Si, seguramente entraste a esta nota para leer una reseña de Star Trek: Infinite, y en seguida vamos a eso. Pero permítanme empezar este artículo con un aspecto personal. Soy fan de Star Trek o “trekkie”, como nos decimos cariñosamente en esta comunidad, desde hace muchísimos años. Y he asistido a convenciones, incluso mucho antes que eso fuera una práctica común en el país.
¿A qué voy con todo esto? Sucede que cuando alguien se entera de mi amor por esta franquicia que supera los cincuenta años de vida, me consulta “¿por dónde tengo que empezar para ver Star Trek”. Y lo cierto es que mi respuesta no siempre es la misma, porque al tratarse de un producto que ya tiene 11 series y 13 películas, la verdad es que se puede empezar desde diferentes puntos. A menos que se quiera abarcar todo.
Lo que sí siempre digo es que Star Trek, no es un producto para consumidores ansiosos. Ni siquiera sus iteraciones más recientes como Discovery o Strange New Worlds. Estamos ante una franquicia, como muchas otras de ciencia ficción, que requieren un abordaje completo, entender su mundo, su trama, sus personajes… algo que para muchos consumidores puede ser engorroso y fácilmente descartable al primer intento.
Star Trek también cuenta con una infinidad de videojuegos, de muchos géneros, que comparten un poco esa filosofía, y su más reciente entrega, el estratégico 4X (abreviatura de explora, expande, explota y extermina) Star Trek: Infinite, es sin duda un claro ejemplo de que para disfrutar de lleno hay que compenetrarse.
Este título es quizás uno de los de más alto perfil realizados en el país, por el experimentado estudio Nimble Giant, que no solo lleva años en la industria sino que ya ha incursionado en el género cuando desarrollaron el reboot de Masters of Orion en 2016.
El videojuego argentino se sitúa en el año 2346, unos 20 años antes del comienzo de los viajes por la galaxia de la nave Enterprise-D, relatados en la serie “Star Trek: La Nueva Generación”. Aquí contamos con cuatro facciones para elegir, cada una con sus prestaciones especiales.
Por un lado tenemos a la Federación Unida de Planetas, que se especializa más en la diplomacia, la exploración y el desarrollo tecnológico. Aunque también son de armas tomar, a través de su Flota Estelar, cuando las papas queman. El Imperio Klingon deja la diplomacia de lado y se lanza a la conquista, haciendo gala de toda su experiencia militar. La Unión Cardasiana, especialistas en el uso del espionaje y en conquistar planetas a través de esclavizar poblaciones. Y por último el Imperio Estelar Romulano, cuya habilidad particular para negociar, nunca con buenos fines, empata a la de la Federación y su habilidad de combate los equipara a los klingon.
Sea cual sea nuestra elección, el juego nos presenta un vasto mapa galáctico en el que tendremos que hacernos camino cumpliendo diferentes objetivos, que van desde el desarrollo de planetas, de naves, poner a prueba nuestra habilidad con la diplomacia, gestión económica de recursos, y un larguísimo etcétera.
Si le ves un parecido a la saga Stellaris es porque es básicamente en la que Star Trek: Inifnite se basa para desarrollar todos sus conceptos principales de gameplay. Y se le agregan detalles lógicos de la franquicia, como la posibilidad de encontrarnos con personajes reconocibles como los capitanes Picard, Sisko, Janeway o reconocidos antagonistas como el despiadado cardassiano Dukat o el líder del Imperio Klingon, Gowron.
El atractivo principal para los trekkies no solo tiene que ver con el más que logrado desarrollo del universo de la franquicia, en cuanto a personajes, tramas, planetas, y hasta naves, con la querida Enterprise-D a la cabeza. También tenemos un modo especial en el que podemos ir desbloqueando momentos canónicos de la saga, que seguramente vimos en distintas series y que pueden resolverse de diferentes maneras.
Lo que me hubiera gustado, sin dudas, es un apartado gráfico más vistoso. Pero, así y todo, está a la altura de otros representantes del género. Todo se ve bien en pantalla, de forma legible y clara, pero quizás habría estado bueno una búsqueda artística un poco más jugada, sin que todo se resuelva con placas de texto. Lo mismo puede decirse del apartado musical, que se resuelve con melodías de acompañamiento que podrían haber sido un tanto más disruptivas.
Red Alert! 🚨Star Trek: Infinite is finally here and available for download on Steam!
Didn't pre-order? Don't worry—the Alpha and Beta Quadrants are waiting for you!https://t.co/yVOoJTTK76
— Star Trek: Infinite (@TrekInfinite) October 12, 2023
También me quedé con ganas de ver más “espectacularidad” en las batallas espaciales. Una característica que nunca tuvo la franquicia pero que, tal vez, le habría sumado un gran toque al resultado final del videojuego desarrollado en Argentina.
Párrafo aparte para algunos bugs en algunos sistemas, que no responden del todo bien, pero que seguramente se irán solucionando con parches cercanos.
A nivel sistemas, Star Trek: Infinite hace un gran trabajo desplegando cada opción de una forma concisa y legible, algo que para un veterano de los 4X será muy sencillo de interpretar y recorrer. Para los que no estén familiarizados en nada, el juego cuenta con un tutorial completísimo que no deja nada librado al azar. Obvio, al ser un título con tanto contenido habrá que ponerle mucha atención, pero hay una labor muy dedicada del equipo responsable para que cualquier novato en la materia pueda salir andando luego de superar esta etapa inicial.
Star Trek: Infinitees, en definitiva, un muy buen recorte y ejemplo de lo que esta franquicia es y representa. Su abordaje implica un involucramiento, algo que quizás puede no ser sencillo al principio, pero si realmente le pones ganas y demostrás interés te vas a encontrar con un universo increíble que tiene miles de ramificaciones.
Si estás para esto, la vas a pasar muy bien. Y si sos trekkie, mucho más no tengo para decirte. Metele que ya está disponible en Steam desde el 12 de octubre.