Massive Damage nos traen un indie roguelite que desde el minuto cero tiene más acción espacial que el episodio VIII de Star Wars. Un universo con múltiples dimensiones donde protagonizamos a Wynn Syphex, soldado parte de la resistencia humana “Los Renegados”. Y el objetivo es claro, derrocar al benévolo Imperium e impedir su invasión interdimensional.
Nos situamos en el planeta Norosh, un mundo donde los androides y ciber-personas son moneda corriente. Y donde la exploración del mapa es clave, ya que si decidimos mal no hay vuelta atrás. Pudiendo dejar lugares sin visitar, tesoros sin encontrar y batallas sin librar. Algo que tal vez pueda molestarle a los completistas.
Star Renegades es un título que te hace frenar y pensar en cada decisión, ninguna es para tomar a la ligera, porque si morimos en batalla perderemos TODO nuestro equipo y desarrollo del juego. Volveremos al inicio solo con la información de enemigos y avances tecnológicos que hayamos conseguido.
A lo largo de la aventura encontramos guiños políticos de algunos humanos en cuanto a su posición sobre la invasión. Ciudadanos enojados con los que quieren conquistarlos, pero les gusta su “modelo político” de bajar los impuestos y exterminar a los pobres. Otros que abiertamente expresan sus ganas de que los invadan, y demás. No tiene desperdicio leer lo que dicen los oriundos planetarios, te sacan más de una carcajada.
Sistema de combate
Un sistema de combate turn based, determinista… Sabes antes de tiempo la maniobra o movimiento que va a utilizar tu enemigo, lo que permite aplicar acciones como: defensa, vacilaciones, crítico o interrumpir la acción enemiga. Todas aparecen en un cronograma en función del momento, salvo acciones instantáneas, que se activan al momento del click.
Depende mucho del análisis de cada turno, en Star Renegades hay ataques que hacen retrasar a tu oponente (vacilación), otros que rompen ataque y hacen perder la oportunidad de atacar hasta la próxima ronda. Fundamental el anticiparse al rival.
Cada batalla es diferente desde nuestro orden hasta los enemigos. Los Behemoths, por ejemplo, te van a hacer transpirar frío jugando al límite con las habilidades de nuestros renegados.
Arte y Música
Un nivel audiovisual SOÑADO. Ni bien le das click al icono del juego nos saludan con una cinemática introductoria estilo anime, donde vemos a nuestra madre, rifle en mano liquidando robots, dando su último esfuerzo para meternos en una nave y salvarnos de la invasión robótica. Lo que, de entrada, nos deja con la boca abierta y flasheando colores.
Ahora bien, más allá de la presentación, los mundos, las naves y personajes están creados en un pixel art también impecable. Pusieron todas las fichas en el diseño de escenarios, logrando que cada uno de ellos sea una obras de arte.
Cada ataque tiene un movimiento y sonido diferente, en este aspecto se pusieron meticulosos y perfeccionistas. Al igual que la música, otro de los puntos más fuertes a destacar. Los conocedores de los sintetizadores del año 2001, pensarán igual que yo en que es muy parecido al disco de Daft Punk “One More Time”. Algo increíble, te mete en ambiente, te manijea en todo momento, desde la exploración con música continua hasta los cambios drásticos y subidas de tempo que tienen los combates.
A medida que avanzas en la historia te vas armando tu propio escuadrón mata robots. Soldados dispuestos a formar parte de tus filas para recobrar la paz. En Star Renegades hay que tener buena relación con los miembros de tu equipo, ya que esto te permitirá realizar ataques en combo(la Genkidama de Dragon Ball) con quien mejor te lleves. Y esas relaciones sociales entre personajes se pueden mejorar a base de un sistema de cartas mágicas, mejorando stats y “creando” estos mega combos.
Dato de vital importancia para el desarrollo del juego: los personajes suben de nivel. Y a medida que ganas peleas te recompensan con “ADN”, lo cual permite ir evolucionando. Pero lo interesante es que los enemigos también pueden evolucionar, ascender de rango y hacerse más fuertes en base a lo que hagamos nosotros. Muy similar a lo que mostró Shadow of Mordor con su sistema Némesis.
Interfaz
Si vemos el estilo de diseño que utilizaron, puede ser un juego de Game Boy Advance, muy parecido a Final Fantasy. Tenemos el clásico “cuadrado” de acciones junto con la barra de vidas, de maná y all the wachas want. Pero ya no cae en pixel art, acá le metieron un poquito más de dibujo vectorial.
A mi gusto la UI no es muy amigable, hay cosas que podrían estar más a mano, complejizan cosas como inspeccionar al oponente y se te confunden un par de iconos que aparecen. Pero no todo es bronca y dolor. El juego brinda tutoriales desde el arranque para aprender bien los conceptos de batalla y movimiento.
No me convencieron lo lejos que se ven los personajes y el modo de movimiento al explorar. Tiene buen detalle y encuadre del mapa, pero todo es muy pequeño. Hay momentos, sobre todo en el comienzo, que no sabes a donde hacer click para moverte, terminas pasando el mouse por cuasi todos lados hasta ver que cambia el cursor y te permite avanzar.
Además, es un poco lento entre los modos “exploración-batalla”. En el acto que nos encontramos con un enemigo y vamos a pasar al escenario para pelear, tarda unos segundos largos en “ambientar” la escena.
La gente de Massive Damage, con la publicación de Raw Fury, nos regalan esta aventura espacial muy pero muy entretenida, algo fuera de lo común que no te va a defraudar. Un juego que lleva sus horas, sus rejugadas, sus momentos de frustración y sus alegrías. Mi recomendación es jugarlo cada tanto, tomarse su tiempo, sus termos de mate, y jugar entre otros juegos.