Tom Clancy’s Rainbow Six: Extraction es la nueva entrega dentro de esta franquicia que nos trae Ubisoft, encarnada en esta ocasión en una experiencia multijugador cooperativa, con toques de ciencia ficción y terror, pero que no se aleja demasiado de la ambientación militar contemporánea a la cual nos suele tener acostumbrados, lo que nos da como resultado un titulo sólido enmarcado en un escenario que no termina resultando tan interesante como podría.
Lo que en un comienzo sugería ser la interpretación por parte de Ubisoft de títulos como el clásico Left 4 Dead, el reciente Back 4 Blood, y el olvidado Alien: Fireteam Elite, se termina convirtiendo en una alternativa para aquel público que busque una experiencia un poco mas compleja pero sin llegar a los extremos propuestos por juegos como GTFO.
En este caso, el título no se contenta con simplemente copiar la fórmula y cambiar el trasfondo, sino que construye una identidad propia para poder convertirse así en una verdadera alternativa, tanto para quienes busquen una nueva experiencia multijugador, como para aquellos que quieran vivirla en solitario.
Una fórmula familiar con toques propios
En la superficie, Rainbow Six: Extraction no parece distinto a los antes mencionados. Es un shooter cooperativo, en el que cuatro jugadores forman un equipo para luchar contra, en esta ocasión, monstruos creados por un parásito de origen desconocido, a lo largo de la campaña que consta, de momento, en cuatro escenarios, con tres niveles cada uno.
El aspecto que lo diferencia del resto está la estructura de las misiones y sus objetivos, ofreciendo una experiencia que va mucho mas allá de simplemente superar hordas de enemigos, y que incentiva un acercamiento mucho mas táctico a los diferentes desafíos que nos va a ir poniendo en frente.
El sigilo es una opción mas que viable, y en dificultades altas es indispensable el trabajo en conjunto, el correcto uso de los distintos gadgets, y habilidades que poseen los distintos operadores. La experiencia en Rainbow Six: Extraction, si bien por momentos puede acercarse a la acción frenética de títulos como Left 4 Dead, en general apunta a un ritmo mucho mas pausado y meticuloso, como podemos ver en títulos como GTFO, pero sin ser tan hadrdcore, ofreciendo un buen punto medio.
Otro punto que separa a este titulo del resto y posiblemente sea de interés para muchos, es lo amigable en cuanto a la experiencia individual. Muchos damos por descartado que este género sólo se puede disfrutar en compañía de un grupo. Grande fue mi sorpresa al ver que no solo podemos jugar de manera individual, sino que lo propone como una posibilidad totalmente viable, con dificultad variable según se está solo o en grupo, y hasta alguna cinemática que reconoce que estamos jugando de manera solitaria. Sin duda un agregado muy seductor para aquellos que no tienen un grupo fijo.
Aunque cabe aclarar que algunos objetivos pueden ser particularmente difíciles de hacer en solitario, salvo que seamos extremadamente cuidadosos. Además de esto, por supuesto, cuenta con un sistema de matchmaking. El loop es simple: Elegimos un operador, administramos su equipo, seleccionamos una misión, y vamos al asunto. Cada misión consta de tres áreas, cada una con un objetivo distinto y aleatorio, que conoceremos al comienzo de la misión. Al completar el objetivo de un área se nos va a dar la posibilidad de pasar a la siguiente.
Cada zona presenta una dificultad mayor a la anterior, así como las recompensas en forma de experiencia van aumentando. Tras completar los tres objetivos podemos solicitar extracción de la zona y retirarnos con toda la experiencia conseguida. La posibilidad de solicitar extracción está disponible en todo momento, por lo cual siempre podemos abandonar una misión independientemente de los objetivos conseguidos, y retirarnos con la experiencia conseguida hasta el momento.
Con este botín haremos subir de nivel a nuestro operador, desbloqueando equipamiento, y también ganaremos progreso mediante hitos, que nos van a permitir desbloquear nuevos personajes, misiones, tecnología y cosméticos. Todo daño que reciban nuestros operadores durante una misión va a ser persistente una vez finalizada, requiriendo que nuestros operadores tengan algunas misiones de descanso para poder recuperar todos sus puntos de salud en futuros despliegues.
Por lo tanto, si uno de nuestros operadores recibe daño durante una misión, va a empezar la siguiente con menos salud, a menos que le demos un tiempo para recuperarse. Ese tiempo dependerá de lo exitosa que sean nuestras misiones, por lo cual completar objetivos es importante. Por otro lado, si nuestro operador cae en combate, estamos obligados a rescatarlo mediante objetivos especiales en misiones subsiguientes si queremos volver a utilizarlo.
Esta propuesta nos obliga a ir cambiando de operadores de entre el basto número que podemos elegir, y que expandiremos a medida que subamos de nivel. Tendremos que saltar de un operador de otro según vayan adquiriendo fatiga y cayendo en combate, obligándonos a administrar nuestro grupo, a la XCOM, pero a una escala mucho menor.
El peso del nombre
La ambientación y la historia se cuentan y desarrollan a través de cinemáticas y coleccionables. Mantienen el tono de todos los juegos de la franquicia Tom Cancy, tratando de permanecer dentro del “realismo” (con comillas extra) pese a que en esta ocasión ir mas para el lado del terror y la ciencia ficción.
Esta rigurosidad a la hora de ocupar el perfil de la marca le termina jugando en contra, pues se siente que dejan pasar la oportunidad de hacer algo distinto y experimentar un poco mas en cuanto a ambientación y narrativa dentro de la franquicia. Los diseños de los enemigos resultan bastante aburridos y genéricos, casi sintiéndose como placeholders para lo que mas adelante serían modelos mas interesantes y divertidos.
Lo mismo sucede con el equipamiento, que termina siendo bastante mas tradicional en cuanto a armas y gadgets. Y si bien por momentos propone irse para el lado del sci-fi, no parece a animarse a dar el salto completamente y abandonar la impronta militar “realista” (con comillas extra). Es una lástima que la propia marca, que le da identidad a la franquicia, en este caso funcione como una limitación a la hora de experimentar y explotar el escenario planteado en el juego, que tiene potencial para ser mucho mas interesante de lo que termina siendo.
Dirección artística de lado, el juego se ve muy bien, y corre de maravilla. Los escenarios son pequeños, pero gozan de mucha verticalidad, y mantienen la característica de Rainbow Six: Siege, en donde podemos destruir muros y fortificar aberturas según lo necesitemos, elemento que no solo funciona como herramienta táctica, sino que también dota a los escenarios de un mayor dinamismo, compensando su tamaño.
Una formula familiar para una experiencia particular
Rainbow Six: Extraction es un titulo sólido, que se siente familiar, pero al mismo tiempo propone cosas nuevas dentro de la formula. Se hace su lugar ofrecido una propuesta particular, que sin duda va seducir a aquellos jugadores que buscan una experiencia un poco mas hardcore, pero sin llegar a ser demasiado exigente o frustrante.
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