Como quizá ya habrán leído, reseñamos la rueda de prensa y las impresiones iniciales del juego de Josef Fares hace unas semanas en esta nota. Quiero destacar que ninguna primera impresión puede hacerle justicia a lo que representa la experiencia completa, intentaré poder resumirlo en esta reseña, para la cual voy a empeñarme en evitar spoilers.
Así empieza todo
Como les había comentado en mi primer nota, y tampoco es ninguna novedad si vieron algún trailer, It Takes Two habla de divorcio. Cody y May son una pareja que viene arrastrando unos cuantos problemas, ella trabaja todo el día y parece no tener tiempo para la familia; pero también él a veces no se hace cargo de las responsabilidades que le corresponden. La historia arranca totalmente in media res, cuando ambos deciden separarse.
Rose, su pequeña hija de seguramente no más de 10 años, sufre la pérdida con mucho dolor. Por lo que le ruega a un libro viejo del “Dr. Hakim” que recupere la relación de sus progenitores, esta plegaria sumada a las lágrimas de Rose cayendo sobre dos muñecos creados por ella a imagen y semejanza de Cody y May, parecen ser los condimentos suficientes para que sus almas se transporten a las figuras.
Es así como Cody y May tendrán que colaborar para recuperar sus cuerpos, siguiendo las indicaciones del Dr. Hakim, un libro tan carismático como insoportable, dependiendo de cuando lo estemos mirando.
La narrativa más simple puede impresionar
Como guionista que soy arranqué a transitar esta historia con muchos cuestionamientos. Se percibe desde el principio que si el título se trata de colaborar, está pensado para que la pareja finalmente se reconcilie, por lo que creí que sería una verdadera pena no abordar un divorcio desde el lugar sano y forzarle ese «final feliz».
Sin embargo, a medida que la narrativa fue evolucionando, también entendí que la trama está muy bien pensada para millenials. Somos la generación que porcentualmente más ha visto a sus padres divorciarse, y por eso no hay más remedio que sentir un poco de empatía por Rose, quien intenta recobrar ese vínculo perdido creyéndose responsable.
Esto a mi parecer termina siendo uno de los puntos clave del guión, el construir de a poco un cuento que tiene muchísimas similitudes con la infancia de miles de personas, pero que también nos podemos encontrar en el reflejo de los defectos de este hombre y esta mujer, que hacen lo que pueden con lo que tienen.
Camino mecánico en ascenso
Quiero aclarar con mucho ahínco que It Takes Two es para todxs. Realmente es poca la gente que se puede quedar afuera. Puede ser jugado en familia, en pareja, con dos personas que no saben nada de videojuegos, dos especialistas en el tema, una combinación de ambas. Pueden jugarlo niñxs, jóvenes, adultxs y viejxs. La curva de aprendizaje y lo intuitivo de la resolución de puzles lo vuelve super fluido, el dinamismo es la marca identificatoria constante que hace que todo avance y hasta en los momentos más complicados te da una mano para que no te frustres.
Por supuesto que si estaban esperando un título que presente desafíos enormes, claramente no es este, pero atención, porque muy hábilmente sus developers han sabido suplirlo con una infinita cantidad de recursos: mecánicas que cambian constantemente, mini juegos, escenas cinemáticas/jugables super entretenidas, humor de buena calidad y emociones. Ojalá me alcanzaran las palabras para describir la inmensa creatividad que despliega It Takes Two, aunque estoy segura de que siempre me quedaría corta.
El verdadero desafío
Cada nivel y cada escena se resuelve de forma diferente y lo más difícil probablemente es coordinar con la persona que juega con nosotrxs, esa es la verdadera magia. Pero este tipo de títulos ya existen, la diferencia es que esta obra también ofrece una enorme variedad de mecánicas que no son del todo casuales, porque no se trata solamente de ofrecer un puzle donde tenemos que volver el tiempo atrás para usar un objeto, es combinarlo con relojes, mecánicas para duplicarnos y plataformas.
Cada nivel es una fiesta incomparable y si bien hay cosas que se aprenden y repiten, siempre las vemos aparecer en otras formas y colores. Esto revive constantemente la sensación de sorpresa y genera la experiencia de divertimento constante. A la larga todo es una clase de cómo debería ser un juego realmente entretenido.
Una fiesta de colores
La estética y la creación de escenarios es el 50% de lo valioso del título. Por supuesto que con unos gráficos de última generación como estos, enfocados principalmente en la belleza y la variedad de las texturas, ayuda muchísimo. A veces da un poco de curiosidad pensar que ideas se habrán trazado al realizar cada nivel y descubrir las mentes prodigiosas funcionando detrás de ellas.
Escenarios en el taller, el jardín, la habitación de los juguetes, la nieve, un reloj cucú, un árbol, un estudio de música, un altillo… todo parece sacado de una de esas películas al estilo “Querida encogí a los niños” de los años 90, pero con la magia de Disney y la calidad dinámica de los videojuegos.
Como si esto no fuera suficiente, no se trata nada más de crear un escenario hermoso, es poner en marcha la maquinaria para hacer lógicas las mecánicas que suceden dentro de ese pequeño universo. No es lo mismo crear un arma para disparar agua en una biblioteca, que hacerlo en un jardín, donde podemos hacer crecer las plantas o limpiar el moho.
Creatividad en cada rincón del mapa
Adicionalmente todos los escenarios tienen una cantidad infinita de “easter eggs” tan detallados como originales, que apelan a la nostalgia, la vida hogareña, situaciones hilarantes entre animales que toman vida, y el homenaje a grandes hitos de la cultura pop; por ejemplo, podemos pasar casi todo un nivel mirado desde arriba con poderes especiales como si estuviéramos jugando Diablo II, y también hay escenas sin ningún motivo más que el de ser simpáticas para pasar el rato, como un spa gerenciado por orugas.
Las escenas que acontecen dentro de la historia también son una cosa impresionante, se nota mucho que nada en la narrativa fue librado al azar y por eso nos podemos encontrar con locuras como una aspiradora enojada por no haberla reparado, una guerra civil entre ardillas que torturan avispas, hasta una de las escenas más polémicas y mafiosas que vi en mi vida: la de la reina elefante (y sólo voy a decir eso, porque no quiero spoilearles).
Además, las actuaciones de voz brillantes contribuyen notablemente a la inmersión, pero también a la empatía generada por sus personajes. Aplaudo especialmente a Dr. Hakim (que también es el mismo que hizo la voz de Cody), cada vez que aparecía este libro cachondo me descostillaba de la risa mientras comprendía por qué esta pareja no se lo bancaba, pero finalmente se terminó ganando mi corazón, como se ganó el de Cody y May.
No sólo son todas estas las emociones que provoca cada vez que se lo juega, además el final es una cosa hermosa. No les voy a contar cómo termina porque sería muy cruel, pero les aseguro que terminé llorando y por las razones más inesperadas que nada tienen que ver con el divorcio, sino con la construcción tan humana y real de sus personajes, con falencias, necesidades, miedos y tantas otras cosas que nos pasan en la vida adulta a muchas personas, tengan o no hijxs.
En síntesis
Es tanto lo que ofrece It Takes Two a cada momento que es frenético sin ser cansador, fácil sin tornarse aburrido, original sin necesidad de repetirse a sí mismo para explotar ese recurso y simplemente maravilloso. Pocas veces un juego me ha impresionado tanto como este, y si bien todavía el 2021 recién empieza, con toda seguridad afirmo que el título no sólo es material de Game of the Year; además vino a plantar una tendencia muy fuerte que vamos a empezar a ver a muchos otros intentar imitar… pero ¿superar? Va a ser un poco difícil de ver, aunque me encantaría que suceda.
Además, como si no alcanzaran los halagos para dedicarle, ofrece la posibilidad de invitar a jugar personas que no lo hayan comprado, de manera tal que nadie que esté solx tenga que quedarse afuera de la experiencia. Todos mis aplausos a Hazelight, esto es un golazo.
Tal vez mi única “crítica” (que en realidad es una sospecha), es esperar a ver que opinan las personas que hayan tenido que jugarlo en consolas de la generación pasada, porque dudo mucho que este nivel de visuales pueda ser tan llevadero con las placas gráficas de antes (no mucho antes); ojalá me equivoque y esté bien adaptado para que todo el mundo lo pueda disfrutar.
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