Este año, para quienes tenemos una Switch y amamos los RPGs, ha sido increíble. Game Freak salió de su zona de confort para entregarnos Pokémon Legends: Arceus, Square-Enix sacó no uno, sino DOS títulos con el famoso estilo de HD-2D, el juego de rol táctico Triangle Strategy y el experimental Live A Live, ambos de una calidad tan alta como atroces son sus nombres; y para cerrar el moño, una nueva dupla de Pokémon, Escarlata y Violeta, se asoman a fin de año. Eso sin contar algunos multi-plataformas que vieron o verán la luz en la consola como el híbrido con visual novel Digimon Survive y el port del mítico Persona 5 Royal, otrora exclusivo de Playstation.
¿Por qué menciono esto? Porque la vara está alta a simple vista. Hay calidad y variedad a montones. Es imposible no quedarse satisfechx de alguna manera. Y aún así, viene Xenoblade Chronicles 3 a demostrarnos que la vara no estaba tan alta y que tan satisfechxs no estábamos aunque nos pareciera. Nos encontramos ante un título dinámico, con un mundo enorme por conocer, lleno de vida y donde la transición de la exploración al combate y viceversa se hace de la manera más fluida posible. Estamos hablando de un contendiente a la lista de favoritos de mucha gente.
¡Hay equipo!
Xenoblade Chronicles 3 no solo es parte de la serie del mismo nombre, si no que conforma una colección aún mayor de títulos, todos denominados con el prefijo “Xeno”: Xenogears para PS1 y la serie Xenosaga, la cual sus entregas más importantes se encuentran en PS2.
Tanto “Gears”, “Saga” y “Blade” fueron creados en un principio por Tetsuya Takahashi, game designer que en un principio contribuyó a Squaresoft (ahora Square-Enix) en títulos como los Final Fantasy de SNES o Chrono Trigger, ambos dentro del apartado gráfico. Un tipo fiel a sus propios proyectos, cuando tuvo la oportunidad de elegir, decidió darle rienda suelta a su creatividad antes que trabajar para juegos de otra gente como cuando vio que Square no le iba a dar cabida a Xenogears y decidió fundar Monolith Software, la compañía responsable de Xenosaga y Xenoblade Chronicles.
Por otro lado contamos con Yasunori Mitsuda, un compositor quien ya había estado a cargo del soundtrack del primer Chrono en su momento y es la figura de más renombre entre aquellxs que conformaron el equipo detrás tanto de la obra que nos toca hoy como su antecesora. Su trabajo incluye, además de la mayoría de los “Xeno”, y el clásico de Square de SNES, obras tales como la saga Shadow Hearts, Mario Party o el futuro lanzamiento de Sabotage Studio, Sea of Stars (del cual hablamos un pelín junto a otros indies acá).
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Más allá de eso y para cerrar esta sección, también contamos con artistas que vuelven de entregas anteriores como Masatsugu Saito, artista a cargo de los personajes en Xenoblade 2 y Koichi Mugitani de Xenoblade 1 y los «Saga». De ahí la consistencia artística entre los distintos títulos salidos hasta la fecha.
La historia en cuestión
La obra nos sitúa en un mundo que, al igual que entregas anteriores, solía ser una deidad antiguamente. Allí, dos naciones, Keves y Agnes, se encuentran en guerra permanente por obtener la denominada «energía vital» de su oponente, ya que es un recurso preciado que les permite seguir subsistiendo. La gente, además, es creada artificialmente, ya en su etapa adolescente y viven diez años.
Arrancamos controlando a Noah, un soldado que además es lo que se llama un «Eximio», alguien quien con una suerte de flauta mágica se encarga de enviar al más allá a aquellas personas que perecieron en combate. Él, junto a sus amigxs, Lanz e Eunie («Iuni» su pronunciación), terminan encontrándose durante una misión con un grupo de enemigxs, lxs cuales luego serán introducidxs a la trama bajo los nombres Mio, Taion y Sena, y se ven entablando una encarnizada batalla, hasta que un hombre de edad avanzada llamado Guernica, inédito para ellxs que viven tan poco tiempo, aparece diciéndoles que conoce a su verdadero enemigo.
09
Para frutilla del postre, un misterioso individuo intenta asesinarlo, confirmando que hay algo más que lo que ambos equipos saben. Debido a esto, nuestro protagonista y su grupo une fuerza con quien hasta hace un segundo intentó matarles para derrotar a la nueva amenaza. Tras varias idas y vueltas que no spoilearemos, su nuevo oponente se retira, antes logrando de alguna manera hacer que ambas naciones vean como enemigos a lxs jóvenes, obligándoles a exiliarse y unir fuerzas por una causa común. Intercambiando unas últimas palabras con Guernica antes de que este muera, deciden dirigirse hacia la ciudad de Fendespada bajo indicación suya. Así arranca la aventura: con muchísimas interrogantes que se nos irán respondiendo a medida que juguemos.
Uno, dos, ¡ultraviolento!
El combate es bastante complejo, con muchas vertientes. Como es usual en la saga Xenoblade, nos pone en la piel de uno de los personajes que conforman nuestro equipo para poder controlarlo a nuestro antojo aunque con la novedad de que nos permite cambiar a quien controlamos con solo presionar dos botones.
Este personaje atacará automáticamente una vez cerca del oponente y dispondrá de un abanico de habilidades, denominadas como «Artes», que podrá cuando creamos necesario aunque con un cooldown que impedirá que spameemos nuestros poderes por doquier. El posicionamiento, además, puede llegar a ser clave con algunas técnicas ya que dependerán de por dónde proviene el ataque hacia el enemigo, y contaremos con un indicador que muestra justamente tu posición.
A su vez, en cuanto llenemos un medidor contaremos con la posibilidad de combinar las artes de todos nuestros personajes en un copado ataque coordinado, una feature que también vuelve de entregas anteriores. Esto permitirá planificar mejor nuestras acciones según el efecto de las mismas logrando combinaciones que sin esta mecánica, serían imposibles de implementar. Por otro lado, se suma que tendremos un nuevo medidor mientras coordinemos a nuestras unidades que, si está cargado del todo, liberará un ataque contundente.
A luchar con clase
Una sorpresa que me llevé de este título es que, a partir de cierto momento, podemos elegir distintas clases para nuestros personajes, entrenándolos para que cumplan distintos roles como «Atacante», «Guardián» y «Sanador» según la necesidad nuestra. Las mismas son muy variadas y no se sienten repetitivas por lo que el juego da bastante pie a que experimentemos a nuestro antojo. Por otro lado, podremos equipar distintas habilidades tanto de esta como de otras clases para lograr la mayor personalización de nuestras unidades.
Además de lo mencionado anteriormente, podremos equipar distintos ítems comprados y gemas que podemos fabricar, para lograr elevar los atributos de nuestros personajes. Por atributos me refiero a las cosas típicas del género: puntos de vida, ataque, etc. Mientras que los ítems podremos comprarlos en distintos negocios que hay en el mundo de Xenoblade Chronicles 3, las gemas tendremos que buscar los materiales necesarios y experimentar durante nuestra estadía en los campamentos que armará nuestro grupo.
Hablando de campamentos, allí tendremos varias opciones como cocinar diversos alimentos que nos brindarán bonificaciones distintas durante un tiempo limitado, mecánica que también encontraremos en Xenoblade 2 y, por citar otras sagas que también lo han hecho, la serie antológica Tales of. También podremos subir de nivel a nuestros personajes con puntos que iremos ganando en batalla o usar estos lugares como puntos de viaje rápido o el famoso fast travel si vamos con anglicismos.
Poniendo el broche
Para finalizar solo me queda decir que este juego vale la pena probarlo. No tiene demo así que está complicado por ese lado, lo sé, pero si te gustan los RPGs japoneses con su linda duración y cargados de contenido, es tu día de suerte: Xenoblade Chronicles 3 es el juego que andamos necesitando lxs amantes del género.
Es el título perfecto para echarse en el sofá o nuestro lugar favorito y perderse por un par de horas, ya sea siguiendo la trama como si de tu libro favorito se trate o explorando cada rincón de este lugar mágico como si fuera un patio repleto de aventuras. La única contra, como suele ser con este tipo de obras, es que si buscás una experiencia más compacta, que no te lleve una eternidad de finalizar, entonces puede que no te cierre del todo este rolcito. Pero hay algo asegurado, y es que cada peso gastado será devuelto en gameplay de calidad hasta el último centavo.
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