Los centenials, aquellos nacidos a partir de 1996 o del 2000 (dependiendo de la fuente consultada), tuvieron la suerte de crecer con todos los aparatejos tecnológicos entre sus manos. Los celulares, las tablets, las computadoras y/o las consolas son una moneda corriente para ellos –siempre y cuando su situación económica acompañe–.
Los millenials, nacidos entre 1980 y 1995/1999 (una vez más, dependiendo de la fuente), por su parte, no tuvieron todos los productos tecnológicos desde el primer día de su vida, pero si pudieron acceder a ellos desde muy corta edad.
Los pertenecientes a la Generación X (1969-1980) y los “Baby Boomers” (1949-1968) eran jóvenes-adultos y adultos, respectivamente, cuando los videojuegos empezaron a tener su auge. Recordemos que en la década de los 80 nacieron los arcades, época que muchos recuerdan como la era dorada de los videojuegos.
Las generaciones previamente mencionadas tuvieron, de alguna u otra manera, acercamiento directo a los videojuegos y a la tecnología general. Claro que un “baby boomer” no va a tener la misma cancha que un centenial, pero ambos pueden utilizar WhatsApp, Facebook u apps similares sin mayores inconvenientes.
¿Y qué pasa con la Silent Generation?
En el conteo de generaciones quedó una pendiente: la Silent Generation (1930-1948). Ellos ya eran adultos cuando los videojuegos empezaron a ganar terreno en el área de entretenimiento. Y no eran adultos cualquiera, eran adultos en una época donde eso significaba ya tener la vida resuelta: estar casado, tener hijxs y que la vida se base en trabajar y/o cuidar a los más pequeños.
Para mucha gente de esa generación, que en pos de presión social tenían que mantener una imagen de “madurez”, los videojuegos eran algo pura y exclusivamente para los jóvenes. Ni hablar de la brecha tecnológica, persistente aún hoy.
En este punto, habría que hacer un mea culpa sobre cómo nosotros, pertenecientes a las generaciones subsiguientes, muchas veces nos mostramos reacios a “perder nuestro tiempo” explicándoles a estos adultos cómo funciona un celular, internet o demás.
Como siempre, hay excepciones
Isabel, pronta a cumplir 87 años, juega desde hace unos 21 años (es decir, desde que tiene 66 aproximadamente). Su primer acercamiento a ellos fue a través de Final Fantasy, título al que describe como “hermoso”. A partir de ahí no pudo parar de jugar.
Actualmente le dedica varias horas diarias a los videojuegos. De hecho, son su primera actividad de la mañana. Hacia el mediodía corta un rato para poder descansar un poco la vista y luego continúa jugando.
Delia, de 82 años, juega desde 1992. Tenía 52 años cuando se involucró en este mundo. Su primer acercamiento a ellos fue por sus nietos, como una forma de conectarse más con ellos. Comenzó con títulos del Family, luego pasó al Arcade –al Arkanoid para ser más específica– y finalmente empalmó con Tetris.
A diferencia de Isabel, Delia solo le dedica aproximadamente 2 horas diarias a los videojuegos.
La importancia de los videojuegos a nivel cognitivo y emocional
Con respecto al ejercicio tanto cognitivo como emocional que implica sumergirse en algún videojuego, Isabel opinó que toda la gente de su edad debería “jugar un poquito para darse cuenta lo lindo que es y cómo se ejercita la mente, cómo se despierta”. Aseguró que los juegos proponen mucho más que estar simplemente sentados en una silla, ayudan a ver la vida de otra forma.
En este contexto, La Abuela Gamer confesó que su vida cambió gracias a los videojuegos. Hoy por hoy, a raíz de la popularidad que conseguida a través de sus redes sociales, muchas personas, de diversas generaciones, la saludan en la calle y se acercan a hablarle. Sin embargo, lamenta que las personas de su edad la suelen ver como un “bicho raro”.
Delia, por su parte y quizá apuntando a como se ve desde otra óptica, subrayó el “lavado de cerebro” que significan los videojuegos y cómo ayudan a que uno no pueda pensar en nada más que lo está jugando.
Tiempos modernos
La forma de consumir videojuegos –y básicamente cualquier otro contenido– cambió en los últimos años. Los jóvenes dejaron atrás la televisión y se volcaron a plataformas como Youtube y Twitch. La mayoría de los creadores de contenidos para dichos espacios son, también, son jóvenes o jóvenes adultos cuanto mucho.
Sin embargo, si uno decide ahondar en alguno de esos mundos, puede encontrar canales de personas mayores que se dedican a hacer contenido sobre gaming.
Antonio, mejor conocido como el Abuelo de LoL, sube contenido a tanto a Youtube como a Twitch, siendo esta última su plataforma principal. Si bien siempre fue cercano a los videojuegos, su amor por el League of Legends comenzó como una manera de acercarse a su hijo (aunque casi nunca podían coincidir para jugar juntos).
Transmitir por Twitch le abrió un mundo que no conocía. Destaca que su comunidad lo ayudó mucho, no sólo a entender del LoL sino de videojuegos en general.
Respecto a la inclusividad para las personas mayores, Antonio opinó que “las marcas deberían prestarles más atención y animarse a sponsorear a gente de su edad.”
“Las generaciones jóvenes, dentro de 20, 30 o 40 años tendrán la edad que yo tengo ahora. Las marcas deberían adelantarse a los futuros problemas. Tendrían que adecuar los juegos e ir adaptándolos para cuando tengan una gran cantidad de jugadores de tercera edad. Las marcas que fabrican los videojuegos tienen que empezar a fijarse en los jugadores más mayores”, subrayó.
Otro canal que podemos encontrar comandado por una persona edad es MiniKong, el abuelito gamer. Con más de 52 mil suscriptores, el español se dedica a subir contenido exclusivamente de Bloons Tower Defense 5, tanto la versión Deluxe, que es para PC, como la versión para Android.
Silver Sniper: te matan 5 veces antes de que toques el suelo
Continuando con la línea de “tiempos modernos”, una actividad que se encuentra cada vez más en auge es la de eSports, dominada por grupos etarios más jóvenes. Sin embargo, hay un equipo que decidió patear el tablero. Silver Sniper. Se trata de un grupo “abuelos gamers” que juegan al CS:GO de manera competitiva. La edad promedio del equipo es de 71 años –los miembros tienen entre 65 y 78 años– y ganaron la Copa Mundial Senior en el 2019.
Una pequeña reflexión
Las entrevistas que realicé para hacer esta nota tuvieron una respuesta en común: falta de inclusión. Si bien los adultos mayores pueden acercarse a los videojuegos, la realidad es que suelen ser excluidos de los mismos tanto por generaciones más jóvenes como por las propias. Por un lado, no reciben la ayuda necesaria para poder acceder a los mismos, mientras que por el otro son vistos como unos bichos raros.
Hay que tener en cuenta que, como dijo Antonio, nosotros el día de mañana también seremos “abuelos gamers”. Es nuestro deber entender que una persona mayor tiene tanto derecho a este pasatiempo como nosotros. Y también es una responsabilidad ayudarlos a poder sumarse a este mundo si así lo desean.
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