Los disparos vuelan por el escenario. Partículas de todos los colores chocan violentamente contra mis pupilas extasiadas de placer. Los sentidos se agudizan y los reflejos, más alertas que nunca, se preparan para actuar ante cualquier amenaza.
Soy uno con el joystick y siento en cámara lenta el ataque inminente de un enemigo que se prepara para dispararme por la espalda, pero no tiene caso. Las vibraciones, los sonidos y las sensaciones presionan L1 en mi lugar, casi como si estuviera empapado por las reglas de la inercia. Una grieta dimensional me arrastra hacia un rincón alejado del campo de batalla en un abrir y cerrar de ojos, y el enfrentamiento continua.
Bienvenidos y bienvenidas a Ratchet and Clank: Rift Apart, el verdadero primer videojuego de la nueva generación.
Sí, lo sé, me van a decir que realmente no es el primero, que también están Demon’s Souls y Returnal, pero la verdad es que todo aquello de lo que alardeó PlayStation 5 en sus promociones iniciales, esos detalles técnicos que por su velocidad de procesamiento nos iban a dejar con la boca abierta, están acá. Y vaya si se disfrutan.
La nueva obra de Insomniac, seguramente el estudio más rendidor de toda la familia PlayStation, es diversión pura y dura. Con grandes momentos de acción y descontrol sin una mínima baja de frames, con momentos para pensar protagonizados por Clank, un minijuego de disparos, mareos y hackeos de la mano de una araña robot, y hasta algunas instancias de plataformas con poca gravedad vinculados a grietas dimensionales y coleccionables. Variantes que le dan aire fresco a una franquicia que revivió en 2016 tras una decena de entregas, y que hoy está más vigente que nunca.
Ratchet and Clank: Rift Apart es la secuela de aquel reboot estrenado en PlayStation 4, y su punto de partida pasa por un festejo en el que Clank le regala un arma dimensional a Ratchet y, por conveniencia del guion, llega el malo de turno para arruinarles el momento.
A partir de ahí, el histórico Nefarious se encargará de romper la realidad para transformarse en el amo y señor del universo. ¿Nuestra misión? Recuperar el arma mientras visitamos diferentes planetas con Ratchet, Clank y sus versiones femeninas de otra dimensión: Rivet y Kit
Hasta ahí lo que les voy a contar de la historia, prometo, porque lógicamente hay varias sorpresas y lejos estoy de querer arruinarles la experiencia. Pero sí que vamos a profundizar en las mecánicas, novedades, rendimiento técnico, gráficos y todo lo que quieren saber. Así que arranquemos!
Lo primero de lo que quiero hablarles, porque seguramente también sea lo que más les interesa, es todo lo que tiene que ver con el apartado técnico. Eso que hizo que, de entrada, lo sentencie como el primer gran exclusivo de la nueva generación de la consola de Sony.
Ratchet and Clank: Rift Apart no sólo se ve increíble, como si se tratara de una peli de Pixar, sino que encima funciona de maravilla. En los momentos más alocados de su gameplay, esos en los que vuelan disparos para todos lados, se rompen cajas, explotan cosas y nos teletransportamos entre grietas dimensionales, el juego corre como si nada. No hay bajones de imágenes por segundo, no hay bugs molestos… nada de nada. Una locura.
PlayStation 5 demuestra con este primer gran exclusivo que la campaña de marketing no nos mentía, y que la verdadera nueva generación estaba en la velocidad de lectura, en la desaparición de los tiempos de carga y, principalmente, en la creación de mundos instantáneos sin trucos para disimular las esperas.
Es difícil explicarles la sensación, porque nunca hay como la experiencia empírica, pero les puedo asegurar que se van a sentir uno con el joystick. Joystick que, dicho sea de paso, todo el tiempo nos comunica algo con sus vibraciones y parlante, por lo que también suma mucho a la inmersión. Otra de las propuestas de valor cumplidas con creces.
Y si a todos esos avances técnicos le sumamos los gráficos, estamos ante un videojuego que parece ser apenas la base de lo que va a ser posible en una generación que, por ahora, ya obnubila en pañales.
Los personajes, sus animaciones faciales y corporales, los entornos, los escenarios de los variados planetas que visitamos… todo está al nivel que Insomniac nos tiene acostumbrados. Un estudio que desde hace un tiempo ya pertenece oficialmente a la familia PlayStation y que, actualmente, también tiene sobre sus hombros nada menos que a Spider-Man.
Nos topamos con entornos desérticos, con agua, ácido, plataformas en el medio del espacio, alguna nave llena de recovecos y mucho más.
La verdad que es imposible aburrirse, ya que ante la mínima posibilidad de monotonía, Ratchet and Clank: Rift Apart nos revolea por la cabeza con momentos de puzzles protagonizados por Clank, desafíos dimensionales llenos de plataformas en lugares con poca gravedad, y hasta otros de disparos con una araña robot. Con la que podremos caminar por pisos, techos y paredes mientras eliminamos virus informáticos. ¿Su nombre? Glitch, y nos sirve para abrir puertas bloqueadas. Una fiesta de variedades.
Variedades que aumentan aún más cuando nos ponemos a hablar de las armas disponibles. Cerca de 20 diferentes y cada una con su propio árbol de habilidades.
Arrancamos con una básica que dispara como si fuera una pistola láser. Pero al rato nos damos cuenta que usarla la sube de nivel y eso nos permite mejorarla con unos cristales celestes que iremos encontrando por el escenario. Las demás se irán habilitando a medida que avancemos por la historia, pero para comprarlas será necesario tener mucha de esa chatarra que recolectamos cuando matamos enemigos o rompemos cajas. Por lo que, una vez con que tengamos a disposición los recursos necesarios, será clave pensar cuál queremos mejorar.
Cada jugador o jugadora tiene sus gustos y estilos de combate, lo sé pero, si me dejan, les recomiendo la eléctrica, el lanzamisiles y las dos que despliegan pequeños ayudantes. Muy importantes a la hora de enfrentarnos a muchos enemigos en espacios demasiado abiertos. Incluso también pueden pensar en la que congela, también relevante para pensar bien cómo seguir atacando.
Pero tranquilos y tranquilas, porque más allá de algunas situaciones puntuales, no se trata de un videojuegos complicado de terminar si lo jugamos en dificultad normal. Tal vez la mejor manera de disfrutar la aventura sin frustrarnos por el camino.
Tal es la atención que le puso Insomniac a la frustración, que nos deja saltearnos los momentos de puzzles. Una buena noticia para los que solo disfrutan de la acción o para aquellas personas que, simplemente, no pueden superar instancias como esas. Porque, ante todo, los exclusivos de PlayStation tienen, desde hace un tiempo, a la inclusión como bandera. Y eso está muy bien.
Total, si no querés saltearte nada por orgullo (como yo), no lo hacés y listo. La variedad de opciones para expandir el público y hacer a los videojuegos más democráticos, nunca están de más.
Párrafo aparte para la música y el diseño artístico, que tengo ganas de mencionarlos en combo porque en ambos casos me recordaron a la misma saga: Star Wars.
Los dos apartados destilan inspiración en la saga de George Lucas. En el caso de la banda sonora, muy especialmente en los momentos de tensión, donde las armonías y hasta algunos acordes, nos transmiten el espíritu de la franquicia que cambió la historia del cine de ciencia ficción para siempre.
Y en lo que respecta al diseño de escenarios, hay algunos planetas muy particulares en los que parece que gritaran Star Wars por todos lados. Con Torren IV como máximo exponente por sus reminiscencias a Tatooine, el planeta de Luke. O Corson V, donde se ubica Nefarious City, con calles repletas de robots que recuerdan a algunos momentos de muchedumbre de la franquicia que hoy le pertenece a Disney.
Además, a nivel artístico, el juego también bebe mucho de películas como Guardianes de la Galaxia, donde predomina mucho el uso del violeta y de los colores con destellos de neón.
Ahora bien, si llegaron hasta acá deben creer que en Ratchet and Clank: Rift Apart es todo color de rosas. Y puede que sea bastante así, pero creo que hay algunos detalles a mejorar y me gustaría marcarlos.
Usar a Rivet, la carismática versión femenina de Ratchet, no modifica absolutamente nada a nivel jugable. Saltamos, disparamos, pegamos y nos movemos igual con cualquiera de los dos, y solo nos daremos cuenta quién es quién por su color. Un error en el que también cayó el último Crash Bandicoot 4 cuando, al jugar con Coco, tampoco se notaban diferencias. Aunque en el caso del exclusivo de PlayStation 5 la excusa del guion sostiene mejor la decisión de diseño.
¿Otra negativa? Algún bug por aquí y por allá. Uno en una misión en particular, donde me quedaron atascados unos enemigos que salían de la lava y por no verlos no supe que hacer durante varios minutos. Y otro cerca del final, con la robot que nos vende las armas y las mejoras. Al momento de apretar cuadrado para ver el video del arma que quería comprar, quedaba al transmisión en blanco y tenía que cerrar el juego para destrabarlo. Pasó una sola vez y posiblemente sea porque todavía no está en el mercado y faltan unas últimas actualizaciones, pero igual me parecía oportuno marcarlo.
Finalmente, la última pálida tiene que ver con los momentos de puzzles protagonizados por Clank. En esos niveles la idea es ir ubicando esferas en los lugares correctos para pasar a la próxima instancia. Pero a veces, si me equivocaba y quería cambiarlas, una desaparecía y tenía que reiniciar el nivel. No tengo idea si era un error mío, pero la verdad es que parecía ser un error y espero que para el lanzamiento del 11 de junio quede solucionado.
En conclusión, Ratchet and Clank: Rift Apart tiene algunos detalles para mejorar, pero a grandes rasgos estamos ante un videojuego que justifica la nueva consola de Sony. Y ya no sólo desde su apartado gráfico, como les habrá quedado claro, sino desde el técnico. Ese que le vendió la consola a millones de personas en estos primeros meses.
Además, nos presenta dos nuevos personajes principales y nos hace viajar por escenarios de los más variados durante 15 o 20 horas. Horas que, al igual que el episodio de 2016, tienen un valor de rejugabilidad maravilloso si es queremos conseguir todas las armas, pasar los desafíos de arena presentes en uno de los niveles, o conseguir todos los coleccionables.
Ya saben que en Press Over no ponemos más notas, así que no esperen un número. Lo único que les puedo decir es que si tienen una PlayStation 5 ni lo duden, Ratchet and Clank: Rift Apart es un imprescindible.
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