Hablar de Need for Speed es hablar de parte de nuestra adolescencia. Es recordar horas y horas de escapar de la policía y armar autos soñados por las calles del mítico Underground. Pero desde hace algunos años la saga vive de eso, de recuerdos. Y Need for Speed Heat no logra cambiar la historia.
Obvio que si te gustan los juegos de autos la vas a pasar bien, no te vamos a mentir, de alguna manera es divertido. Pero falla en un montón de aspectos que hacen que el tiempo que queremos pasar con él sea menor de lo que debería.
Por empezar es inaudito que el control del auto, siendo un juego exclusivamente de carreras, tenga el nivel que tiene. GTA V, de 2013 y con su foco en varios frentes, le pega un paseo de novela en la conducción. Y eso no se puede negociar.
Need for Speed Heat se siente duro, con arranques lentos y colisiones completamente antinaturales. Porque por un lado el auto es pesado, pero por el otro todo lo que forma la ciudad parece hecho de papel. Postes, divisiones de rutas, carteles, todo se rompe apenas lo tocamos y desaparece como por arte de magia.
Y si bien podemos entender que el juego va por otro lado, por la conducción alocada sin frenos, poner obstáculos tan irreales hace que nos saque de la experiencia. Sin dudas, tener construcciones a la altura harían que la tensión de las carreras y persecuciones fueran geniales. Pero así sabemos que nos podemos chocar casi cualquier cosa que va a estar todo bien.
Salvo que sea de noche, momento en el que la policía se pone complicada de verdad. A veces, incluso demasiado.
Porque ahí está otra de las características que distinguen a Need for Speed Heat. El ciclo de día y de noche, que hace que las misiones y recompensas sean otras. Si jugamos de día ganaremos dinero que nos permitirá mejorar el aspecto de nuestro auto, tal vez lo mejor del título, o comprar uno nuevo. Ahora bien, la noche es para ganar experiencia.
Pero antentos, porque si nos agarra la policía antes de entrar a un garage, la vamos a perder absolutamente toda. Por lo que hay que tener mucho cuidado de no caer en manos de la ley. Más que nunca.
Lo más frustrante de todo esto es que, si bien la idea es buena y funciona, da la sensación de que la IA de la policía está balanceada para que sea más complicada de lo que debería. Generando frustración en muchas ocasiones por lo inverosímil de su velocidad y poderío para frenarnos.
Aunque tranquilos, que no todas son malas noticias. Tal como adelanté unos párrafos atrás, uno de los puntos fuertes de Need for Speed Heat es la personalización de los autos. El lugar perfecto para los detallistas y maniáticos del tunning. Un rincón hermoso para meterle toda tu personalidad a los vehículos.
Ruedas, techos, espejos, capot, llantas, caños de escape, todo está ahí para que lo dejemos como más nos gusta. Y va a ser mejor que se acostumbren, porque modificar el auto base es mucho más barato que comprar uno nuevo. Por lo que es recomendable hacernos muy amigos de este sector del videojuego.
Y si o que te contamos no te convence para jugarlo solo, pensá que siempre vas a tener el modo online para disfrutarlo con amigos. Sin dudas, un plus que eleva la calidad del título, ya que pasar pruebas acompañado es otra cosa completamente distinta.
Aunque eso sí, para poder entrar en las mismas misiones tenemos que estar, como es lógico, en el mismo momento del día. Si es de noche y tu amigo/a está en un mapa a plena luz del sol, no se van a poder juntar.
Para cerrar, vale mencionar un detalle que hace a la experiencia general: el soundtrack, que está formado por casi 60 canciones que van desde reggaeton a hip hop. Elección que va completamente de la mano con el target, nos guste o no nos gusten esos géneros.
[rwp-review id=»0″]
Desarrollador: Ghost Games
Lanzamiento: 8 de noviembre de 2019
Plataformas: PlayStation 4 – Xbox One – PC
¿En Español?: Si
Fuente: Copia provista por EA