Finalmente se terminó. Silver Lining cerró con La ciudad nunca duerme, ese conjunto de DLCs que lanzó Marvel’s Spider-Man entre octubre y diciembre.
Tres historias pequeñas que se entrelazaron con resultados dispares pero que, en su conjunto, son más que satisfactorias como postre de un juego sobresaliente de Insomniac Games.
Silver Lining vino a concluir una trama que parecía que iba a tener como protagonista a Black Cat, pero que terminó prefiriendo a Hammerhead y Silver Sable. La idea no es ahondar demasiado en lo que ya te conté en el análisis de El Atraco y Guerras de territorio, pero mínimamente te tengo que poner en contexto.
Pasaron algunas semanas desde los acontecimientos de la trama principal, la ciudad salió del caos, pero todavía quedan territorios acéfalos que las diferentes organizaciones mafiosas se están disputando. Y de ahí surgen Black Cat, de la que ya habíamos tenido pistas en la campaña, y Hammerhead.
Este último logra hacerse con el arsenal militar de Silver Sable y hasta con algunos experimentos desconocidos y se transforma en una amenaza mucho más grande de la que esperaba nuestro querido Peter. Es así como en este tercer DLC nos terminamos aliando con la desquiciada mercenaria internacional.
Obviamente, al igual que los anteriores, no estamos hablando de una historia extensa. Incluso puede que se pueda pasar en menos de dos horas, pero a nivel argumental cierra muy bien algunos huecos y detalles que habían quedado picando.
Con una misión secundaria bastante interesante, en la que tenemos que recoger nueve audios que andan repartidos por Nueva York, termina de quedar claro el futuro de Yuri, la comisario Gordon del juego. Para los que no leemos los comics del superhéroe, va a ser una sorpresa bien respaldada por la evolución del personaje a través de la campaña principal y los contenidos descargables. Pero para los que estaban al tanto de la identidad de la policía, simplemente se va a tratar de un final anunciado.
Además, tendremos nuevas bases que desarmar, esta vez con seis oleadas que son un despelote total. Con misiles de todos los colores, bombas que nos desactivan los artilugios del traje, tipos con mochilas voladoras que se nos tiran encima, grandotes rompedores que pegan a lo Tyson y unos con cadenas que si te agarran te dejan culo pal norte.
Ni hablar de los últimos desafíos de la loca de las redes sociales. Y, por supuesto, los actos criminales de cada uno de los sectores de la ciudad, siempre vinculados a la trama de turno.
Pero Silver Lining no se limita solo a cerrar huecos argumentales y sumar nuevas misiones secundarias, sino que también nos tiene sorpresas preparadas. Por un lado, nos deja trepar muros sin el traje puesto por primera vez. La secuencia es corta, pero la novedad se agradece porque la sensación de sentirnos desnudos y expuestos se logra a la perfección.
Por otro lado, también se estrenan las alcantarillas. Hasta el momento nunca habíamos estado por debajo del asfalto, siempre balanceándonos entre los edificios o corriendo por la calle, pero jamás se nos había permitido descender al mundo de las ratas y el agua sucia. Sin embargo, en este último capítulo tendremos que hacerlo como parte de la historia y para desarmar bases enemigas.
¿Última novedad? Insomniac Games sumó el traje que usó Tobey Maguire en la trilogía de Spider-Man de 2002. Y usarlo se siente genial. Obvio que también, como en los anteriores capítulos, se agregaron otros trajes. Pero esos habrá que ganarlos cumpliendo determinados objetivos.
En conclusión, estamos ante un gran cierre de La ciudad nunca duerme. Un contenido descargable que empezó muy bien, decayó en el segundo y volvió a mejorar para el final. Con un más que aceptable desarrollo de personajes, con algunas sorpresas inesperadas y con un final post-créditos lógico pero prometedor.
Hay Marvel’s Spider-Man para rato. Y eso nos hace muy felices.
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Desarrollador: Insomniac Games
Lanzamiento: 21 de diciembre de 2018.
Plataformas: PS4
¿En Español?: Sí.
Fuente: Copia provista por PlayStation Argentina.