Cuando un juego realmente la pega y genera ruido dentro del mundillo gamer es habitual ver como al poco tiempo empiezan a aparecer propuestas que van desde “nos inspiramos en…” hasta el “le robamos absolutamente todo a…”, le pasó a Hollow Knight, Vampire Survivors y, obviamente Hades. En el caso de Lone Ruin, mi mayor temor al darle start y empezar a recorrer su mundo era que terminara cayendo en el segundo grupo mencionado, afortunadamente no. Si bien toma elementos muy centrales de la propuesta de SuperGiant, logra marcar su propio ritmo pero, lamentablemente, se queda sin nafta muy rápido.
Hades, pero mucho más
La propuesta es directa y simple: Nuestro héroe se adentra en lo que parece ser una ciudad devastada, corrupta por una suerte de entidad maligna a la que buscaremos destruir. Para hacer frente a esto tendremos a nuestra disposición una serie de hechizos que nos permitirán ir destruyendo a los distintos enemigos que iremos descubriendo en cada mapa.
Si bien a nivel gameplay se siente muy parecido a Hades (tipo de cámara, la manera en la que vamos avanzando, estilo de buffs e items que descubrimos) el punto en común termina ahí, ya que a la hora de la acción logra una propuesta bastante atractiva que está centrada, principalmente, en el combate a distancia.
Similar a lo que ocurre en títulos como Enter The Gungeon, Lone Ruin se centra en disparar y correr. Así es como contaremos con distintos hechizos que nos marcarán el estilo de partida que tomaremos. Por ejemplo, tendremos la clásica fireball que nos garantiza un daño sumamente destructivo pero con un tiempo de carga y una distancia bastante corta versus, por ejemplo, si elegimos utilizar un hechizo que nos permite golpear más seguido pero a menor daño, como ocurre con los shards. A medida que vayamos avanzando podremos ir comprando distintos upgrades para nuestros hechizos que nos permitirán reducir el tiempo de recarga, aumentar la distancia o el daño del mismo.
Visualmente, una verdadera joya
La propuesta estética y visual de Lone Ruin es muy llamativa. Se nota que el equipo de Cuddle Monster Games tiene una línea creativa muy marcada. Un estilo pixel art que me recordó gratamente al Hiper Light Drifter con una paleta de colores estilo neon que se hace presente en todos los mapas y enemigos que frentenemos.
¿En donde se disfruta más el apartado visual? Fundamentalmente en las batallas, a medida que van spawneando las hordas de enemigos nos encontraremos en un verdadero caos visual de colores y elementos que pondrán a prueba nuestros reflejos.
¿En donde falla?
La clave de este estilo de juegos es garantizarte, en la medida de lo posible, que las runs que hagas tengan elementos variados que te inviten a seguir jugando. Hades, en mi opinión, es el ejemplo supremo en esto, ya que conjuga un montón de variables que le suman más interés al objetivo principal en sí. En el caso de Lone Ruin, lamentablemente, no se logra ese efecto.
Ya al tercer o cuarto intento sentí que había explorado las combinaciones de hechizos posibles y me daba una idea de cuáles eran los que, a la larga, estaban más desbalanceados como para garantizarme matar a los enemigos de la manera más rápida posible. A esto se le suma que la ausencia de npcs con los que interactuar y/o un poco de historia que nos sirva de complemento hace que la experiencia rápidamente se sienta un poco vacía.
Y por último, es corto. Demasiado corto, y no sólo en materia de tiempo. En menos de 45-30 minutos, después de haber entendido las mecánicas de los 3 jefes, podés completar la aventura sin ningún tipo de problema. Pero más allá de la duración, que para algunos jugadores es una variable clave a la hora de comprar un título o no, creo que se siente “a poco” porque le faltan elementos que te enganchen y hagan mantenerte activo sin ponerte a pensar que estas haciendo exactamente lo mismo hace 1 hora.
Espacio para más, hay
Ojalá que a futuro los desarrolladores incorporen distintas mecánicas y elementos que inviten a los jugadores a mantenerse activos y aumente la rejugabilidad del título. Al margen, la propuesta es sumamente interesante y a eso también se le suma un precio que, para nuestra economía, no esta nada mal (Al momento de escribir esta review, 13/01, el juego tiene un valor de $315, impuestos incluidos, en Steam)
Si son de los que buscan una experiencia directa y simple, Lone Ruin va a satisfacerlos sin duda alguna. Logra conjugar algunos elementos de Hades dotándoles de una impronta propia que, esperamos, a futuro pueda crecer aún más.
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