Gracias a la acumulación de las tareas mundanas de cualquier ser humano, el trabajo “formal”, las reviews pendientes por escribir y los últimos ajustes a unas merecidas vacaciones, no me dio el tiempo para poder jugar por completo esta historia. Tiene sentido. Para poder hacerlo tendría que haber estado pegada a la pantalla por 12 horas diarias desde el momento en el que descargué el título porque tiene un total de 60+ horas. Impresionante.
Por otro lado, no es justo para el juego y sus desarrolladores que alguien atraviese a la velocidad de la luz un universo que les costó tanto tiempo y esfuerzo construir. Es por eso que presentarles mis primeras impresiones me parece lo correcto. Prometo que cuando termine de deleitarme con todo lo que Holograd tiene para ofrecerme, haré un análisis completo del título, su historia, sus personajes, mecánicas y todo lo que Bravely Default II tiene para ofrecer (que no es poco). Ahora sí, vamos a lo importante.
Este es en realidad el tercer juego de la familia Bravely Default. El primero salió en 2012 y luego salió Bravely Second: End Layer en el 2016, ambos para la Nintendo 3DS. A pesar de que este lleve el número “II” en el título, es totalmente independiente de los anteriormente mencionados y no es necesario haber vivido sus historias para comprender esta nueva aventura.
Esta vez nos encontramos en el cuerpo de Seth, un joven marinero que naufragó hasta las orillas del reino de Holograd. Ahí lo encuentra la princesa Gloria, soberana de una nación llamada Musa, y su fiel escudero, Sir. Sloan, un caballero de avanzada edad que resultará una gran adición al equipo. Créanme que lo extrañarán cuando ya no los acompañe más.
Al poco tiempo dentro de la historia descubrimos que la misión de la princesa Gloria es juntar cuatro cristales (aire, tierra, fuego y agua) para salvar al mundo de caer en una catástrofe. Ella ya cuenta con el primero, pero necesitará de nuestra ayuda para poder recuperar los demás. A nosotros se unirán Elvis, un erudito de la magia negra y Adelle, una mercenaria. El primero está buscando descifrar los misterios de un libro escrito por su mentor y la segunda fue contratada para acompañarlo y protegerlo. Estos cuatro entrañables personajes serán los héroes de la luz.
Seamos honestos, la historia no es una locura innovadora. La misión es clara y concisa. Está explicada desde el inicio y aunque no tiene giros inesperados ni sorpresas espectaculares (hasta ahora), va tomando cada vez más forma y fuerza conforme nos van cayendo nuevos trozos de información de forma inesperada.
Dentro de la party principal, estos cuatro personajes son muy distintos entre sí, lo que hace que sus interacciones sean muy entretenidas. Sobre todo las de Elvis, quien demuestra ser un carismático amante de la bebida. Cada cierto tiempo, mientras descubrimos los rincones de Holograd y sus ciudades – espacios enormes y estéticamente hermosos y cautivadores – podemos utilizar el botón “+” para abrir un diálogo entre ellos. Esta es una adición que nos permite conocer un poco más de sus personalidades y sus historias individuales de una forma más casual, ya que es algo opcional. Personalmente siempre me tomo el tiempo de abrir y reproducir estas interacciones, pero les mentiría si no les digo que algunas son realmente largas e innecesarias.
Asimismo, durante toda la aventura podremos optar por intercalar entre la misión principal y realizar tareas secundarias que nos pedirán otros habitantes del mundo. Aquí es importante recalcar que mientras más tareas “extra” hagamos, más rápido subiremos de nivel, más dinero ganaremos para comprar mejores armas y más items especiales encontraremos. Si bien el título no es extremadamente difícil, algunos de los jefes pueden ser realmente complicados de superar e incluso requeriremos de varios intentos, así que ojo con esto.
Dentro de las primeras horas de juego, tendremos la opción de realizar una misión secundaria en la que se nos otorgará como recompensa una pequeña embarcación. Esta nos permite navegar mientras no estamos activamente jugando y de esa forma tenemos la posibilidad de “pescar” ítems importantes mientras no estamos. Usen la embarcación lo más que puedan porque lo que atrapen nuestras redes será de gran ayuda.
Toda esta primera parte estilo tutorial – que dura aproximadamente 4 horas – nos sirve para conocer y comprender la historia, ahondar un poco en cada uno de los personajes que conforma el equipo, pero sobre todo para explorar las mecánicas al máximo y que así podamos ir agarrándole la mano a la parte estratégica del asunto.
El sistema de pelea es sin dudas uno de sus puntos más fuertes. En general, las batallas por turnos son sencillas y muchas veces pueden llegar a ser aburridas, pero este no es el caso. Aquí contamos con dos comandos esenciales: Bravely y Default, y tenemos que convertirnos en expertos equilibrando ambos para poder tener éxito en los enfrentamientos.
El primero consiste en tomar turnos “prestados” haciendo uso de los puntos de batalla (BP). Podemos tomar prestados hasta 3 turnos (dejando nuestros BP en -3). Junto al turno en curso, esto nos permite dar un total de 4 movimientos seguidos. Cada uno de estos movimientos puede utilizarse para algo distinto: dar un golpe, utilizar magia, un ítem, etc. El problema recae en que eventualmente hay que recuperar esos turnos prestados y mantenernos quietitos mientras nos golpean, así que toca usarlos con responsabilidad.
El segundo trata de hacer todo lo contrario. En el caso de Default lo que hacemos es ponernos en posición de defensa para recibir menos daño de parte del enemigo y sumar un BP a nuestro contador. Se puede acumular hasta un máximo de +3 BP, lo que nos permite 4 movimientos seguidos.
Como ya mencioné, el balance en los combates es esencial. Mi recomendación es que frente a los enemigos comunes quemen sus BPs sin problema, ya que sus barras de vida no son muy extensas y morirán rápidamente sin lugar a réplica. Pero al momento de un enfrentamiento importante o la pelea con algún jefe, se conviertan en estrategas profesionales y balanceen bien ese Bravely y ese Default porque sino pueden quedarse atascados.
A lo largo del juego nos enfrentaremos tanto a personas como criaturas extrañas, siendo estos los más comunes de encontrar rondando por las rutas de Holograd. Lo bueno es que nosotros tenemos la decisión de si queremos acercarnos para luchar o preferimos seguir de largo. En el caso de que así sea, existe una mecánica muy tierna que nos indica qué tan preparados estamos para lo que se viene. Pero si somos más poderosos que el enemigo, éste se alejará de nosotros despavorido mientras aparecen unas gotas de sudor. De manera contraria, los enemigos vendrán directo a embestirnos sin reparo y un signo de exploración aparecerá en la pantalla. Definitivamente dos distinciones sumamente útiles al momento de buscar pelea, ya que no queremos que nos den una paliza.
Por otra parte, una de las mecánicas que más disfruté descubriendo fue la de los asteriscos. Estos artilugios son escasos y debemos luchar arduamente para obtenerlos. Pero, ¿para qué sirven? Pues los codiciados asteriscos sirven para otorgarnos distintos “trabajos”. Entre ellos está el monje, el mago blanco, el mago negro, el bardo y más. Estas asignaciones no sólo cambiarán la forma de vestir de cada personaje (todos con trajes muy hermosos por cierto), sino que les otorgará un set especial de habilidades y cambiará sus stats dependiendo la clase elegida. Obviamente hay que ser inteligentes y sobre todo estratégicos al momento de asignarlos. Tengan en cuenta la variedad y la combinación de los poderes, para poder tener una cobertura más extensa de habilidades y sacar ventaja sobre los enemigos.
Tiene además pequeñas cosas extra que demuestran la alta calidad de desarrollo que tiene el título. Desde las páginas de habilidades de cada uno de los personajes, el diario de viaje que guarda escenas y conversaciones, hasta la carpeta de Lore, en la cual podemos revisar toda la información de bestias, armas, armaduras e ítems.
En líneas generales y tras lo que he podido experimentar dentro de las diez primeras horas de juego de Bravely Default II debo decir que estoy encantada y muy enganchada. Sí, la historia no es espectacular y a sus protagonistas aún les falta un golpe de horno. Tal vez el haber hecho que sus personajes tengan el estilo chibi (cabezas grandes y cuerpos pequeños) no fue la mejor opción porque es un gusto adquirido. Incluso puede que tienda a sobre explicar muchas cosas o pecar de repetitivo en segmentos importantes como sus dungeons. Pero realmente tiene muchos otros aspectos que suplen esas falencias.
Tanto la interfaz de usuario, como todo el apartado visual, los cautivantes escenarios, la música y ese combate tan aceitado hacen que sea toda una experiencia recorrer el mundo de Holograd. Es definitivamente un juego que, al igual que Octopath Traveler, debe disfrutarse lentamente, paso a paso. ¿Lo que me deja más contenta de todo esto? Aún tengo 50 horas por delante, no tengo idea qué va a suceder y no podría estar más emocionada por la cantidad de cosas y ciudades que me quedan por descubrir.
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