El 19 de noviembre llegaron los remakes de la cuarta generación llamados Pokémon Brilliant Diamond y Shining Pearl. Estos se unen a la lista de estrenos como New Pokémon Snap, Pokémon Unite y próximamente la cereza del pastel, Pokémon Legends: Arceus.
Los títulos originales fueron lanzados en el 2007 y significaron el paso de la saga a una nueva consola, la Nintendo DS. Por aquel entonces se consagraron como grandes entregas, novedosas, interesantes, incluso difíciles y por supuesto la rompieron en ventas. La región Sinnoh es una de las favoritas de los fanáticos y tiene una historia sumamente importante dentro de este universo, por lo que no fue ninguna sorpresa que Game Freak decidiera lanzar un remake. Ya lo vimos con Fire Red / Leaf Green, SoulSilver / HeartGold, Omega Ruby / Alpha Sapphire y hasta con Let’s Go, Pikachu! y su contraparte Let’s go, Eevee! para la Nintendo Switch.
Incluso este lanzamiento cobra más sentido si tenemos en cuenta que Legends: Arceus se centrará en contar los inicios del universo Pokémon dentro de la región Hisui, la cual eventualmente cambiará su nombre a Sinnoh. Entonces es básicamente un repaso – un poco necesario para quienes tenemos mala memoria – antes de adentrarnos en el título que dará fin a las celebraciones el 28 de enero del año que viene.
Bueno, pero entonces ¿vale o no la pena? O mejor dicho, los dólares
Si eres un fanático de la franquicia, cualquier entrega va a valer la pena porque pega de lleno en el corazón. Pasear por las distintas regiones, enfrentarte a NPC, capturar y entrenar a tus Pokémon favoritos, vencer la liga y completar la Pokédex siempre nos hará felices, pero hay que mantener las expectativas en línea y decir las cosas como son. El viaje por Brilliant Diamond y Shining Pearl es agradable, nostálgico y entretenido. Pero también es necesario recalcar que es tremendamente fácil, redundante y es casi cien por ciento una copia del original.
Sí, hay un motor nuevo, gráficos modernos, unos cuantos paneos de cámara en ciertas zonas, nuevos atuendos para el personaje y un par de cosillas mínimas por ahí. Pero el contenido sigue siendo el mismo, los NPC están exactamente en el mismo lugar diciendo las mismas líneas de diálogo, peleamos contra los mismos Pokémon en el mismo orden (con el mismo nivel) e incluso la liga es un poco más fácil que en el 2007. Para hacer las cosas peores, habilitaron la experiencia compartida, que hace que toda tu party suba de nivel sin siquiera participar en batallas y es una de las pocas configuraciones que no se puede apagar. Tengo un Luxray que no ha luchado ni una sola vez, pero ahí anda, en nivel 70 como todos los demás.
La ley del mínimo esfuerzo
Cuando anunciaron que Game Freak no estaría detrás de este título sino que quedaría en manos de ILCA – una compañía “soporte” de muchos proyectos japoneses – pensé que aprovecharían la oportunidad para crear contenido nuevo, pero no fue así. Esto no quiere decir que la experiencia sea netamente negativa, sin embargo los únicos agregados “fuertes” y destacables son tres.
Por un lado está la optimización del Underground, una zona muy grande que está bajo tierra y consta de seis mapas repletos de cuevas y por ende, de Pokémon. Sirve como un tipo de zona salvaje en donde te puedes dedicar a completar tu Pokédex, ya que los spawns cambian cada vez que entras y sales de los espacios disponibles. Además puedes utilizar un pico y martillo para excavar ciertas paredes y encontrar fósiles, gemas, piedras evolutivas y muchas cosas más.
Luego tenemos la eliminación de los HMs (Hidden Machines) que son habilidades especiales como surfear, cortar árboles, romper rocas, subir cataratas, entre otras. Anteriormente teníamos que enseñárselas a algún acompañante de nuestra party para poder utilizarlas, pero ahora se van sumando a nuestro dispositivo Pokétch y para realizarlas se invoca a algún Pokémon salvaje que se encuentre cerca a nosotros.
Por último y algo sumamente entretenido – y la verdadera carne del asunto – son los agregados post juego. Una vez que ganamos la Liga Pokémon y completamos los 151 bichos de la Pokédex regional, el Profesor Rowan nos desbloquea el catálogo nacional, lo que nos da un total de 493 (de la generación uno a la cuatro) por coleccionar. Estos empezarán a aparecer alrededor de toda la región, pero sobre todo en el Underground. Asimismo, el Profesor Oak nos da acceso a Ramanas Park, una zona repleta de cuevas que nos permite invocar a los monstruos legendarios (18 en total) utilizando unas rocas especiales que tendremos que encontrar con nuestro pico y martillo en la zona subterránea. Definitivamente la mejor parte de toda la aventura.
Sinnoh merecía más
Tras más de 45 largas horas recorriendo Sinnoh y de debatirme sobre la calidad del juego, debo decir que estos remakes no están para nada a la altura de revisiones como la de FireRed / Leaf Green o SoulSilver / HeartGold. Son entregas demasiado fieles a las originales, pero sin las suficientes mejoras como para destacar por sí mismas. Incluso dentro de lo nuevo, hay fallas importantes.
El juego tiene bugs, hay contrastes muy grandes entre las texturas dentro de una misma zona, incluso la resolución baja muchísimo al pasar del modo portátil al dock. Hasta caminar con tu Pokémon elegido fuera de su pokebola es una incomodidad, ya que constantemente se choca contigo y no te deja avanzar, se queda atorado detrás de edificios o árboles y se la pasa apareciendo y desapareciendo. Como si fuera poco, volvieron las bases secretas, pero atrás quedaron los cuadros, sillas, mesas, alfombras y peluches que se podían exhibir. Ahora sólo se pueden decorar con estatuas.
Oh Nintendo, Nintendo… Menos mal que te quiero.
Al ver para atrás recaigo en mis notas sobre juegos como Mario Party Superstars, The Legend of Zelda: Skyward Sword HD y ahora estos remakes, y me pregunto: ¿Nintendo se está quedando sin ideas o sólo disfruta de hacer dinero fácil? ¿Tal vez ambas? ¿Por qué está maltratando tanto a sus tres pilares: Mario, Pokémon y Zelda? No puedo evitar ver todos estos lanzamientos en los últimos dos años y pensar que son entregas innecesarias, poco satisfactorias, para nada novedosas y todas a precio completo (USD 60.00). Incluso podemos ir un poco más atrás y hallamos Mario Golf: Super Rush, Super Mario 3D World + Bowser’s Fury y el polémico Super Mario 3D All-Stars.
Esperemos que Nintendo se ponga las pilas en crear algo revolucionario, como es costumbre, porque últimamente se siente todo como un reciclado de lo mismo y – a pesar de que gente como yo compre todo lo que publican – no es realmente positivo ni traza una línea de crecimiento para la compañía y el desarrollo de sus videojuegos.
Por mi lado, sí me permiten darles un consejo (o varios), si ya jugaron las versiones originales de la cuarta generación, vuelvan a esas y salteen estos remakes, usen aquel dinero para darse un paseo realmente mágico por New Pokémon Snap y ahorren para Pokémon Legends: Arceus, que ojalá sea la sorpresa que todos estamos esperando. ¡Felices fiestas y nos vemos pronto en Hisui!
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