Indiana Jones. Lara Croft. Dos nombres con los cuales los sitios arqueológicos del mundo amenazan a sus hijos si no se portan bien. La capacidad destructiva de estos individuos no para de sorprender, y más sorprende aún que algún profesor se haya atrevido a aprobarles la carrera. Pero bueno, el mundo no puede esperar a que uno se detenga a investigar cuando corre peligro de ser destruido, y menos aun en Shadow of the Tomb Raider.
El juego nos sitúa un año después de los eventos sucedidos en RotTR. Lara y su siempre fiel amigo Jonah continúan la guerra secreta contra Trinity, que de la estepa rusa la ha llevado ahora a la selva mexicana. Lara ya no es la joven asustadiza que conocimos en la entrega original de esta trilogía, sino una aguerrida mujer preparada para cualquier reto que se le pare enfrente. Pero esta evolución no ha salido barata.
Quizás los síntomas más graves del síndrome post traumático hayan sido superados, pero nuestra arqueologa amiga no puede decir que se haya recuperado. La verdad detrás de la muerte de su padre alimenta dentro suyo una peligrosa obsesión, que hace que todo su entorno desaparezca y solo Trinity, y destruir a esta organización, queden a la vista. No importa el costo.
Es esta desesperada ceguera la que, en una realistica vuelta de rosca, le dispara por la culata a la destru-arqueologa, marcando el inicio del gran conflicto en Shadow of the Tomb Raider: En su intento por evitar que Trinity se haga con el control del mundo, Lara termina provocando el apocalipsis.
Esta tragedia es la sombra de la que nos habla el título. El lado oscuro (y siniestro) de ser una Tomb Raider. La carga. El macabro recordatorio de que no hay acción que no tenga consecuencias.
Shadow of the Tomb Raider tiene todos los condimentos típicos de la franquicia: historia, mitología, fuerzas paranormales/sobrenaturales y un gran poder destructivo que debe ser detenido, pero en este caso nos ofrece también a una protagonista más humana que nunca (incluso considerando el alto nivel de las dos entregas anteriores). La personalidad y los métodos de Lara son analizados y cuestionados todo el tiempo, por ella misma y por su entorno, y abren la puerta a una pregunta muy interesante: ¿Qué significa ser una Tomb Raider?
La respuesta la descubrirán ustedes mismos cuando se sienten a jugar este título. Yo les dejo picando la intriga.
Hasta acá también llegan las novedades. Al igual que su historia, el gameplay del juego es en esencia una continuación del que ya conocimos en las dos entregas que la precedieron.
Las mecánicas y habilidades, quitando la presentación estética que tienen estas últimas, son en la practica idénticas a las que ya conocimos. Hay un elemento más a nivel stealth, con momentos en los que podemos utilizar barro para camuflarnos entre arbustos y enredaderas, pero como les dije recién, no hay nada que realmente se destaque como para necesitar abordarlo de manera más extensa.
Esto no es algo malo en si mismo, porque continúa perfeccionando una fórmula de juego que ya funcionaba muy bien, pero si es algo decepcionante. Esperaba encontrarme con algo más que la trama para sorprenderme, pero no fue el caso.
Los coleccionables siguen siendo geniales y aportan muy buenos detalles sobre el trasfondo, lo que me ha motivado a encontrar hasta la última pieza en cada nivel, cripta o tumba que me pongan adelante.
En el plano visual, Shadow of the Tomb Raider sobresale por el uso de los colores y la luz, que traen una tremenda dosis de vida a los escenarios selváticos y urbanos por igual, y generan una gran atmósfera de misterio cuando recorremos las distintas ruinas. Además, los personajes se ven mejor que nunca, y la expresividad de sus caras permite que los diálogos no hagan falta para comprender lo que están pensando. No puedo imaginar lo bien que un título como este se puede ver en dispositivos con capacidad 4K.
Ya que menciono los espacios urbanos, estos también ayudan a cortar esa sensación de soledad y desolación que rodeaba a las dos entregas anteriores, y dan la excusa perfecta para insertar misiones secundarias y disfrutar un poco más de la exploración. Pero, es de lamentar que es en estos momentos de libertad y tranquilidad cuando el «esto ya lo vi» del gameplay rebrota con fuerza.
Ese es el único fallo de este juego, incluso frente a lo excelente del resultado final: Ir a lo seguro y no arriesgarse con algo nuevo.
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Desarrollador: Crystal Dynamics, Eidos Montréal.
Lanzamiento: 14 de septiembre de 2018
Plataformas: PC – Xbox One – PS4
¿En Español?: Si.
Fuente: Copia adquirida gracias a Square Enix (Xbox One).