A inicios del 2018 se anunció que MADiSON, un videojuego de terror psicológico argentino estaba en proceso de desarrollo. Alexis Di Stefano, líder del proyecto y de la desarrolladora Bloodious Games, empezó a trabajar en su idea en 2016 en Unity.
Si bien la idea era que el título viera la luz durante el mencionado 2018, hubo circunstancias que impidieron que así fuese, debiendo atrasarse hasta ahora. La buena noticia es que estará disponible multiplataforma desde el 8 de Julio de 2022.
Antes de empezar el análisis en profundidad, me parece importante adherirse a la aclaración que el propio juego hace al iniciarlo: al usarse una cámara Polaroid con flash como aspecto fundamental del título, se sugiere discreción a los jugadores por posibles episodios de convulsiones en personas con epilepsia fotosensible.
¿Poseído?
Controlamos a Luca, un joven que aparece encerrado en una desordenada habitación a oscuras y con las manos manchadas de sangre, sin recuerdos de nada de lo ocurrido y con su padre gritándole del otro lado de la puerta.
Avanzando en la aventura, empieza a surgir la idea de que nuestro personaje fue poseído por un demonio sediento de sangre y que lo está forzando a completar un ritual de hace décadas.
Para ir develando los distintos ángulos de la trama, tenemos textos, casettes, diapositivas y otros detalles en cada rincón de la casa, como investigación del padre de Luca sobre el origen del demonio en cuestión y cómo exorcizar a su hijo.
Influencias
Silent Hill P.T., el videojuego interactivo de 2014 que hacía las veces de avance del eventualmente cancelado Silent Hills, influyó claramente en MADiSON.
La casa donde transcurre la historia está llena de estrechos pasillos, ambientes que dan una constante sensación de encierro y agobio, y la luz no es algo precisamente que abunde, aunque tampoco hay tramos sumamente extensos de oscuridad total.
Cámara en mano
Tal como ocurre en otros títulos del género, no hay armas en MADiSON, siendo nuestra principal aliada una cámara fotográfica Polaroid que le regalaron a Luca para su cumpleaños número 16.
Mediante este ítem fundamental vamos a unir el mundo de los vivos con el de los muertos, encontrar pistas o incluso enfrentar a las entidades que nos acechan.
Me llevé una grata sorpresa la complejidad de los puzles, y en más de una ocasión me encontré en encrucijadas de las que me costó salir. Si te gustan esos fichines donde tenés que pensar bastante y en que los enigmas no sean simplemente una combinación básica, definitivamente vas a disfrutar MADiSON.
Silencio que ensordece
Apenas empieza MADiSON, nos aparece la recomendación de jugar con auriculares. Y es algo que ciertamente cambia la experiencia. La música no abunda, cediendo mayor protagonismo al sonido ambiente o directamente al silencio.
Las televisiones, grabaciones, el teléfono, el sonido de las agujas de las decenas de relojes de la casa y hasta el crujir del suelo a nuestros pasos son algunas pocas cosas que rompen con los momentos en que el silencio que nos rodea es por demás asfixiante.
El trabajo hecho por Bloodious con el aspecto sonoro es muy bueno, y demuestra que a veces no es necesario irse por todo lo alto ni se requieren orquestas de numerosos miembros para cumplir con creces con este rubro
Gráficos a la altura
El aspecto visual es gratamente sorprendente. Me parece algo a destacar teniendo en cuenta que por este lugar del mundo la industria de los videojuegos, si bien está en ascenso, le falta para poder ser competencia a mayores niveles.
A pesar de eso, visualmente se ve todo muy bien, las animaciones son más que interesantes y el juego de luz/oscuridad (clave en un título de este género) está muy bien ejecutado.
Una grata noticia que se logre este nivel de detalle, y que refuerza lo que sabemos hace rato: talento en la industria de videojuegos a nivel regional sobra.
Sustos que dan gusto
MADiSON es una muy buena novedad para el terror psicológico, y que tenga origen sea la escena independiente nacional me parece un enorme punto a favor.
Tomando elementos de Silent Hill P.T., crea toda una historia en torno a un viejo ritual y nos lleva a vivir una pesadilla cargada de demonios, sangre y locura.
Con unos logrados apartados gráfico y sonoro, logra una ambientación a la altura de los mejores juegos del género, manteniéndonos con un nivel de tensión constante a lo largo de la historia.
Por el lado negativo, creo que se queda algo corto en el apartado del menú, donde, entre otras cosas, no podemos anotar de alguna forma varios textos de importancia, debiendo recurrir a sacar fotos que tampoco tienen un acceso sencillo.
Son detalles que no arruinan la experiencia en absoluto, pero particularmente hubiera optado por añadir un botón que lleve directo a nuestras fotos (que por momentos sacamos muchísimas).
Asimismo, si bien los botones a usar (tanto con teclado y mouse como con controles) son pocos, sería positivo, al menos de entrada, a darnos la forma de usarlos, puesto que más de una vez estuve intentando tocar botones para determinadas funciones que se hacían, por ejemplo, manteniendo apretada alguna tecla.
Fuera de esas cuestiones de fondo, MADiSON es un título totalmente recomendado y que valió la pena esperar.
Si les gustan el terror y los puzles complejos, ni lo duden.
Si llegaste hasta acá y te gusta lo que hacemos en Press Over, medio independiente hecho en Argentina, siempre nos podés apoyar desde la plataforma de financiación Cafecito. Con un mínimo aporte nos ayudás no sólo con gastos corrientes, sino también con la alegría de saber que estás del otro lado