Soy un firme creyente de que, si uno tiene un pifie al decir o escribir algo, es por algún motivo. Mi educación freudiana cuando estudié psicología me ha llevado a ello. ¿Por qué empiezo hablando de esto? Porque arranqué poniendo “Splatoon 2” en vez de “Splatoon 3” en el título, como si fuera lo mismo poner uno u otro.
Y es que un poco me da esa sensación al jugarlo. Es un Splatoon 2 actualizado, con algunos retoques para mejorar la experiencia, sí, pero en su ADN está lo mismo que hizo que te gustara o no el anterior sin grandes cambios de gameplay.
Igualmente, antes que todo, para quienes no saben, ¿qué es Splatoon? Es una de las más recientes series de Nintendo, arrancando su primera entrega en Wii U por el 2015, y la que está dedicada a apelar a lxs fans de los shooters. ¿Nintendo? ¿Desarrollando juegos de tiros? Sí, pero con un giro que lo hace apto para todo público, como es de costumbre para la gran N.
El dichoso giro
Lo que hacemos acá es disparar pintura del color de nuestro equipo tratando con ella de ocupar el mayor espacio posible y evitar que haga lo mismo el contrincante. Para ello contaremos con diferentes armas que podremos comprar, entre otros tipos de equipamiento. “Matar” a nuestro oponente solo sirve para tener el camino libre para seguir pintando, pero mientras cubras terreno y no te mueras, vas a estar bien.
Es una dinámica interesante que saca el foco de los típicos deathmatch que los pares del género poseen, reordenando tu lista de prioridades, y permitiendo darle el toque Nintendero que caracteriza a la compañía. El objetivo no es destrozar violentamente al rival, por lo que no necesitás ser el mejor enfrentándote a los chumbos para contribuir a tu equipo. Yo definitivamente no lo soy. Menos usando los joy-cons.
¿Qué podemos hacer?
Hablando de los periféricos de la Switch, contamos con un botón para usar nuestra arma principal, la cual seleccionamos antes de cada partida, otro para las granadas, saltar, un ataque especial y otro para navegar por la pintura, esto último por medio de transformarnos en un calamar que viaja a través de los terrenos pintados de nuestro color. ¿Cómo lo hace si la pintura está en el suelo y las paredes y no en un charco? Se lo dejamos a la imaginación de ustedes, pero la mecánica es esa y funciona a la perfección para recorrer rápidamente el mapa conquistado.
Fuera de las partidas tendremos la posibilidad de recorrer el hub world, sacar fotos y acceder a una variedad de menús incluyendo uno para hacer fast travel. El lugar es chiquito, pero se agradece la opción para la gente vaga que no tiene ganas de caminar. La gente vaga => yo.
También podremos comprar diversas armas, ropas y accesorios con las cuales equipar a nuestro personaje para no solo hacer que se vea copadx, sino darle efectos especiales que nos ayudarán durante la batalla como recargar más rápido la tinta, aumentar la velocidad de respawn, etc.
A los tiros
Primero que todo, lo que vamos a estar haciendo es competir en batallas territoriales como describí antes. La dinámica es interesante y sirve para darle un toque de aire fresco al género. Podremos crear nuestras propias partidas privadas o jugar con distintxs amigxs, uniéndose a partidas con desconocidxs. La cosa usual.
Después, tenemos los festivales, eventos que suceden cada cierto tiempo, donde podremos competir en uno de tres equipos y tratar de recolectar más puntos ganando partidas. Las reglas son similares, con la diferencia que, a veces, es un equipo de cuatro (aquel que vaya ganando el festival), y dos equipos de dos tratando de tomar el mayor terreno posible. El equipo con más gente entrará aleatoriamente a estas luchas tripartitas mientras que los otros equipos podrán decidir, cada miembro por separado, si entrar o no.
Además, está el modo historia que nos permite entretenernos por unas cuantas horas. No va a ser la razón principal por la que compres Splatoon 3 pero es un lindo aliciente, con personajes que retornan de la segunda entrega y una buena cantidad de horas para meterle. Los más rápidos lo terminarán en unas seis o siete horas tal vez.
Por último, el modo Salmón, donde oleadas de pequeños bichos vendrán a atacarnos, obligándonos a defenderse. El objetivo final será recolectar los huevos que larguen una vez vencidos y así recibir una paga por ello. Mientras mejor nuestro desempeño, más plata.
Una última mano de pintura
La propuesta shooter de Nintendo es, dentro de todo, más de lo mismo. Es bueno, (de hecho incluímos el 2 entre los exclusivos a jugar de la consola) pero el interés depende de cuánto te haya llamado la atención el anterior título.
Si nunca lo jugaste (o al primero, para el caso), puede que sea una buena oportunidad para saltar a la acción. Obviamente si te parece pagar el monto que pide Nintendo, que no es poco y no piensa bajar. Es más, juzgando por los precios del nuevo Fire Emblem y el remaster del Kirby de Wii, los precios solamente van a subir de ahora en más (¿Cuándo no, a decir verdad?)
Si ya tenés un Splatoon, entonces capaz lo quieras pensar un poco antes. Si buscás la versión más actualizada y a la que le van a seguir agregando cosas gratuitamente con el paso del tiempo, entonces sí, mandale mecha. Pero, mientras los servers estén andando en el 2 y no tengas amigxs que se estén pasando a este título, podés esperar un poco a que salga alguna oferta en algún momento.
Ya sabemos que con Nintendo es algo que ocurre cada mil años, (según Deku Deals, la última vez que Splatoon 2 estuvo de oferta fue en diciembre del 2021) pero no quita que no puedas esperar un poco más si querés ahorrar unos mangos. La decisión es tuya.
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