A diferencia de una película, una serie o un libro, un videojuego tiene un componente muy importante que va más allá de la búsqueda creativa que pueden tener los otros mencionados productos audiovisuales. Nos referimos a la ejecución, la manera con la que interactuamos, para bien o para mal, con todo lo que el título está intentando mostrarnos. Y nuestra reacción a esa misma interacción será lo que determine que tanto nos llega el producto o no.
Lost in Random, el nuevo desarrollo del estudio sueco Zoink, producido por Electronic Arts, es un caso perfecto de para describir lo que pasa entre idea y ejecución, algo que en los papeles parecía muy bonito, y en parte lo es, pero la manera con la nos movemos por este mundo no termina de cerrar del todo.
Como comentamos en nuestras primeras impresiones, este título de acción y aventuras, con elementos de RPG, nos lleva al mundo de Random, un mundo ficticio gobernado por una malvada reina. El destino de todos sus habitantes se resuelve cuando alcanzan los 12 años, allí la monarca los visita y les hace tirar un dado mágico, si alcanzan un número alto deben formar parte de su corte especial, aunque sea contra su voluntad.
Esto es justamente lo que le sucede a Odd, la hermana de Eleven, la protagonista de este relato, ambas habitantes del Uno, el sector más pobre de Random. Even se embarcará en la aventura de rescatar a Odd abandonando su hogar y en el camino se encontrará otro dado mágico, al que nombrará Dicey, quien la ayudará a enfrentar a cualquier enemigo que se nos cruce en su camino.
Nuestras primeras horas en Lost in Random no podrían haber sido más cautivantes. Recorrer este mundo, aunque sea de forma extremadamente lineal, es un deleite. Esto se debe principalmente al estilo visual empleado para llevar a cabo este título, con una clarísima inspiración en las películas animadas de Tim Burton. Además lo notamos en el diseño de los edificios, que parecen tener medidas completamente distorsionadas, y obviamente en el de los personajes, criaturas de todo tipo que parecen hasta talladas en madera.
Hasta acá todo lindo, podríamos terminar la reseña en este punto y recomendando Lost in Random por su particular premisa y desarrollo artístico. Pero hay un elemento muy importante en el que este título no parece haber terminado de cerrar: su apartado de combate. Sucede que, a lo largo de la aventura disputaremos distintos combates que combinan elementos de tiempo real con una secuencia de activación de cartas que nos da habilidades especiales, como invocar espadas, arcos o bombas, entre otros.
La idea es, a priori, muy interesante, sobre todo por la forma con la que activamos estas cartas, llenando un medidor que se completa disparándole a los enemigos con una gomera. El problema recae en que la variedad de estos combates es completamente nula, esencialmente porque la manera en que los enemigos nos atacan es muy parecida, tirando a facilonga, y se estiran demasiado, lo que las convierte en un tedio.
Termina dando la sensación que Lost in Random es un juego dividido en dos. Por un lado tiene todo ese hermoso vuelo creativo que nos transporta a un mundo repleto de ideas muy interesantes y muy bien implementadas, desde el apartado visual y narrativo. Pero por otro lado tenemos un apartado de combate que, si bien tiene una idea interesante desde la teoría, se termina repitiendo una y otra vez sin darle nada a lo que esta aventura propone a nivel argumento.
Este nuevo título es para tomarlo con pinzas, realmente recomendable por lo que cuenta, los personajes y todo su desarrollo, con una campaña que se extiende por más de 12 horas, pero que su apartado más dinámico no termina de darle una vuelta de tuerca interesante. Quizás sea de esos juegos ideales para mirar con cariño cuando llegue una oferta.
Si llegaste hasta acá y te gusta lo que hacemos en Press Over, medio independiente hecho en Argentina, siempre nos podés apoyar desde la plataforma de financiación Cafecito. Con un mínimo aporte nos ayudás no sólo con gastos corrientes, sino también con la alegría de saber que estás del otro lado