Han pasado 30 años de la última participación de Ron Gilbert y Dave Grossman en un Monkey Island, pero Devolver Digital y Terrible Toybox hicieron lo imposible. Con ustedes, Return to Monkey Island.
Un pedazo de historia
No solo es un clásico, sino que es parte fundamental de la historia de los videojuegos, pero lamentablemente con respecto a otros pilares como Mario, Sonic o Street Fighter, no goza del vox populi, sino que se convirtió en una obra de culto.
En su momento fue un exitazo que se posicionaba en la cresta de la ola de las aventuras gráficas, uno de los géneros más prolíficos de las décadas de los 80-90’s, junto con bestias pardas como Broken Sword, Indiana Jones, Day of the Tentacle, Maniac Mansion entre otros.
Quien comandaba ese campo era LucasArts y si tenemos que nombrar a una sola persona que represente a los point & click, es Ron Gilbert. El mismo que dio vida a la saga de la Isla de los Monos, pero de las cinco entregas, solo fue autor de las primeras dos, para luego asesorar o solamente ser nombrado.
Monkey Island 2: LeChuck’s Revenge (1991) fue la segunda y última participación de Ron y compañía, y es aquí donde se abre una brecha entre el artista y su obra, porque durante décadas se ha discutido si era justo considerar las entregas posteriores como parte del canon (cosa que él mismo no considera), ya que el final de este título dejaba un plot twist interesantísimo y que a muchos les pareció una genialidad y a otros tantos un desastre remediado con la tercera parte, pero de eso hablaremos más adelante.

La polémica con Return to Monkey Island
El Fandom es el quinto Jinete del Apocalipsis y cuando se confirmó lo que parecía imposible, las expectativas se fueron por las nubes, pero sucedió lo que sabíamos que iba pasar. Al fandom no le gustó lo que le mostraron. Todas las veces que salía un nuevo Monkey Island, se quejaron del estilo artístico. ¿Por qué pensar que esta vez iba ser diferente?
El problema real no es la disconformidad, sino que en otros tiempos donde el internet aún estaba en pañales, el fandom tenía que descargarse en foros e incluso por carta, pero hoy, en la era de la inmediatez, la avalancha de bronca que le cayó a Ron Gilbert fue instantánea y afectó tanto al veterano que tuvo que cerrar los comentarios de su blog personal.
Ron Gilbert comentaba en su blog a posteriori de los ataques: «Voy a cerrar los comentarios. La gente está siendo cruel y voy a tener que borrar los comentarios con ataques personales. Es un juego increíble y toda la gente del equipo está orgullosa de él. Juéguenlo o no lo jueguen, pero lo arruinen para los demás. No voy a subir más cosas sobre el juego. Me sacaron las ganas de compartirlo»
Por suerte esto no terminó por afectar el proyecto y hoy tengo la dicha de poder reseñar esta belleza.
Un clásico 0km
No se preocupen que no voy a entrar con spoilers. Quiero y necesito que muchos de ustedes lo experimenten. Y les voy a decir una cosa: la sensación que me deja es la de subirme a un auto de los 60’s que jamás fue encendido.
Sin dudas el impacto va a ser mayor si lo ven desde la nostalgia, pero créanme que este título es un viaje en el tiempo. Se nota que están involucrados Ron Gilbert y Dave Grossman y que Return to Monkey Island no es solo un nombre sino que es un concepto en sí mismo. Y uno muy acertado, por cierto.
¿Y por qué digo esto? Empecemos por el apartado gráfico. Si Raúl, los gráficos no son pixel art. Si, ya vimos que no te gustó y que parece dibujito, ¿pero sabés qué? Menos mal que no se hizo así. Todos los Monkey Island han tenido su estilo artístico, incluso entre los primeros dos hubo cambios aun siendo pixel art. El equipo creativo le dio en el clavo acá, y si a Gilbert le terminó gustando, Messi.

El regreso al 2D trae mecánicas clásicas del point & click, pero no quedándose en el pasado donde tenemos 40 opciones para interactuar en el menú inferior de la pantalla. Solo precisamos de los dos botones del ratón para realizar prácticamente todo. Incluso nos permite arrastrar objetos para interactuar.
La fotografía de cada escenario, las paletas de colores y las luces son finamente trabajados. Y ni que hablar de los diálogos. Uy mamita los diálogos. Se nota que el producto volvió a su mente original.
En lo más profundo del Mar Caribe
En este punto voy a hablar más sobre la posición de Return to Monkey Island. Desde que se anunció, todo daba entender que se trataba de la verdadera tercera entrega y que las entregas posteriores no pertenecían a la misma continuidad. Esto se pone en duda apenas abrimos empezamos porque nos encontramos con un álbum de fotos que recuerdan cada una de esas aventuras, por lo que suponemos que al final si son canon. Peeeeeeroooo, al comienzo nos recreamos el final de Monkey Island 2: LeChuck’s Revenge. ¿Entonces? Descúbranlo por ustedes mismos.
Les prometí que no habría spoilers, pero hay una reflexión que quiero hacer. Ron Gilbert tuvo sus diferencias en el pasado con el destino de la saga y en todos estos años estaban quienes tomaban a los títulos siguientes a su trabajo como no canónicos y por otro lado los que sostenían que la propiedad intelectual le pertenece a Lucas Arts, por lo que si el sello estaba, entonces se podían considerar como una continuidad.
Más allá de eso, lo cierto es que Gilbert quedó con una suerte de espina clavada, porque su visión de una tercera entrega no era la que los productores veían correcta. Gilbert pensaba en otro juego: uno que explorara la mente de un niño con una gran imaginación, pero la gente quería piratas, vudú, grog y dad jokes, por lo que ese proyecto fue desechado. Aunque pueden ver un concepto bastante cercano en Thimbleweed Park, creación también del amigo Ron.
Con esto expuesto, considero que hubo una comunión entre ambas partes. Veo que Gilbert se reconcilia con la saga y abraza a quienes de un lado o del otro, terminaron bancando los trapos a Guybrush, y esto es algo que me alegra muchísimo.

¿Qué hay que hacer en Return to Monkey Island?
Si nunca jugaste un Monkey Island te cuento de qué va.
Básicamente nos encontramos en una historia casi lineal donde debemos resolver acertijos para ir avanzando de capítulo. Esto consiste en completar una misión principal que se divide en varias más pequeñas, pero que al final lleva a desatar ese nudo que nos permite continuar con la trama.
La mecánica es sencilla. Hablamos con gente, recogemos objetos de los escenarios, buscamos que estos encajen en algún sitio o dárselo a un personaje que lo requiera, y así vamos completando nuestros objetivos, que pueden ser desde conseguir un barco y una tripulación, hasta arruinar el pelo a un pirata para que nos deje su turno en la barbería.
Si bien podemos ir haciendo las cosas en distinto orden, siempre vamos a llegar al mismo punto para seguir avanzando con la historia. Igual tranquilos, porque como novedad, el juego trae consigo un libro de pistas que nos permitirá avanzar sin tener que recurrir a Google.

También vuelve el modo difícil, conocido como Mega Monkey en The Curse of Monkey Island. Return to Monkey Island se puede jugar en modo Casual o Hard, y este último agrega pasos adicionales a muchos de los rompecabezas que encontrarás en tus aventuras por el Caribe.
¡Leven anclas!
Para cuando estés leyendo esto, ya va estar disponible en PC (Windows, macOS) y Nintendo Switch.
Evidentemente que se los recomiendo. Es barato, es lindo, es divertido. Hecho con mucho amor y eso no pasa todos los días.
Nos vemos la próxima. Yo invito la ronda de Grog.
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