Hace algunos días, les comentamos que Tinytopia anunciaba su fecha de llegada a PC el pasado 30 de agosto. Después de varios años de desarrollo y un pequeño inconveniente legal, MeNic Games fue capaz de terminar su creación. Para nuestra fortuna, la gente del estudio nos acercó una copia para que probemos esta mezcla de constructor de ciudades y rompecabezas centrado en físicas.
A primera vista la combinación de esos componentes es extraña, son dos nichos que no muchas veces han estado en contacto. Estos desarrolladores tienen que balancear muchos aspectos para generar una experiencia que traiga lo mejor de ambos mundos. Por un lado, deben brindar la fantasía de ser un ingeniero civil y por el otro, tienen que manejar un sistema de físicas que permita experimentar al antojo del jugador.
Es evidente que el estudio cordobés decidió tomar riesgos para lograr hacerse un lugar en la vidriera de Steam, sobre todo en una semana donde los títulos latinos están en portada. Hacer este salto de fe parece haber sido la única opción posible pero la pregunta es ¿lo habrán logrado?. La respuesta a esa interrogante no la puedo dar acá (porque quiero que sigas leyendo) pero para el final de la nota vas a poder tener un veredicto.
No siempre hay que estar a la altura de los demás
Personalmente estoy acostumbrado a que todos los herederos de SimCity estén concentrados en profundizar sobre las mecánicas establecidas del género y no tanto en combinarlas con otros tipo de propuestas. Son pocos los que escapan de las convenciones y buscan nuevos rumbos. Esto derivó en que los últimos exponentes del nicho hayan refinado hasta el hartazgo sus partes más esenciales.
En el presente, los requisitos para ser digno de mención en este ambiente son muchísimos y dudo que Tinytopia pueda cumplir con ellos. Los aspectos extraídos de los gestores/constructores de ciudades son muy básicos y apenas cumplen con lo mínimo. Es posible construir una ciudad pero los edificios son pocos, los escenarios pequeños y los servicios a gestionar se cuentan con una mano.
Esto no necesariamente es algo negativo, pero cualquiera que se interese en la propuesta por estos apartados va a sentirse decepcionado. No tiene la profundidad de Cities: Skylines, la magnitud de They are Billions, o la complejidad de Rimworld. Lo que sí posee es la capacidad para convertir sus limitaciones en virtudes y sus carencias en otra propuesta que escape de lo que muchos consideran errores.
No es que Tinytopia deconstruye este pequeño universo dentro del gaming pero si hace algo diferente con los elementos más básicos. Se construye pero sobre una maqueta, cada edificio es un juguete y como tal puede ir en cualquier lado, en tanto sea capaz de sostenerse. Hay que brindar servicios pero solo los “esenciales”: seguridad, salud y trabajo. Es una versión infantil, reducida y hasta inocente de cómo funcionan las urbes.
Públicos diferentes, miradas distintas
Por si no quedó claro con mis comentarios o las imágenes que ilustran este texto, todo apunta a una propuesta pensada para niños y niñas. Es diferente a otros porque se dirige a un público que los demás tienen abandonado. Con mis palabras no quiero decir que ningún infante no pruebe títulos como los que mencioné antes. Solo manifiesto que son los menos debido a la complejidad y magnitud que suelen manejar.
Durante el transcurso de los 21 niveles que tiene, jamás se pide tener un doctorado en planificación de ciudades. Como mucho se exige cumplir ciertos objetivos pero son tan sencillos que no representan un problema. De hecho, es posible cumplirlos sin darse cuenta mientras se recrean a escala ciudades como San Francisco, París, São Paulo, entre tantas otras.
Como es una experiencia relajada, permite que las sesiones de juego sean tranquilas y da lugar a que se prueben algunos sistemas que implementa. Aunque son pocas las estructuras en cada nivel, tiene una mecánica que genera nuevas cuando se acumulan de algunas formas. Algunas combinaciones son simples, pero otras resultan bastante peculiares y generan la sensación de querer conocer todas.
Ahí es donde aparece el sistema de físicas porque cada una de estas piezas tiene sus propias reglas. No todas pesan lo mismo o tienen la misma estabilidad, así que hay que tener en cuenta esos datos a la hora de generar ciudades. También es útil para cumplir con los niveles centrados en desafíos similares a puzles. A veces habrá que armar viviendas en un vinilo o alcanzar cierta altura sin que todo colapse.
De tanto mezclar, alguno iba a quedar fuera de lugar.
Es evidente que Tinytopia es una experiencia peculiar, no busca ser el mejor exponente de ninguno de los dos géneros. El objetivo parece estar más enfocado en brindar unas horas de juego que divierta a los más pequeños, generando que cualquier otra persona fuera de ese rango de edad se sienta algo fuera de lugar.
Lo único que podría llegar a llamar la atención de los adultos es el sentido del humor, que muchas veces me sacó alguna risa, pero también me generó incomodidad. No es que fuesen chistes o comentarios fuera de lugar pero no me queda del todo claro el tono en el que se hacen. Se juega con algunos estereotipos pero esto muchas veces es problemático, sobre todo si hablamos de la representación de algunos lugares del mundo.
No quiero entrar demasiado en ese aspecto porque realmente no estoy seguro de cuál es la intención con la que se deslizan algunos comentarios, pero es algo importante de mencionar. Más allá de esto, el riesgo que tomó MeNic Games fue acertado y da un resultado satisfactorio. Es una lástima que quien escriba este texto ya no disfrute tanto de estas experiencias pero creo que en su momento me habría divertido mucho con Tinytopia.
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