Los JRPGs indies (entendiendo por ello tanto a títulos provenientes de Japón o inspirados por ellos) no son algo que se ve usualmente. Los hay, pero tienden a ser de mucho más bajo perfil que otros géneros como plataformeros, metroidvania, shooters o terror, por nombrar algunos. Por eso, ver que próximamente saldrá al mercado un nuevo título que cumple este criterio, es un soplo de aire fresco. ¡Y, encima, es argentino!
Lo mejor de todo es que no es un “copia y pega” de aquellos venidos del país de sol naciente. Cuenta con su propio giro a nivel mecánica que permite que Linked Worlds tenga identidad propia. Una mezcla que saca un poco de ejemplos tan dispares como Final Fantasy Tactics o Brave Fencer Musashi nos lleva a lo que es una propuesta novedosa, con capacidad de atracción.
La propuesta base
El juego nos sitúa en el continente de Cestina. La premisa es simple: hace once años, la llamada Bestia Oscura sembró el terror y cuatro héroes tuvieron que detenerla. Ahora, sin la posibilidad de contar con ellos, la misma se alza nuevamente. Nuestro protagonista, Albus, es un superviviente de aquel entonces, ahora convertido en caballero, quien emprende una travesía hacia la morada de la vil criatura.
En el trayecto encontrará diversos obstáculos donde se verá obligado, al igual que quienes controlen a Albus, a tomar decisiones. Y he aquí la gracia de Linked Worlds: tener que decidir. El título cuenta con un sistema cíclico de día y noche donde el tiempo transcurre a cada paso que demos, volviendo a los enemigos cada vez más fuertes con cada medianoche.
Debido a esto, debemos decidir a conciencia hasta si, por ejemplo, nos tomamos un tiempo para volver al pueblo más cercano a conseguir provisiones o si nos arriesgamos a seguir adelante; también si tomamos un camino u otro para llegar a nuestro destino, con sus ventajas y desventajas. Por otra parte, también están las side-quests presentes para las cuales podemos dedicar nuestro tiempo, le da un nuevo matiz a la hora de decidir cómo actuar.
El combate y las habilidades
Los enfrentamientos son una gran deviación de lo que vemos normalmente en títulos de este estilo. En vez de toparnos aleatoriamente con un enemigo y transitar a una pantalla alterna donde nos turnamos con el mismo para atacarnos mutuamente, las batallas se dan en el mismo mapa por el que caminamos, teniendo que entrar a un cono que representa el campo de visión de cada oponente. Una vez dentro, comienza la batalla: nos moveremos por una cuadrícula cual RPG táctico a lo Triangle Strategy o Fire Emblem, hasta acercarnos lo suficiente para poder atacar.
Inicialmente contaremos con un ataque básico de espada como principal método ofensivo, pero nuestro repertorio se ampliará con creces al introducir diversas habilidades físicas y artes oscuras que respectivamente gastarán puntos de “aguante” y los denominados “puntos oscuros”. Las mismas cuentan con un determinado rango de alcance y de daño por lo que tendremos que aprender a usarlas creativamente según la situación.
Sin embargo, a diferencia de otros juegos del género, no basta simplemente con subir de nivel para obtener las habilidades nuevas. Para ello, tendremos que acceder a una tabla desde el menú y activarlas al costo de ciertos puntos que obtenemos al ascender. Por suerte, no son cambios permanentes; podremos habilitar y deshabilitar cada técnica o hechizo a nuestro antojo, permitiendo que probemos construir a nuestro personaje de la manera que encontremos más conveniente.
El arte
Gráficamente, es un juego bello que nos retrotrae a la época de la SNES. En general es bastante cohesivo, aunque ha habido algunos bichos sueltos que no sentí que combinaran con el estilo del resto del bestiario. El pixel art, sin embargo, destaca positivamente, siendo los momentos problemáticos muy puntuales, por lo que habrá gente que ni los note.
Por otro lado, la música hace un buen trabajo en acompañarnos durante la aventura. Se puede tornar repetitiva, pero vas a terminar tarareándola sin darte cuenta así que es un punto a favor. La misma acompaña como debe ser todo el trayecto de principio a fin, con un estilo también marcado por la estética 16-bits.
Aun así, las críticas son detalles menores que no arruinan la experiencia final y aquellxs que busquen una experiencia estilísticamente retro, están en el lugar correcto.
Cerrando
Linked Worlds es una gran adición al conjunto de juegos nacionales, ofreciendo una aventura que podrá satisfacer con creces a quienes amen los JRPGs noventeros que busquen un nuevo giro al género. No hay muchos ejemplos conocidos a nivel Argentina, por lo que esperemos que esto sirva de impulso para que la gente se anime a lanzar más títulos del palo.
Sin embargo, para aquellxs que busquen una oferta más tradicional o prefieran algo con más acción, este puede no ser el título indicado. En lo personal, lo recomiendo fehacientemente. ¡Encima viene en español y todo! Cualquier cosa, acá está el link para ponerlo en tu lista de deseados en Steam y comprarlo una vez salga.
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