo de un espejo que sirve como arma blanca, y para ver “el más allá”. Una interesante mecánica que ayuda a sobrellevar ciertas escenas.
Los puzles son satisfactorios, aunque el manejo del inventario puede ser algo incómodo, ya que solo podés navegar con las teclas direccionales. Hay una situación con unas cajas registradoras que resulta insoportable. No obstante, es muy entretenido, por alguna razón, mover los carritos de supermercado del sitio.
En esta obra de terror psicológico, abundan más los rompecabezas, sin tanta acción o jumpscares. Es más bien una ambientación de pesadilla con una gráficos elegantes, acompañada por una banda sonora creada por The Living Tombstone (Un músico de Youtube conocido mayormente por Five Nights at Freddy’s)
Esta atmósfera psicológica que intenta mostrar, puede resultar rara, ya que hay un boss (Bastante al principio de esta crónica pixelada) en donde debés derrotar el fantasma de una paciente, a la cual se expone al desencadenante de su psicosis. La clásica, luchar contra tus propios demonios. Algo perturbador, si nos ponemos a pensar.
Y sí, hay jefes a vencer. Y esto último tiene una simple explicación…
We Create Stuff Studio
Este es el nombre de los desarrolladores indies que tienen una obra realizada llamada Nightmare House 2, un juego gratuito de disparos en primera persona con temática horrorífica, y el sucesor directo del primer paquete de mapas de Nightmare House.
Acá otra vez usaron un protagonista confundido y perdido, en donde tenía vagos recuerdos que no alcanzaba a clarificar.
Si apreciás un movimiento rápido, con partes que te recuerdan a otro título, será porque está basado en Source Engine de Valve. A pesar que el estilo “shooter” no está tan implementado en In Sound Mind, se logra ver esa mentalidad de “aniquilar bosses” cuando llegan las pequeñas oportunidades de disparar las armas que tengas. Hasta cierta parte del final, por lo menos a mí, me hizo acordar a Doom Eternal.
Modus Games es el editor al que, parece, le gustan los títulos con colores estridentes, ya que son responsables de Lost Words: Beyond the Page, Cris Tales, Trine 4, Override: Mech City Brawl. Y por último un juegazo gratis online llamado Super Animal Royale.
Fin de la sesión
In Sound Mind, es un “easy grab” al estar gratis en Epic Game Store. Es ese tentempié que agarrás porque está disponible para pasar el hambre. Contiene exquisitos efectos de sonido (Como todo buen título del género debe tener) que se aprecian muy bien al pisar cuidadosamente vidrios o deshechos, para que otras criaturas no nos escuchen y acaben con nuestra vida.
Tiene esos ingredientes de survival horror pero bastante amables, debido a que es difícil quedarse sin batería en tu linterna que ayuda a combatir esa oscuridad mental. Esto sucede porque se enfoca mucho en la narrativa, y quiere que recorras el lugar sin minimapas pero con un punteo de los objetivos a realizar. Aun así te invita a usar la cabeza un poco, mientras escuchás audios que te pueden interesar o no. Los paisajes mentales como el supermercado, el bosque, pueden llegar a ser cierto estereotipo pero se disfrutan a su manera.
Siendo el punto fuerte la historia, enfocado en un aspecto psicológico, este jueguito puede ser de tu agrado, y no cuesta nada.
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