“Nunca pares de moverte”, le dice Ayo a Valah en uno de los diálogos del juego, y esa frase resumió toda mi experiencia.
El pasado 22 de mayo se lanzó Rakugaki RKGK en Steam, un plataformas 3D para un solo jugador desarrollado por el debutante estudio mexicano Wabisabi Games.
En 2020 recibieron un respaldo inicial de dinero del Programa de Fundadores Subrepresentados de Riot Games, que invierte en comunidades para ayudar a crear juegos y experiencias para jugadores de todos los orígenes. Bajo ese concepto, Gearbox Publishing forjó una asociación con Wabisabi Games para asegurarse de que Rakugaki RKGK llegue a la audiencia global más amplia posible.
En esta historia asumimos el rol de Valah, una artista callejera y rebelde que lucha por liberar su ciudad del dominio del Sr. Buff, un villano corpulento que pretende esclavizar a la población utilizando pantallas hipnóticas publicitarias y un ejército de robots. Armada con latas de spray, Valah recorre la ciudad, devolviéndole la vitalidad mediante graffitis, y todo a una velocidad despampanante.
Sin embargo, la trama no es lo más importante en Rakugaki RKGK, la verdadera atracción radica en su vibrante arte y jugabilidad. La historia es sencilla y es un buen disparador para la acción, lo cual es más que suficiente.
Aprendí también que la palabra “Rakugaki” significa “garabato” o “boceto” en japonés, y es comúnmente usada para referirse a dibujos o escritos realizados de manera rápida e informal, como los que se hacen cuando uno está distraído o simplemente jugando con un lápiz. Entonces Rakugaki, en el contexto del videojuego mexicano, evoca la idea de graffiti y arte urbano, como una forma de expresión y resistencia contra el régimen opresivo. Pero yendo un poco más allá, podemos afirmar que también nos representa esa idea de velocidad que le da la premisa principal a la obra.
Rakugaki se destaca por su jugabilidad fluida y accesible. Valah puede saltar, hacer doble salto, correr y deslizarse. Y al usar spray, puede deslizarse por el suelo o flotar en el aire, lo que añade una dimensión estratégica a la navegación de los niveles.
El juego se estructura en múltiples secciones de la ciudad, cada una dividida en cinco etapas seguidas por una batalla contra un jefe. El objetivo en cada nivel es llegar del punto A al punto B mientras se marcan monitores de TV, se recolectan monedas y se derrotan enemigos.
Aunque el juego comienza de manera sencilla, la dificultad aumenta progresivamente, ofreciendo un verdadero reto en etapas finales. Se puede elegir entre dificultades “moderna” y “retro”, siendo esta última una opción más desafiante que remite a antiguos juegos de plataformas.
Cada nivel de Rakugaki RKGK es una prueba de plataformas, trampas, pick ups y cajas para romper. Moverse se vuelve muy divertido con la cantidad de opciones que te dan para cada maniobra, sin embargo, es la cámara lo que a veces no sigue adecuadamente la acción, causando alguna que otra muerte injusta.
Además, el rendimiento de cada nivel se califica, siendo el tiempo de finalización lo que más afecta la puntuación y dejando a los enemigos más como un obstáculo a sortear que como un desafío de combate.
Perseguir, entonces, esas marcas son el núcleo de Rakugaki RKGK, y es adictivo volver a jugar los niveles con la esperanza de descubrir atajos ocultos o encontrar formas más rápidas de poder pasar cada etapa. Dedicar tiempo a descubrir una nueva forma de ahorrar segundos para obtener una mejor calificación se siente como una victoria en sí misma.
El apartado artístico
Como dije, la presentación visual de Rakugaki RKGK es uno de sus mayores atractivos. Cada vez que Valah se encuentra con uno de los anuncios de TV que debe pintar para obtener puntos extra, se destraban obras de arte llenas de colores vibrantes que contrarrestan con el rojo y el gris producto de la opresión del Sr. Buff. Un resultado muy gratificante de ver cada vez que se debe cumplir con esa tarea.
Incluso la música está muy bien diseñada como para acompañar el constante movimiento de nuestro personaje y sus piruetas, con una banda sonora electrónica que, te digo, me mantuvo pendiente de manera inmersiva. Ya que no solo complementa la jugabilidad, sino que también motiva a seguir adelante, manteniéndote enérgico y enfocado durante toda la partida.
Otra vez la idea de no parar de movernos.
Para jugadoras dispersas como yo, este tipo de diseño sonoro y visual siempre es un buen gancho para poder avanzar en el juego de manera fluida.
Amiguis, para los fans de juegos como Hi-Fi Rush, Ratchet & Clank o Jet Set Radio, Rakugaki RKGK es una joya que vale la pena explorar. Lo que más me gustó: sus animaciones, el arte total y ese toque extra de rosita que es mi debilidad.
Si querés conocer más videojuegos hechos en Latinoamérica, no te pierdas nuestra cobertura del Latin American Games Showcase durante el Summer Game Fest 2024.
Se ve lindo el juego, y tiene una re pinta. Lo tengo ahi en whishlist y en consideracion si compro o no en estas rebajas este u otro de los tantos que recomiendan en el podcast del martes.