Los seres humanos somos una especie social, que necesita de los otros para sobrevivir. Lamentablemente, nuestros hábitos y costumbres nos han llevado hacia la fragmentación de las comunidades. Pero no todo está perdido, más allá de las diferencias aún estamos unidos por un sentimiento que Surviving the Abyss viene a explorar: el miedo.
Este nuevo citybuilder se centra en uno de los temores más populares de la era de internet: el terror a las profundidades. Como su nombre lo indica, la obra de Paradox Arc nos desafía a construir y gestionar una central de investigación ubicada en el abismo marino. Allí nuestros experimentos estarán a salvo de la opinión pública pero serán acechados por los peligros que habitan el fondo del océano. ¿Lograremos resistirlos?
Siempre son los militares
Al igual que las anteriores entregas de la saga (Surviving Mars y Surviving the Aftermath), este título está centrado en planificar una ciudad en un entorno adverso y en una línea de tiempo alternativa. Son los años 70 y la guerra fría está en auge, solo que la carrera científica no se dirigió al espacio sino a crear técnicas avanzadas de clonación. El problema es que los experimentos salieron a la luz y las sociedades reaccionaron negativamente.
Por supuesto, los militares vieron la oportunidad y decidieron contratar a los científicos para que continúen sus estudios en un entorno más seguro. Aunque el fondo del océano no sea mi definición de seguridad, sospecho que habrán tenido buenos motivos para llevarlos a esa locación. Sea como sea, los investigadores fueron trasladados al abismo marino y allí realizarán sus estudios utilizando los recursos que tengan a su alcance.
En esta narrativa tomamos el rol del supervisor de la operación, deberemos controlar que los experimentos sean exitosos y garantizar la supervivencia de los investigadores. La misión no es sencilla y requiere una planificación metódica que tenga en cuenta los posibles inconvenientes. No estamos ante un citybuilder relajado como Against the Storm, Surviving the Abyss es una propuesta llena de desafíos constantes.
Lento pero seguro
Como en cualquier otro título de este género, aquí deberemos comenzar nuestra base casi desde cero. El único edificio con el que contamos es una torre de control que brinda energía y oxígeno limitado mientras ilumina la zona que la rodea. Es una estructura que recuerda a la chimenea central de Frostpunk, pero aquí esta construcción tendrá menos relevancia y podrá ser replicada múltiples veces.
Los recursos que esta torre otorga no son suficientes, obligándonos a que rápidamente tengamos que comenzar las obras. Lo principal será garantizar energía con generadores a base de carbón y luego ampliar el suministro de oxígeno con filtros. Después continuar con la producción de alimentos y garantizar la disponibilidad de hogares para los operadores de la base.
No hay muchas novedades pero cuando creemos que será lo que se estila en el género, Surviving the Abyss le inyecta sus propios elementos. Una vez que instalamos los edificios principales se nos irán activando misiones que apuntan a continuar la narrativa propuesta. Hay que crear laboratorios de investigaciones, desbloquear nuevas tecnologías y proveernos de los materiales necesarios para comenzar el proceso de clonación.
Falta el aire, aumenta la presión
La tensión es una constante en Surviving the Abyss porque balancear nuestras tareas no es sencillo y mucho menos en un entorno que no conocemos. Estamos rodeados de oscuridad y en ella se esconden criaturas hostiles a las que no les gusta nuestra presencia. Lo único que puede mantenernos a salvo es la iluminación pero generarla artificialmente drena nuestro suministro de energía limitado.
Como si fuera poco, tampoco tenemos acceso a nuevo personal y solo tendremos mano de trabajo creando clones. El problema es que estas réplicas tienen lapsos de vida extremadamente cortos y al expandirnos será difícil reemplazar a los empleados perdidos. Serán pocos los momentos en los que llegamos a creer que nada puede salir mal, pero algunos eventos emergentes nos sacarán del confort e irán minando nuestra seguridad.
La presión sobre nosotros aumenta cada minuto y casi sin introducción tendremos que ir aprendiendo que necesitamos para hacer funcionar la base. Aunque los recursos que manejamos son pocos, la mayoría escasean en el fondo marino y deberemos pensar alternativas para solucionar los problemas que surgen. Habrá que leer, probar y fracasar hasta que aprendamos cuál es la clave del éxito en nuestra misión.
El miedo como herramienta
En definitiva, Surviving the Abyss es desafiante para cualquiera que se sumerja en la propuesta. La idea es que logremos sentir que cada momento es un desafío superable pero que requiere nuestra completa concentración. Es una experiencia adrenalínica basada en subir nuestro ritmo cardíaco a través del miedo. Cada elección puede desencadenar problemas y tomar una decisión equivocada puede hacernos fracasar en el futuro.
Aunque lo usual es que el temor paraliza a quienes lo sienten, si queremos triunfar debemos usarlo para nuestra ventaja y convertirlo en una herramienta. La supervivencia requiere que nuestros sentidos estén encendidos y para eso nada es mejor que un estado de alerta. Solo lograremos resistir la presión del abismo y de nuestra posición si pensamos más allá del atemorizante escenario que tenemos delante.
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