No es ningún secreto que el juego de mesa por antonomasia recibió un inesperado, súbito y renovado interés masivo gracias al tremendo éxito de la miniserie “Queen’s Gambit”. Empanadas. Anna Taylor Joy. Listo, lo dije. El SEO contento. No obstante, hacía tiempo se adeudaba dedicarle unas líneas a su actualidad digitalizada.
Disposición del tablero de Ajedrez
Fue hace casi 400 años que el matemático Blaise Pascal acuño la frase “El Ajedrez es el gimnasio de la mente”. Tal vez se le haya ocurrido semejante aseveración entre la invención de la prensa hidráulica y su útil “triángulo de Pascal”. Lo cierto es que los seres más brillantes de la historia se han visto siempre atraídos hacia el juego. Podemos nombrar a intelectuales y genios de todas las ramas del conocimiento, las artes y la política en posesión de una foto en modo pensativo frente a un tablero. O quizás fue al revés y es el huevo y la gallina.
¿Las personas inteligentes se enamoran del Ajedrez? O ¿El Ajedrez hace a las personas inteligentes?
Sería meterse en un territorio pantanoso en estos tiempos modernos y más de un trasnochado discutiría en términos de inclusividad y capacitismo errando por dos kilómetros el debate.
Durante mucho tiempo, el Ajedrez fue considerado el deporte cerebral mayor. El único inventado con el fin ulterior de ejercitar nuestras capacidades cognitivas. Divertirse desde ya, por supuesto, faltaba más. Pero no es un desliz considerar la sinonimia entre “estratega” y “ajedrecista”. Probablemente porque a la larga, se utilizan de manera intercambiable. Aunque no sea estrictamente cierto.
Si bien sus orígenes nos llevan hasta el ancestral juego indio “Chaturanga”, el Ajedrez moderno tiene sus raíces en el siglo XV que no extrañamente es conocido como el siglo de las innovaciones. Entre el año 1400 y 1500 el mundo atravesó una serie enorme de cambios influenciados por numerosos hechos previos entre los que podemos destacar la pandemia (en tu cara COVID) de la Peste Negra ocurrida a mediados del siglo XIV que fulminó a una buena parte de la población mundial. La nueva centuria traía bajo el brazo muchas transformaciones y “descubrimientos”.
Entre ellos un juego de mesa que era muy similar al Shatranj, divertimento que había sido introducido en Europa hacía ya quinientos años cuando buena parte de la península ibérica y aledaños era controlada por la dinastía Umayyad.
El nuevo entretenimiento se sumaba a otros un poco menos sanos como lanzamiento de martillo, arquería y morir de joven. Ya existían los naipes (el tarot incluso nace en esa época), de los cuales, una vez más, el registro nos lleva a China porque el oriente es el regalo que no para de dar. Y también había multitud de juegos de mesa que para el año 1500 ya peinaban canas. La civilización humana no arranca con Jesús, y tampoco los tableros y las fichitas tienen su génesis en el Ajedrez.
Apertura
Sin embargo, lo curioso es la cantidad de entretenimientos que no podrían existir sin él. Prácticamente cualquier TCG o boardgame que incluya ataques por turnos y el concepto táctico de “Hago esto para que el rival haga esto otro” tiene su fundación en el Ajedrez. No es para nada curioso que llegado el momento, las desarrolladoras hicieran videojuegos del mismo.
El camino fue arduo y su origen más sensato parte del ajedrecista y campeón soviético Mikhail Botvinnik que, a la postre, era un ingeniero eléctrico e informático teórico. Botvinnik, a principios de los 60s comenzó a investigar las posibilidades de la inteligencia artificial, y la creación de algoritmos para predecir los mejores movimientos. Sin embargo, la tecnología de la época, y aún más, la que poseía la Unión Soviética, eran muy limitadas.
Durante las décadas siguientes existieron varias muy populares “computadoras de Ajedrez” de las cuales una de las primeras, sino la primera fue Belle, desarrollada por Ken Thompson y Joe Condon (detrás también del SO Unix). Belle, la primera máquina en tener rating de Maestro, fue la antecesora de la mítica Deep Blue, una de las razones modernas de que el Ajedrez llegue a tapa de los diarios por vencer a Kasparov. En el medio hubo otras como Deep Thought, Mephisto o ChipTest.
Mientras estás computadoras dedicadas se hacían moderadamente populares, las desarrolladoras veían una veta de oro. Como con la música clásica, por diseñar un Ajedrez no hay que pagarle royalties a nadie y aparte, no hay nada que inventar a nivel regulatorio. Varias empresas como Atari, Magnavox o Intellivision (que tenía licencia oficial de la USCF) tuvieron al menos una versión del juego para sus consolas hogareñas.
El camino a Chess.com o Lichess, indiscutiblemente los dos entornos mas populares del Ajedrez digital actual, estuvo plagado de iteraciones. La saga Chessmaster, iniciada en 1986 por la ignota Sofware Country, tiene su secuela con salida en el 2007 “Chessmaster XI” ahora a cargo de Ubisoft.
Innumerables.
Medio Juego
Siempre deseé ser decente en Ajedrez. Durante muchísimos años fui ese que decía “Solo sé mover las piezas”. Es una frase hecha porque, de manera innegable, es certera. Es un juego donde se mueven piezas para obtener un resultado clave: jaquear al rey. El camino a ese objetivo se ve cubierto de tácticas entre las fases. La apertura, el medio juego, el cierre. Descubrirlas, aprenderlas, memorizarlas y ejecutarlas son parte del pasatiempo.
Para ser un buen ajedrecista hace falta simplemente jugar. Y es eso lo que vengo haciendo a diario desde hace un tiempo mediante dos interfaces muy populares entre los jugadores, las ya nombradas Lichess.org y Chess.com. Ambas tienen compatibilidad con celulares lo cual resulta muy funcional.
La ruta actual de estos entornos nos otorga diversas opciones: lidiar contra una IA customizable, competir contra otro humano, y, entre otras, dos opciones que son muy apreciadas.
La primera es la lectura con simulación en tablero de partidas históricas. Esta función es fundamental para entender como pensaban ajedrecistas históricos. Gracias a la notación algebraica hay partidas registradas hasta el inicio de su existencia. Nos permite acumular conocimientos de los grandes de todos los tiempos como Capablanca, Karpov o nuestro vernáculo Najdorf que en vida inventó una variante de la defensa siciliana.
La acumulación infinita de partidas clarifica el sendero de los neófitos con ansias de aprender.
Sin embargo, la lectura y memorización no reemplaza a la práctica que puede evidenciarse mediante partidas o… la segunda opción que es aquella donde he encontrado un sitio donde me siento cómodo: la resolución de problemas. Incluso hay cuentas de Twitter (la de la federación internacional suele publicar a diario) dedicadas a la publicación de problemas a descifrar.
The classical portion of the match had ended in a 6-6 tie. The tie-breaks were decided in the last, 4th game, with Kramnik exploiting a blunder by Topalov in an already difficult position.
Can you find the winning move? pic.twitter.com/JH3TdPUta8— International Chess Federation (@FIDE_chess) October 13, 2021
La dinámica es sencilla, se nos presenta un tablero con una partida iniciada y las piezas en posiciones específicas. Nosotros tenemos que decidir cuál es el mejor o mejores movimientos siguientes. Es una forma muy atractiva de asimilar conocimiento porque nos saca el control de la partida y también del resultado. No importa cómo se llegó a esa disposición del tablero ni si al final habremos vencido. Lo único relevante es cual pieza vas a mover y adonde. Tenemos infinidad de posibilidades de acertar y acto seguido, en muchos casos, se nos explica porque fue correcto o incorrecto nuestro movimiento.
Final
Mis primeras partidas online fueron un desastre. Intenté aperturas que cayeron en saco roto, no controlé ni intenté controlar jamás el centro del tablero, descuidé a mi Reina, sacrifiqué estúpidamente a caballos, alfiles y peones, y prácticamente nunca enroqué a mi Rey con la torre. Todo aquello que se desaconseja, lo hice. En el Ajedrez la norma “la IA no reemplaza al humano” no se cumple. Dado que se puede adaptar a la CPU a cualquier nivel de dificultad y capacidad, en casi todos los casos es más probable una derrota catastrófica contra el algoritmo antes que con un rival de carne y hueso emparejado por rating.
Lo que entra a formar parte del desarrollo contra otra persona en todo caso son los nervios y ansiedades propias los cuales pueden tomar posesión de nuestra mente en ese momento del cierre en que no podes pensar cómo lograr el jaque mate.
Eso sucede con asiduidad. En mi registro contra CPU hay muchas partidas en tablas por ahogar reyes. Es con la práctica empecinada que descubrís que comer todas las piezas rivales, a menudo es un error de novato.
Dado que soy actualmente un pésimo jugador, que de ninguna manera se considere esto como un prólogo a nada. Simplemente me limito a enumerar una serie de consejos que a mí me están sirviendo como hice en las guías de Warframe pero siendo infinitamente un peor jugador.
Tanto Chess como Lichess tienen como objetivo no solo proveer un entretenimiento, sino la educación desde cero de nuevos ajedrecistas. Las herramientas comentadas se suman a otras igual de interesantes como el asistente en pantalla o el “deshacer” en partidas contra la IA.
El asistente no sugiere jugadas, pero señala si hicimos o no un buen movimiento y cual habría sido más conveniente. Si nos acostumbramos a abrir de la misma manera, memorizar esos consejos puede ser muy útil aunque no vuelvan a resultar aplicables.
El “deshacer” nos arruina el rating de nuestra partida pero en modo aprendizaje termina siendo bastante ventajoso porque nos da una segunda oportunidad de pensar el movimiento que fallamos.
Aprender a ser un ajedrecista un poco menos mediocre requiere meditar cada movimiento examinando la jugada que va cinco minutos después mientras se evita el jaque rival. Generalmente, los humanos no estamos construidos así. Reconstruirse, repensarse, analizar lo que puede suceder en el futuro por lo que genera el acto presente es lo que nos mejora, y a la vez nos define.
La pregunta del principio se responde sola si se cambia el ángulo. No somos más inteligentes por jugar al Ajedrez, ni el Ajedrez atrae a personas inteligentes. Es una cuestión que tiene que ver con el deseo y la voluntad.
Es un juego de mesa que se ha practicado en todos sus formatos en todos los entornos. Escuelas, hospitales, la calle, la prisión. Desde su existencia india hasta la actual pasando por su transición persa. Siempre fue accesible, dado que ni siquiera es realmente necesario tener un tablero y piezas.
El Ajedrez es realmente democrático.
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La ilustración de portada por Maru Mendez