Hace poco, charlando con lxs desarrolladorxs de Atuel, ellxs dijeron algo que me llamó la atención: los videojuegos, como medio, tienden a darle más atención a la forma en que se presentan las cosas que al contenido. Es una idea que me quedó dando vueltas en la cabeza un buen tiempo, y llegué a conectar con Torii, la nueva obra argentina creada por Joaquín Castro.
La misma, con una estética particular, relata una historia personal, contándola, en un principio, a través de recursos que ya se han visto en otros juegos; en otras palabras, con una forma ya vista, pero donde el contenido, el alma en sí, brilla como pocos han sabido hacerlo.
Entendible, siendo un trabajo al que se le dio mil vueltas desde sus inicios en 2014, mutando de una cosa a otra hasta llegar a su forma final que tenemos aquí presente, algo que relataba el autor durante la entrevista que hicieron mis colegas de Press Over recientemente.
Antes de comenzar con la reseña propiamente dicha, vale aclarar qué es un torii. El mismo es una puerta de entrada en forma de arco muy común en la religión sintoísta, practicada en Japón. Ahora, sí. ¿Comenzamos? Vamo’ pa’ allá.
Una carga emocional y literal
Nos encontramos en una situación sumamente emocional de entrada. Ipa, nuestra protagonista, perdió a su hermana de una manera trágica, lo cual la lleva a atravesar un viaje introspectivo donde buscará respuestas a las cuestiones que la aquejan. A su vez, contará con la mochila viviente Moswig para acompañarla durante todo el trayecto. Para ello, deberá resolver diversos puzles enfocados en realizar acciones dentro de un tiempo límite donde nuestro ingenio jugará un papel clave.
Normalmente, solo podremos trotar, acelerando un poco el paso o no, y recuperar energías sentándonos con la E, aunque, activando una suerte de roca con forma de prisma podés ganar temporalmente habilidades extras como saltar o caminar sobre el agua, a riesgo de “morir” repentinamente cuando se sobrepase un límite de tiempo. En caso de que suceda lo peor, simplemente seremos teletransportadxs rápidamente al torii más cercano, perdiendo las ya mencionadas habilidades. Para evitarlo, debemos cruzar cualquiera de estos arcos o activar otro de los mencionados prismas para darnos unos segundos extras para movernos.
Otros botones a tener en cuenta son los del esquema típico de movimiento, es decir, W, A, S, D para que Ipa camine y el mouse para que la cámara cambie de posición, además de Shift para moverse más rápido. También, para entrar en contacto con los objetos y seres que encontraremos durante nuestro trayecto, utilizaremos el click izquierdo y, si tocamos uno de los prismas, podremos saltar.
Un viaje al interior
Visualmente, la obra tiene un estilo único, como ya mencioné. Influenciado por títulos tales como Journey, por momentos pareciera que está evocando otro plano existencial diferente al nuestro. Y claro, siendo que trata cuestiones de la vida y la muerte, esto no sorprende. No solo juega con estas temáticas, si no que se mueve con nuestra percepción de las cosas, permitiendo que entremos en discusiones sobre cómo interpretamos lo que vemos.
Así, Torii nos demuestra su valentía a la hora de tomar decisiones artísticas, dando pie a hablar, pensar y repensar lo que acabamos de jugar. Pues claro, cada quien abordará al mismo con su subjetividad, flasheando algo distinto según el caso, siendo este un punto fuerte del cual puede anclarse. Es un título muy abierto, que da rienda suelta a que exploremos a nuestras anchas, al menos por momentos, y que da pie a que encaremos esta aventura con un ritmo pausado que, a quienes les gusta ir lento, les vendrá como anillo al dedo en esta era de títulos AAA que van a los santos pedos.
¿Poder decir adiós es crecer?
Torii es un título especial. Descarta las tendencias pochocleras de otros juegos para decantarse por sensibilidades más cercanas al concepto de “art game” o juego artístico, logrando que sea una obra atrevida, dispuesta a contar una historia que toque el corazón de quienes prueben esta joya mientras rompe estructuras, tanto en su forma, como en su contenido.Sin embargo, recomiendo fuertemente jugar con una mente abierta, ya que no es una experiencia tradicional dentro del medio, combinando puzles, plataformas y un poco de walking-simulator para encontrar su propio estilo dentro del mar infinito que es el mercado de Steam
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