Así como sucedió en su momento con el lanzamiento de Blasphemous por parte de The Game Kitchen, hoy la escena indie metroidvaniesca vuelve a ser sacudida por un desarrollo español: Souldiers, esta vez no desde Sevilla sino desde la capital española, Madrid.
Un juego con un apartado visual sumamente hermoso, con un nivel de detalle que no recuerdo haber visto anteriormente. Como si Metal Slug y Secret of Mana hicieran un mashup, aunque, lamentablemente, tiene algunas complicaciones que pueden llegar a generar un dolor de cabeza para les gamers.
Amor a primer pixel
Mi primer encuentro con Souldiers ocurrió allá por Marzo de este año cuando tuvo lugar la Steam Next Fest, una suerte de evento en el que por un plazo de días podías acceder a probar demos de distintos títulos (y, consecuentemente, seguir engrosando tu contador en la wishlist), honestamente no podía creer lo que estaba viendo (y jugando!): un metroidvania con un nivel de detalle sumamente cuidado, que automáticamente nos transportaba a la época dorada de 16 bits con Sega y Nintendo.
Souldiers nos presenta un mundo sumamente rico en cuanto a elementos, personajes y variedad de escenarios, logrando una mixtura de distintas culturas y mitologías que encajan de una manera bastante natural y en ningún momento se siente forzado.
A medida que exploremos el mundo de Terragaya e interactuemos con sus habitantes, iremos adentrándonos en un mundo que respira magia y tecnología, como si hubiera salido de la cabeza de Hayao Miyazaki. Tengo que confesar que pasé muchísimo tiempo admirando cada uno de los escenarios, deteniéndome en cada animación y doy fe que las habrá en cada rincón de la pantalla.
Choose your fighter
Souldiers nos permite elegir un personaje entre 3 clases posibles: Guerrero, Arquero y Mago, la santa trinidad de cualquier aventura. Somos parte de un ejército que, misteriosamente, queda atrapado en una derrumbe y recibe la visita de dos valquirias quienes anuncian que debemos partir hacia el más allá, y desde aquí comienza la hazaña para lograr entender qué está sucediendo, dónde nos encontramos y cómo logramos volver a nuestra realidad.
Cada clase posee sus atributos y skills únicos, teniendo como punto en común la posibilidad de ir sumando orbes de distintos elementos que nos proporcionarán un tipo de ataque distinto (fuego, tierra o electricidad, por ejemplo). Como se imaginarán, la idea es poder ir combinándolos dependiendo los enemigos que nos encontremos y los escenarios por atravesar.
Souldiers apela mucho al sistema de puzles para poder ir avanzando, así que si disfrutás de este tipo de mecánicas, te vas a sentir en un cumpleañito. También hace un uso muy interesante de elementos clásicos de los plataformeros (¡Hola Megaman!).
A la hora de plantearnos dinámicas de combate, se adentra en ese cruce que se ha vuelto tan recurrente hoy en día a través del estilo que plantea Dark Souls o Elden Ring, ofreciendo una experiencia soulvania, aunque es justamente allí donde radica uno de los principales aspectos complicados del título.
Difícil al pedo
No tengo otra manera de expresarlo que como puse en el subtítulo: Souldiers se vuelve difícil sin ninguna explicación o lógica alguna. Esto no sería un problema si el progreso de tu personaje acompañara de igual manera ese aumento de dificultad: a mayor desafío, mayores herramientas deberíamos tener al alcance para poder lograr triunfar. Pero, lamentablemente, no ocurre esto.
A las orbes que mencionaba anteriormente, se le suman 2 tipos de skills que podremos ir destrabando: las clásicas habilidades disponibles gracias a puntos acumulados mientras subimos de nivel y, por otro lado, skills que obtendremos venciendo a “mid-bosses” de cada nivel.
La realidad es que la mayoría de los skills se sienten con sabor a poco. A la hora de realizar esta reseña estoy jugando con un guerrero y de todos los skills que pude destrabar, 10 en total, creo que con suerte estoy usando 2 o 3. La experiencia de combate se termina reduciendo a lo que uno vive en un Dark Souls: analizar patrones de combate del enemigo, detectar cuál es la mejor oportunidad para golpear y, especialmente, intentar no morir.
A esto se le suma lo que mencionaba sobre la dificultad: hay momentos que parecen dignos de partida NG+ con dificultad ULTRA HARD, inentendible. Creo que esto termina atentando contra la experiencia total.
Mi primer run la intenté hacer con un mago y honestamente fue una tortura poder lograr vencer al primer boss, a la dificultad se le suma que los skills llegan tarde (recién en el lvl 10-15 aparecen habilidades interesantes), pero que tampoco logran llegar a marcar una diferencia.
Al margen, hace unos días los desarrolladores publicaron una entrada en su perfil oficial de reddit comentando que “habían escuchado a la comunidad” y estaban en vísperas de lanzar un parche para corregir estos problemas.
📢 Souldiers players, here is an important note for you!
➡️ https://t.co/YUMWy5vh0f pic.twitter.com/hZgSQ2PVSe
— Souldiers | OUT NOW! (@souldiersgame) June 8, 2022
Un viaje increíble
Al margen de lo mencionado anteriormente, Souldiers se disfruta mucho. Si sos fan de las clásicas aventura de rol en 16 y 32 bits, te vas a encontrar con un título que constantemente les está rindiendo tributo. La progresión de nuestro personaje a medida que obtenemos nuevos ítems y habilidades es clave, enriquece la experiencia de ir descubriendo cada recoveco del hermoso mundo de Terragaya.
Algo que no puedo dejar pasar, es el tema del precio. Claramente estamos atravesando un momento en donde, si los precios no están regionalizados, el golpe se siente. En Steam, Souldiers cuesta $3836 (impuestos incluidos), mientras que en la tienda de Xbox se consigue a $284 (+ imp). Si sos usuario de PC, el aguinaldo que está a la vuelta de la esquina puede ser el justificativo necesario, sino te diría que esperes a alguna rebaja y ahí aproveches. Gastar casi $4000 se vuelve un tema crucial y uno no puede dejar de mencionarlo.
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