Hace poco estaba en un museo que repasaba la vida y obra de un famoso pintor. Me resultó atrapante poder repasar la vida del artista en cuestión a través de sus obras más famosas. Esto sin ser alguien que necesariamente aprecie la pintura. Lo que pensé en ese momento fue, que espectacular sería poder ver una exhibición así pero de un artista o temática de la que realmente sea fanático.
Al poco tiempo pude cumplir ese deseo pero de manera virtual cuando salió gratis Kid A Mnesia Exhibition, una suerte de museo virtual que repasa dos discos muy importantes en la historia de la banda inglesa Radiohead.
¿Qué es Kid A Mnesia Exhibition?
Aunque esté disponible para PS5 y PC (a través de Epic Store), es difícil clasificarlo como un videojuego. Esto queda más claro aún cuando un mensaje al principio directamente dice: “Esto no es un juego” seguido de “tomate tu tiempo”. Aunque en un videojuego podés tranquilamente tomarte tu tiempo, creo que la aclaración sirve más para que no intentemos cumplir un objetivo o pensar que hay algo que hacer obligatoriamente.
En este caso, la intención de los creadores fue construir una exhibición donde plasmar todo el arte audiovisual de Radiohead y que podamos tomarnos nuestro tiempo para recorrer este mundo, apreciando cada detalle. Tal como lo harías en un museo. Al fin y al cabo, simplemente se trata de una exhibición virtual que aprovecha la tecnología y la posibilidad de moverse por el ambiente, decidiendo libremente a donde ir y descubriendo todo lo que tiene para ofrecer.
Sin embargo, esta no es una exhibición común y corriente. Sería más acertado definirla como un sueño delirante o un viaje de LSD en el que muchas veces las reglas de la física no parecen cumplirse y la cordura puede empezar a resbalar. De a ratos parece que estamos presenciado nuestro propio videoclip cuando suenan las distintas canciones mientras ciertos eventos, generalmente bizarros, suceden a nuestro alrededor.
Puede ser que no tenga mucho sentido describirlo en palabras. Te recomiendo mirarlo, jugarlo, vivirlo o como quieras decirle. Capaz puedas volver acá para compartir experiencias y coincidir o no en las sensaciones e impacto que nos causó la obra.
Cómo surgió la idea
Cuenta el mismo Thom Yorke (cantante, líder y muchos etcétera de Radiohead) que al cumplirse 21 años de la salida de los discos Kid A y Amnesiac decidieron montar un exhibición física, en pleno centro de Londres, donde expondrían todo el arte creado en aquella época. Pensaban soldar muchos containers gigantes y hacerlo parecer como si “una nave espacial brutalista había chocado en la arquitectura clásica de Londres”. Como tantos otros proyectos, la pandemia canceló todos estos planes y ahí fue cuando surgió la idea de hacerlo de manera virtual.
Son muy pocos los casos de una banda siendo parte de un videojuego. Los únicos ejemplos que recuerdo son las apariciones en juegos del estilo Guitar Hero, Rock Band o Rocksmith. Sacando este género, un ejemplo muy querido de mi infancia es el Revolution X, también conocido como “el jueguito de Aerosmith”. ¡Si habré gastado fichas en los arcade! Pero este en particular solo contaba con la participación de la banda de una forma secundaria, cuando en realidad lo único que tenías que hacer era dispararle a todo lo que se movía.
El caso de Kid A Mnesia Exhibition es totalmente distinto y me animo a decir, sin precedentes. Está enfocado exclusivamente en el material audiovisual de una banda y tiene una forma de presentarlo sumamente original y espectacular. Es sin dudas, una panzada para todo fan de Radiohead.
Entremos al mundo de Kid A Mnesia
Comenzamos nuestro viaje viendo un cartel con el título de la exhibición en blanco y negro. Al darnos cuenta que podemos movernos y echar un vistazo a nuestro alrededor, sentimos el primer impacto al encontrarnos en una especie de bosque de papel. Podemos explorar este bello ambiente y encontrar algunas criaturas que se esconden entre los árboles blancos, aunque todo parece llevarnos hacia una luz roja que señala una entrada.
Aquí podemos decir que entramos oficialmente a la muestra, la cual nos recibe con el primer tema del disco Kid A: “Everything in its Right Place”. La combinación de está canción al pasar por un pasillo lleno de luces intermitentes nos da la sensación de estar entrando al boliche más caro y exclusivo del mundo. Sin embargo, una vez adentro, todo tiene el tono que podríamos esperar de Radiohead: completamente perturbador.
Algo a tener en cuenta es que, al tratarse de un juego en primera persona con mucho movimiento, este puede causar mareos o motion sickness. Eso sí, lamentablemente no hay muchos ajustes que puedan hacerse en la configuración y no solo hay que preocuparse por los mareos, porque también se debe considerar si tuviste un episodio de epilepsia fotosensitiva. Puede ser prudente seguir las recomendaciones que hace Kid A Mnesia antes de comenzar.
La canción de la pirámide
Podríamos decir que toda la edificación principal en la que se encuentra la exhibición tiene como núcleo el cuarto donde está la pirámide y en la que escuchamos justamente la canción “Kid A”. Desde aquí se pueden acceder a las distintas salas o pasillos que eventualmente terminan llevándonos a este mismo lugar. Incluso se puede entrar a la pirámide en donde vemos una criatura gigante que parece sacada de Shadow of the Colossus, simplemente caminando ahí dentro.
En el fondo podemos notar una puerta verde que nos va a llevar a una serie de exhibiciones basadas en distintos temas. Primero nos encontramos en lo que podría describirse como una oficina dentro de una computadora donde podremos apreciar letras y distintos conceptos “radioheadianos” mientras suenan fragmentos de “Idioteque”.
Continuamos por otra puerta, siguiendo unos cables y llegamos a una de las secuencias más impactantes de la exhibición. Se suceden tres canciones, cada una con su propio “show”. Primero, “How to Disappear Completely” (probablemente uno de los temas más tristes que existen) nos lleva a flotar en el espacio donde podremos ver como unos cuadros explotan en miles de pixeles. Aquí tenemos la libertad de flotar en cualquier dirección y hasta ubicarnos dentro de la lluvia de fragmentos.
Luego comienza “Pyramid Song”, una canción que parece ser parte de un sueño indescifrable y oscuro. En este caso, el show es más de un estilo geométrico y con unas físicas desconcertantes. Se nos presenta un círculo rojo ominoso, que nos envuelve y parece atraparnos. Eventualmente unos círculos aparecen en lados opuestos que van cambiando de forma y protuberando hasta unirse y formar un cilindro, para finalmente explotar.
El tercer tema es “You and Whose Army” y vamos a ver a un grupo de minotauros (criaturas características de toda producción visual de Radiohead) formados en un círculo y realizando una danza como si fuera un ritual. Mientras en la canción va incrementando el ritmo, van apareciendo más criaturas de mayor tamaño, bailando y volando en un espiral hacia arriba, hasta que caen al piso. Así termina este tema y está intensa sección.
Inmediatamente después aparecemos en lo que parece un estacionamiento en un subsuelo, con varios cuadros exhibidos y hasta un “hombre palito” barriendo. Si nos dirigimos a una puerta azul entramos a un túnel en donde suena la versión remixada de “Like Spinning Plates”, parte de la última reedición de Kid Amnesiac. Mientras avanzamos por este túnel azul, vamos persiguiendo una especie de cabeza en una secuencia que parece parte del juego Thumper. Al final del túnel entramos a una puerta que nos lleva de regreso a la pirámide, pero hay algo distinto. Ahora hay tres puertas de colores a través de las cuales podremos revisitar las secciones que acabamos de atravesar.
Hay muchas más habitaciones y pasillos para recorrer, repletos de material para disfrutar. A veces da la sensación que dejaron a Stanley Donwood (artista responsable de toda producción visual de la banda) y a Thom Yorke, encerrados en este lugar por años y terminaron dibujando todas las paredes y lo que tenían a mano. En está imagen incluso se ve la firma de ambos (Thom Yorke firma siempre sus producciones de este tipo como Tchock).
Otras curiosidades
Sinceramente, Kid A Mnesia Exhibition contiene tantos detalles para observar y apreciar que sería imposible y absurdo enumerarlos aquí. Creo que ya hubieron bastantes descripciones así que voy a mencionar algunas otras curiosidades que me llamaron la atención, por si se las perdieron o para ver si a ustedes también les gustaron.
Lo más interesante para mí, fue encontrar un cuarto secreto llamado “Little Cinema”. Lo más probable es hallarlo luego de perderse por los pasillos laberínticos cerca de la pirámide central. En este cuarto encontramos un pequeño televisor, una silla y una criatura que nos acompaña a ver la tele. En ella podremos ver a la banda tocar una preciosa versión en vivo de “How to Disappear Completely”.
Esto es algo que me tomó por sorpresa, ya que rompe con el tono bizarro de toda la exhibición y es una de las pocas veces que vemos personas de carne y hueso, aunque sea en un pequeño televisor. Mientras escribía este texto fui a buscar el cuarto secreto para recordar bien cómo era y me entero que cuando termina ese tema comienza una versión de “Morning Bell” que parece ser parte del mismo recital. Voy a seguir escribiendo y más adelante les digo si hay más temas.
Hay otro cuarto lleno de televisores con imágenes de la banda, de la misma exhibición y del típico arte que vemos por doquier. Mientras tanto, suenan fragmentos apenas reconocibles de “The National Anthem”. Lo más curioso es que hay una de esas casillas de teléfono público típicas inglesas y si nos acercamos al teléfono podemos escuchar a Thom Yorke cantar algunas partes aleatorias del mismo tema.
Volviendo al cuarto secreto, comenzó nuevamente “How to Disappear Completely” por lo que pensé que solo habían dos temas. Pero al cerrar Kid A Mnesia en este momento y volver a abrirlo más tarde, me encontré en el mismo cuarto y está vez comenzó una versión “Optimistic”. Así que básicamente podemos quedarnos en este cuarto y escuchar varios temas de la banda en vivo. Puede ser una buena idea para dejar de fondo como estoy haciendo yo en este momento.
¿La exhibición tiene un final?
La respuesta corta es sí. No es un final en el que se termina Kid A Mnesia y volvemos a un menú principal pero sí podemos ver créditos y volver al bosque donde comienza de la exhibición.
Para hacer esto debemos volver a la pirámide ya mencionada y si ya pasamos por las muestras descritas anteriormente, notaremos que ahora hay un ascensor en el centro. Al tomarlo, podremos ir a un sector nuevo en donde al avanzar sucederá algo distinto a lo que venía siendo está experiencia. Tras recorrer más pasillos, galerías y escaleras, llegamos a un balcón en lo que podría ser el exterior. Este paisaje muy atinadamente tiene unas montañas sacadas directamente de la tapa del disco Kid A.
Cuando llegamos a está parte exterior se da lo que, exagerando un poco, podríamos describir como un “plot twist”. Súbitamente, la cámara se aleja para cambiar la perspectiva en primera persona que imperaba hasta el momento, a una en tercera persona. En este momento nos enteramos que el personaje que estábamos controlando es uno de los minotauros que tantas veces vimos durante la exhibición.
Avanzando un poco más, la cámara se sigue alejando para revelar toda la fachada del edificio en el que nos encontrábamos hasta que llegamos a un ascensor. Subimos, la cámara se acerca y entramos en una puerta para que vuelva la perspectiva en primera persona. Ahora avanzamos por el último pasillo, totalmente oscuro salvo por unas palabras que se ven escritas en el piso. Al ver más de cerca podemos notar que son los créditos finales, en una forma original de mostrarlos. Al final de este pasillo nos espera el mismo bosque de papel del principio.
Una experiencia imperdible
Seas fanático de Radiohead o no sepas nada de la banda, Kid A Mnesia Exhibition es sin dudas una experiencia impactante. Lo más destacable no es tanto la música sino lo visual, por lo tanto no hace falta haber escuchado toda la discografía del conjunto inglés. Se puede disfrutar como si fuera una exploración, en la que nos encontramos con un templo abandonado, en donde una antigua civilización dejó su huella y en el que suceden hechos paranormales.
Por momentos, no tiene mucho que envidiarle a títulos de terror en primera persona. Hay siempre un tono bastante perturbador y ominoso. Hay otros momentos que nos hacen abrir bien los ojos para tratar de capturar todo lo que está sucediendo a nuestro alrededor. Momentos bellísimos y momentos muy extraños. Todo dentro de una experiencia de un par de horas pero a la que siempre se puede volver cuando tengamos ganas, sin moverte del sillón de tu casa.
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Muy buena la experiencia, ayuda si fumaste.
No es apología.