Esta review empieza con una premisa sencilla: si quieren un juego con una historia profunda como Fallen Order, quizás Star Wars: Squadrons no sea lo que buscan. Pero, si lo que buscan es pilotear naves y vivir una experiencia divertida en escenarios muy bellos, entonces quizás les interese.
Star Wars ya ha tenido sus juegos del estilo space combat, algunos muy populares, de hecho: X-Wing, el primer Star Wars de Atari solo para arcades, que ocurre durante los eventos de la primera trilogía y que nos permite pilotear naves Rebeldes contra la fuerza del Imperio. X-Wing Alliance, durante la destrucción de la segunda Death Star, con una enorme variedad de naves para pilotar. Y muchos otros más.
Imperio vs Nueva República
Star Wars: Squadrons es, definitivamente, un juego pensado para volcarse al modo online. Desarrollado por Motive Studios (Battlefront II), diría que el modo historia está puesto para tentar a los jugadores que se vuelcan más al single player para que terminen teniendo ganas de más. Particularmente no me interesaba mucho el combate online, esperaba el juego porque soy fan de los Battle Pods y a falta de poder ir a jugarlos, Squadrons vino dentro de todo bien. Pero claramente no es lo mismo.
El modo historia es cortito y al pie, como dije: cuenta con solo diez misiones en las que vamos alternando entre la perspectiva Imperial y la perspectiva de la Nueva República, los ex rebeldes. Y se sitúa en los eventos que ocurren en Episodio VI, después de la muerte del Emperador Palpatine, con un guiño hacia lo que sería la línea temporal de Star Wars Rebels, la serie animada, con la aparición de Hera Syndulla.
También aparecen Wedge Antilles, piloto icónico de la Rebelión, en una de las misiones contra el imperio, y Rae Sloane, un imperial salido del libro Aftermath que ahora se cuenta como canon de la saga.
Pienso que este modo es más una introducción y no una historia robusta con mucho contenido ni ningún tipo de mensaje. Por supuesto que no es necesario buscar siempre esto en los videojuegos, pero hubiera sido quizás interesante extenderla un poco. Lo que nos cuenta no es nada del otro mundo: un desertor del imperio, Lindon Javes, se negó a destruir naves con supervivientes de Alderaan desobedeciendo las órdenes de Darth Vader y dejando atrás al resto de su equipo. En este momento empezamos pilotando un TIE, con un pequeño accidente de por medio. Y lo que viene después es tiempo futuro donde Lindo lidera un plan para el lado Rebelde: la construcción de la nave Starhawk, hecha con partes de Star Destroyers y con una fuerza en el tractor beam increíblemente superior.
Después entra en escena Teresa Kill, la ex protegida de Javes que sigue del lado del Imperio y lo busca para frenar el proyecto Starhawk, y claramente, ejecutar una especie de venganza o castigo. Y nosotros estamos ahí, en el medio, en ambos bandos.
Star Wars: Squadrons nos da la posibilidad de elegir de qué lado empezamos, si los Rebeldes o el Imperio, pero igual vamos a terminar jugando con ambas facciones. Del lado del Imperio, vamos a estar en el equipo de pilotos elite, Titan. Del lado de la Nueva República, con el equipo Vangard, también de elite y pilotos con renombre.
El juego puede jugarse enteramente con VR, lo cual asumo debe ser una muy grata experiencia, aunque no tuve la chance de experimentarlo porque no tengo un casco. Ver esos bellísimos escenarios y estar dentro de los cockpits debe ser increíble.
Enchúlame la nave
En lo más técnico y parte de controles y jugabilidad, tenemos este factor de cambio de bando y además, cambiamos de estilo de nave dependiendo de lo que cada misión requiera. Por ejemplo, en una misión de bombardeo, se asigna un Y-Wing a los rebeldes y un TIE Bomber a los imperiales. Tenemos cuatro tipos de naves de cada lado: U-Wing, A-Wing, Y-Wing, X-Wing en la rebelión, y en el imperio manejamos TIE Fighter, TIE Bomber, TIE Interceptor – mi favorito – y un TIE Reaper. (NdE: lo que sabe esta mujer de Star Wars no tiene sentido)
En un momento podemos pilotar un X-Wing, pero en la próxima quizás se necesite un U-Wing para un combate más frontal. Lo mismo pasa desde el lado del imperio. Una misión que me gustó fue tener que estar en modo stealth con el TIE Reaper para que un convoy rebelde no me detectara. La misión de estilo stealth en el espacio fue un lindo y divertido detalle.
Para quien escribe, los controles del juego son un poco frenéticos y me costó agarrarle la mano al principio. Mi padre hace aviones a escala y los maneja a radiocontrol desde que tengo memoria, a los 11 me dejo manejar uno y quiero que sepan que eso me costó menos que maniobrar un X-Wing en un videojuego de naves. Todo lo contrario de un TIE. Y esto tiene mucha lógica: la maniobrabilidad de una nave construida con dinamismo para paliar la falta de escudo va a ser mucho más apta que la de otra nave pensada para disparar sin asco protegida por un escudo.
En otras misiones tenemos elección libre respecto a las naves, para que podamos manejar la que más nos guste dependiendo el bando. Cuando la misión está por empezar, se muestran las especificaciones y en base a eso podemos concluir que la nave nos conviene más, o no hacer ningún tipo de análisis y elegir la favorita. Cada una está equipada con elementos de ataque, algunas tienen defensa, se puede cambiar hacia dónde se dirige la fuente principal. Si necesitamos ir más rápido, transmitimos la energía a los motores y le mandamos mecha para adelante. Aunque tiene muchos otros detalles que no son solo acelerar, frenar, hacer piruetas y disparar.
Hice prueba tanto con joystick como con mouse y teclado, tuve que bajar muchísimo la sensibilidad del mouse porque la nave se me iba mientras giraba en un espiral descendente hacia el fondo de mi incapacidad para jugar como corresponde.
En cuanto a los momentos donde nos dan misiones y llegamos a los hangares de las naves, cabe destacar que no tenemos movilidad libre. Esto significa que nuestro personaje no puede caminar, solo interactuar con acciones de un solo botón para poder conversar con sus compañeros, sus líderes y arrancar las misiones. El mejor ejemplo que tengo a mano es un point and click muy moderno, y ejecutado como corresponde.
No estamos solos en el espacio
El modo online tiene dos estilos: el clásico Dogfight, batallas de 5 contra 5 con respawns y recarga de equipo. El ganador del match es aquel equipo que llega primero a los 30 kills. Y el Fleet Battles, donde podemos designar un plan de ataque en un método más complejo y puede tocarnos atacar o defender una flota de naves. El jugador puede hacer la misión solo contra la AI o como cooperativo entre dos jugadores. También está la opción de rankear con dos equipos de 5 en modo versus.
Jugando en singleplayer o multiplayer, podemos desbloquear las naves con detalles estéticos y agregar y quitar loadouts.
Y por último y no por eso menos importante, tenemos los modos de entrenamiento, prácticas donde podemos agregar cuantas naves enemigas queramos para mejorar nuestros skills, o el Fleet Battles tutorial para manejar mejor las mecánicas del juego.
Conclusión
No creo que Star Wars: Squadrons llegue a ser una joya memorable de este año, y mucho menos con todos los titanes que vienen. Desde mi punto de vista como fan de la saga, es un juego que está bien, es para pasar el rato, pero no es nada del otro mundo y tampoco inventó la rueda. Es vistoso, es nostálgico, es entretenido aunque por momentos quise romper el joystick por la locura de la cámara. No me parece del todo mal que su valor sea de 40 dólares, pero recomiendo fuertemente comprarlo cuando el precio baje un poco más, especialmente con lo que representa para nosotros ahora gastar esa plata.
Lamentablemente, el mal funcionamiento de la plataforma Origin ahora no me permite loguear y tiene Squadrons de rehén, espero solucionar el problema para unas lindas partidas online con mi TIE Interceptor, volando por el espacio en una galaxia muy muy lejana, casi como me imaginaba desde chica.