Luego de jugar Yakuza 0, la máxima “si no está roto, no lo arregles” queda flotando en el aire. Una persistencia a veces agradable como perfume francés, a veces pesada como flatulencia de lunes en ascensor.
Pero lo cierto es que en líneas generales, la aplicación de esta máxima funciona muy bien. Podríamos complementarla con “si no está roto, no lo arregles. Simplemente agrégale una capa más”.
Para aquellos que nunca han tocado un Yakuza, es una muy buena oportunidad para arrancar, ya que se trata de la precuela de la saga. En este mundo abierto japonés, bien urbano y “ochenoventoso”, somos testigos de los primeros pasos de Kazuma Kiryu (el protagonista de la saga) dentro del crimen organizado. Por supuesto, la libre exploración de este mundo se verá interrumpida por frecuentes enfrentamientos a puro beat ’em up rabioso.
Para los veteranos, les aseguramos la diversión clásica de Yakuza, pudiendo en esta oportunidad controlar a Goro Majima, personaje emblemático de la saga. Para los novatos, les contamos que es un personaje recurrente y muy querido, algo así como un Joker pero mucho mejor medicado.
En cuanto al combate, la variedad viene por dotar de tres estilos de lucha diferentes a Kazuma y a Majima, con sus virtudes y defectos particulares. Cada cual tiene su propio árbol de progreso, donde desbloqueamos nuevos golpes e incluso mejoras pasivas, tales como aumento de salud.
Si bien no es mala, la mecánica de combate no ha envejecido del todo bien y ya comienza a sentirse un poco tosca para la actualidad. No pedimos que todos los juegos de este estilo clonen la “mecánica Arkham”, pero está claro que necesita una reinvención o actualización más profunda. Por otra parte, esta variedad de estilos no está del todo equilibrada. Es muy probable que terminemos eligiendo centrarnos en sólo uno (a lo sumo dos) para mejorar y apegarnos a él.
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Algo que les puede llamar la atención son las dimensiones del mapeado, diminuto en comparación a los estándares actuales.
Pero, como contrapartida, tiene una concentración de actividades que casi no deja metro cuadrado en paz.
Cuenta con la oferta de un centenar de misiones secundarias, sin contar las actividades, que van desde karaoke, cat-fights, bailar en boliches y varios minijuegos más, incluida la posibilidad de ir a los locales arcade. En ellos, podremos jugar versiones de OutRun, Space Harrier, Fantasy Zone y Hang-On.
Sobre el apartado gráfico, estamos sin dudas ante el mejor Yakuza. Pero en el contexto general de los grandes exponentes de mundo abierto actuales, la calidad gráfica y de animación queda relegada a un “está bien”. Mención para el muy buen doblaje en japonés, que hace todo más climático, a pesar de que seguiremos extrañando a (nos ponemos de pie) Mark Hamill en el rol de Goro Majima.
[perfectpullquote align=”full” cite=”” link=”” color=”” class=”” size=”25″]Actividades, que van desde karaoke, cat-fights, bailar en boliches y varios minijuegos más.[/perfectpullquote]
Ahora bien, el plato fuerte del juego es, sin dudas, la historia. La Yakuza tiene todas las fichas puestas en un desarrollo inmobiliario que les hará llover millones. Lo único que se interpone en la materialización de este proyecto es un pequeño lote en medio de todos los edificios. “Pero, ¡qué pavada!”, dirán ustedes.
Simplemente hay que ir a buscar al dueño y ofrecerle dinero. De no aceptar el vil metal, hacer “la gran matufia”: comentarle al propietario las virtudes de aceptar el dinero al mismo tiempo que conserva sus extremidades. Y, si todo falla, dañar de manera sistemática sus bienes materiales, espirituales y en lo posible alguna mascota de más de 5Kg.
Pero aquí es donde surge el problema y sobre lo que gira la trama: nadie sabe quién cornos es el dueño del lote. Con lo cual, toda la Yakuza se ve paralizada con cara “¿y ahora qué hacemos?”, haciendo gala de un abanico de pensamiento bastante limitado.
Si podemos obviar los tintes algo absurdos y exagerados de esta situación, vamos a disfrutar de una historia muy por encima del promedio, que explota diversificándose, con vaivenes, giros inesperados de la mano de una narrativa y dirección magistral. Kazuma Kiryu queda en medio de unos culebrones terribles sobre honor, traiciones, secretos y complots. Hay para todos los gustos y es por lejos lo que más hemos disfrutado de esta entrega.
Tenemos un muy buen juego que, pese a mostrar señales del paso del tiempo en algunos aspectos clave, resulta un port bien realizado, con una infinidad de horas de contenido.
Por si fuera poco, en Steam está a un precio que resulta “una oferta que no podemos rechazar”… Sí, es una frase de otra mafia. Pero, más o menos carbohidratos en la dieta, no deja de ser crimen organizado. Aplica igual.
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Desarrollador: Sega
Lanzamiento: 12 de marzo de 2015 (Japón) / 24 de enero de 2017 (Mundial) / 1 de agosto de 2018 (PC)
Plataformas: PC – PS3 – PS4
¿En Español?: No
Fuente: Copia adquirida gracias a Sega.