Como ya nos lo anticipaba Juan Lomanto en su nota del otro día, Storyteller lanzó un DLC gratuito. Pero no sólo eso, también una versión para la app de Netflix en mobile. Así que la idea de hoy es analizar a fondo ese nuevo contenido tras seis meses del estreno del videojuego base.
Hay que recordar que en marzo Storyteller fue altamente celebrado pero, a su vez, también muy criticado. Celebrado por su apartado artístico y porque los puzzles son super creativos y graciosos. Pero cuestionado por su duración. Se sentía como que faltaba algún tipo de cierre o sensación de final.
Se alegaba que era un juego que estuvo muchos años en desarrollo, y que incluso había presentado cosas en el demo que luego no se habían incluido en la versión final. Por lo que esta expansión viene a solucionar casi todos esos problemas.
Sin repetir y sin soplar
Hay niveles nuevos en casi todos los capítulos, más de 20 en total. Para algunos puede parecer poco, pero con uno o dos puzzles más por temática, ya se siente como que tenemos más espacio para practicar cada mecánica antes de pasar a la siguiente, cosa super importante en los juegos de puzzles.
¡Volvió el capítulo del Génesis! Y ampliado. Dios es un gran personaje, al que extrañaba. Pero además hay un nivel nuevo en homenaje a Nietzsche que me hizo reír mucho. Realmente Storyteller se disfruta más si conocemos ciertas obras clásicas (que son super famosas, vamos, tampoco se jacta de ser snob).
Pero los capítulos o misiones que hacen referencia a esas obras se sienten como un guiño entre autores y jugadores, reforzando esa relación dialógica de la que habla Sicart en su Diseño Abusivo. Y también es súper importante en los juegos de puzzles (aunque él diga que los puzzles no son juegos).
¡Hay un perrito! Un personaje nuevo que aparece para crear nuevas misiones. Además, aguanten los perritos.
En el apartado artístico, ahora hay un narrador que nos acompaña y tiene un par de detalles graciosos muy simpáticos. También se puede jugar en Argentino en lugar de Español Latino. Eso nos da joyas como “Todo el mundo la queda” y la aparición del Pomberito. Además del uso del neutro para hablar de grupos de personajes de varios géneros. Está buenísimo jugar algo que está escrito como hablamos nosotros.
Siempre voy a apoyar que la comunidad desarrolladora haga juegos hablando como se habla en la vida real, y no tratando de imitar un “tu” que no usaríamos jamás en nuestra vida cotidiana.
Otro detalle que me encanta es que ahora sumaron muchos más achievements que están dentro del juego, no sólo en la interfaz de Steam. Ya hablé otras veces sobre las bondades de los achievements. Es re importante por varias razones.
Una es que le da muchísima rejugabilidad, ya que no dejan de ser un montón de misiones extra. Pero mucho más difíciles porque en muchos casos no sabemos en cuál de todos los niveles podemos conseguirlo, e incluso a veces se refieren a obras clásicas, chistes o frases vagas.
Y da bastante lugar a algo que la gente pidió mucho, que es poder usar el juego como un video-juguete. Poder divertirse moviendo los personajes y poniéndolos en situaciones raras e inesperadas, además de cumplir la misión específica del nivel. ¿Qué hay más lindo que llenar un álbum de figuritas?
Por último, hablemos del final. Ahora una vez que llegamos a ese capítulo original que me había resultado un poco anticlimático, aparece un post game con otro personaje nuevo: El Diablo. Que en este caso nos ofrece más misiones extra para arruinarles la vida a los personajes y agregar mecánicas nuevas. Donde incluso cada personaje nuevo implica nuevas interacciones con otros fondos y personajes, siempre divertido de testear.
Como única recomendación, si ya habían ganado algún achievement, abran el nivel de nuevo para que se active la bonificación y se les sume la estampilla a la colección. Y aparte de eso, toqueteen todo, que es la mejor manera de resolver los desafíos de las estampillas.
Encuentran a Storyteller en Netflix, en Steam, y muy pronto en consolas.